Los árabes y los hebreos cultos que habitaban en zonas musulmanas o conquistadas por los cristianos, crearon una serie de poemas líricos llamados muwassaja
Enviado por kristalgerena • 23 de Marzo de 2017 • Informe • 1.251 Palabras (6 Páginas) • 547 Visitas
La lírica primitiva: la moaxaja, la jarcha y el zéjel
Libro: Antología de Literatura Española I,
de Priscilla Rosario: páginas 27-29
Los árabes y los hebreos cultos que habitaban en zonas musulmanas o conquistadas por los cristianos, crearon una serie de poemas líricos llamados muwassaja (moaxajas), que terminaron con un cierre conocido como jarcha (estribillo o salida de la moaxaja). Su origen se encuentra en la tradición oral. La jarcha contiene el asunto o tema del poema.
Ejemplo de moaxaja:
Ejemplo: Ésta es una moaxaja de autoría anónima traducida por E. García Gómez. http://literatura.about.com/od/M-O/g/Moaxaja.htm
1
¿Cómo lograr podría
la que me tiene así?
Por su amor toda rienda
ha tiempo que perdí.
Soy justo, si ella injusta;
paciente ante el sufrir,
pues, fuera de la amada,
¿qué vida puedo hallar?
Y no es leal que escuche
a quien la quiere mal.
2
Es cual gacela humana
que a todos deslumbró:
es un ramo de perlas
que al mundo cautivó.
Compáranla a la luna
que está en su perfección.
Rama sobre las dunas
paréceme al andar.
Los astros desafía.
Su amor ¿cómo ocultar?
3
Su zarcillo entre el pelo
es entre sombras luz;
el beso de su boca,
vino y perlas de Ormuz;
sus ojos y alardes
¿qué los dirías tú?
Los unos son cual dardos
que se apresta a asestar:
los otros, como sables.
¡Échate, alma, a tembar!
4
Cuando como una rama
menearse la via,
lánguida al par que sana,
con traje carmesí,
díjele, con la vida
sintiendo irse de mí:
"¡Deleite de las almas,
y del sediento afán!
Al que de amor se muere
tu boca da a probar."
5
Hermosa más que todas,
llena de timidez,
a mí, que me derrito
de tanto padecer,
me requirió de amores
así, más de una vez:
La jarcha en mozárabe:
¡AMĀNU, YA HABĪBĪ!
AL-WAHŠ ME NO FARAŠ.
BEN, BĒŻA MĀ BOKĒLLA:
IO ŜE KE TE NO IRĀS.
La jarcha en castellano:
"¡Merced, amigo mío!
No me dejarás sola.
Ven, besa mi boquita:
yo sé que no te irás."
Además, el poeta hispanoárabe Mucáddam de Cabra creó el zéjel (zachal) en el siglo X. Un estudioso del tema, Anwwar G. Chejne, indicó en su libro Historia de España Musulmana que el vocablo zéjel deriva de z-ch-l, una raíz árabe cuya forma verbal inicial, zachala, alude a la producción de un sonido, gritar, modular o extender la voz. Identifica a Ibn Quzman como el más importante creador de zéjeles. Este autor conserva un Cancionero, en el cual se conservan 149 composiciones. El zéjel es una forma lírica popular, donde se usa un dialecto árabe con vocabulario no árabe. Estas composiciones líricas ejercieron influencia en la poesía española posterior; por ejemplo, la Cantigas a Santa María, Alfonso X, presentan la forma del zéjel.
Este es un zéjel, cantado en la España medieval, de autor desconocido:
Allá se me ponga el sol
do tengo el amor. (Estribillo).
Allí se me pusiese
do mis amores viese,
antes que me muriese (mudanza)
con este dolor. (Verso de vuelta)
Allá se me ponga el sol
do tengo el amor. (Estribillo).
(Anónimo).
Por otro lado, la moaxaja está considerada una composición poética más artística que el zéjel porque en esta, excepto por la jarcha, no aparecen voces literarias árabes. Se conserva mayor cantidad de moaxajas que de zéjeles. Ambos tipos de composiciones fueron muy cultivadas en el siglo XII.
La jarcha contiene los versos finales de la moaxaja. En 1948, S. M. Stern publicó un artículo donde presentó veinte jarchas, las cuales fechó para el siglo XI. Este hebraísta descubrió las jarchas en un tratado de la Sinagoga del Cairo, Egipto. Encontró unos textos firmados por poetas muy importantes para la tradición hebrea de Al-Andalus. A partir de este hallazgo, y por la dificultad que presentaba entender el final del poema, se descubrió que era una lengua romance en caracteres hebreos (mozárabe). Esta situación causó gran revuelo pues se determinó que estas composiciones habían sido producidas antes que la lírica provenzal de Guillermo de Aquitania (1079-1127, primer trovador). La aportación asombrosa de Stern obliga a reconsiderar el alcance de la contribución árabe a la lírica castellana. Posteriormente, en 1952, el arabista Emilio García descubrió otras veinticuatro jarchas, cuyos versos finales están escritos en un romance arcaico. La más antigua se remonta al siglo XI (1042), por lo que estas constituyen la manifestación lírica más antigua de la poesía española y europea.
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