Los Valores

LOS VALORES EN EL MUNDO

Podríamos definir a los valores como la aceptación de la diversidad de opinión, social, étnica, cultural y religiosa. Es la capacidad de saber escuchar y aceptar a los demás, valorando las distintas formas de entender y posicionarse en la vida, siempre que no atenten contra los derechos fundamentales de la persona.

Los valores si son entendidos como respeto y consideración hacia la diferencia, como una disposición a admitir en los demás una manera de ser y de obrar distinta a la propia, o como una actitud de aceptación, son una virtud llena de grandeza y enorme importancia.

El mundo sueña con los valores desde que es mundo, pero ¿como podríamos hacer que los valores florecieran en el mundo actual?

Pienso que podríamos iniciar por intentarlo en el salón de clases, abordando el tema en algún resumen, dibujo, cartel, tríptico o cualquier recurso didáctico en el momento que se traten los respectivos contenidos marcados en el programa, pero sobre todo y más en este tema del fomento del valores, los docentes debemos iniciar con la actitud y comportamiento en el salón de clases, con la manera de tratar y atender a los niños, con el modo de pedirle que realicen las tareas, con la convivencia que mostremos hacia el resto de nuestros compañeros, con nuestra participación en diversas actividades para mostrarnos solidarios, y en estos tiempos con la preocupación por el medio ambiente pero al final de lo que se trate sea de intentar día a día sembrar la semilla de los valores que de acuerdo a las necesidades y preocupaciones de la sociedad han ido cambiando.

Podrían decir que los valores se han ido perdiendo, pero desde mi punto de vista no ha ocurrido tal cosa, anteriormente lo común era que las relaciones entre padres e hijos fueran de demasiado respeto y de reglas y normas muy estrictas, dando mayor importancia a cuestiones como el respeto y sacrificando un tanto la libertad, todos tenemos la experiencia de aquellos comentarios y relatos donde a nuestros padres no les permitían, hablar, bailar, andar con su pareja libremente entre muchas cosas ; al crecer y tener sus hijos pareciera que preocupados por las consecuencias de una niñez rígida y severa, o tal vez comprendiendo que la sociedad actual demandaba otras actitudes en las que los niños desarrollaran mayor confianza, solidaridad y tolerancia fomentaron los valores de una manera diferente dando prioridad a cuestiones como la libertad, la tolerancia, el autoestima, la confianza; desafortunadamente algunas acciones han sido mal comprendías o aplicadas y se puede observar gran cantidad de problemas en nuestro entorno. Otro de los aspectos que influye mucho en los cambios que han ocurrido hablando de valores, son los medios de comunicación, que en su programación diaria transmiten gran variedad de contenidos mostrando muchas cosas que antes las personas no sabían, esto ocasiona que las nuevas generaciones crezcan muy despiertas, aunque en ocasiones mal informadas de situaciones muy importantes, o prestando mayor atención a cosas triviales que a las necesarias para convivir y llevar una vida en calma, esto es algo a lo que no se enfrentaron las generaciones de 50 años atrás.

Una características muy importante que se ha encargado de que los valores han ido cambiando es el contexto; ¿Por qué el contexto? Como ya se mencionó, hoy en día los padres que en su momento fueron pequeños, crecieron con unos valores algo distorsionados, podrían llamarse autoritaria o un tipo de sistema militarista y en la actualidad tratan de regalar esos valores a sus hijos pero del lado contrario, tratando de permitirles todo a lo que a ellos no le permitieron. Pero entonces se cae a otra pregunta ¿Cómo se puede saber que está bien o que está mal? La respuesta de tal pregunta, no es nada más que el pensar de cada persona, nadie puede saber qué es lo bueno o lo malo, dado que visto desde ambas perspectivas, las dos están bien o quizás las dos son erróneas. Desde mi punto de vista muy personal, sería buena una especie de combinación de los dos tipos de enseñanza de valores, permitir ciertas actividades, sin caer al libertinaje.

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