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Enviado por Marianbrano • 25 de Marzo de 2015 • 1.686 Palabras (7 Páginas) • 169 Visitas
cHRISTOFER
Obra gramatical de Bello
Observando la obra gramatical de Bello -que no se reduce a su Gramática-, pero sobre todo teniendo presente sus ideas, explicitadas aquí y allá, sobre la calidad del lenguaje usado por los chilenos, queda claro que la Gramática que publica en 1847 en nuestro país es sólo la culminación de una preocupación sobre la totalidad de la lengua. Como el uso de la lengua va más allá de la construcción de la frase, y la gramática normativa, como la académica, pretende normar ese uso, hay que entender que la Gramática de Bello se complementa con sus observaciones ortográficas y ortológicas, que prefirió no incorporar en su gramática. En efecto, desde temprano reflexiona nuestro autor sobre la lengua castellana, como prefiere llamarla. Ya de 1810 data su Análisis ideológica de los tiempos de la conjugación castellana (1884), que fuera publicado sólo en 1841, en Valparaíso, uno de sus más originales y profundos estudios.
A partir de 1823 su preocupación se centra en el aspecto escrito de la lengua, específicamente en el ortográfico: de esa fecha son sus Indicaciones sobre la conveniencia de simplificar i uniformar la ortografía en América (1884: 381-394), seguido por Ortografía castellana de 1827 (1884: 395-400), Ortografía de 1844 (1884: 401-416), Reglas de acentuación de 1845 (1884: 421-424), y Reformas ortográficas de 1849 (1884: 425-432); en 1832 publica un breve artículo sobre Gramática castellana, donde fija su posición respecto de cómo debe ser una gramática de la lengua materna o nativa, y en 1835, un extenso tratado sobre Principios de la Ortolojía i Métrica de la lengua castellana (1884: 3-229), seguido al año siguiente por sus Lecciones de Ortología y Métrica.
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Motivaciones de su Gramática
1. La lengua, un bien político
Dice Bello en su Prólogo: "Juzgo importante la conservación de la lengua de nuestros padres, en su posible pureza, como un modo providencial de comunicación y un vínculo de fraternidad entre las varias naciones de origen español, derramadas sobre los dos continentes".
Esta clara conciencia de la función socio-política que desempeña una lengua (en rigor, la variedad formal de una lengua, o lo que otros llaman -con menos precisión- lengua común o lengua estándar), lo lleva a condicionar la unidad nacional (política) a la unidad de la lengua. Si bien era un decidido servidor de la emancipación americana, estaba convencido de que lo que daría unidad a las nuevas repúblicas americanas era la cultura y la lengua que tenían en común, y como estas eran las de España, no tenía sentido la separación o ruptura cultural con la península. Por eso temía que el fraccionamiento del castellano en múltiples dialectos y lenguas -que se podría producir luego de la liberación política de los pueblos americanos respecto de España- pudiera oponer "serios estorbos a la difusión de las luces, a la ejecución de las leyes, a la administración del Estado, a la unidad nacional" (1954: 22).
Pero, a diferencia de lo que se pensaba en su época, Bello no veía en esa amenaza un hecho natural inevitable, sino un fenómeno histórico y cultural, sujeto por tanto a una eventual intervención. Y el instrumento de esa intervención era por cierto la gramática.
La unidad de la lengua, que Bello entendía como la participación de América con el mismo derecho de España en la permanente formación de la lengua común, era para nuestro autor un bien político inapreciable, de alcance no sólo nacional sino intercontinental, por lo que la separación política de los países latinoamericanos de España por ningún motivo debía llevar a la ruptura lingüística. Este fue el principal motivo que lo indujo a componer su Gramática, según confiesa explícitamente en el Prólogo a la misma, convencido al mismo tiempo de que el
cultivo [del buen uso] de la lengua la uniforma entre todos los pueblos que la hablan, y hace mucho más lentas las alteraciones que produce el tiempo en ésta como en todas las cosas humanas; que, a proporción de la fijeza y uniformidad que adquieren las lenguas, se disminuye una de las trabas más incómodas a que está sujeto el comercio entre los diferentes pueblos… (1884: 457).
NO SE TIENE QUE ESTUDIAR TODO SOLO LEA Y DIGA LO QUE ENTIENDA
Funcionalidad
Publicada hace más de 150 años, las lecciones de gramática de Andrés Bello, en sus propias palabras, «se dirigen a mis hermanos, los habitantes de Hispanoamérica. Juzgo importante la conservación de la lengua de nuestros padres en su posible pureza, como un medio providencial de comunicación y un vínculo de fraternidad entre las varias naciones de origen español derramadas sobre los dos continentes». [Prólogo]. Sus objetivos, pues, pasan por el mantenimiento de la unidad idiomática, sin que por ello tome como referente exclusivo la norma peninsular. A pesar de su antigüedad y de que sus destinatarios sean los hablantes hispanoamericanos, la gramática de Andrés Bello continúa siendo uno de los manuales fundamentales de gramática del español por el acierto de sus análisis y la profundidad de sus intuiciones, que mantienen su vigencia aun hoy en día.
Fi n josue
Johan
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