Marco Teorico

Estructura del texto.

Sabemos que el texto está constituido por párrafos íntimamente ligados por el propósito, pero suficiente diferenciados por la forma de referirse al tema central. Y que a su vez, cada párrafo es un trozo de discurso formado por oraciones que pueden ser simples, coordinadas, yuxtapuestas y subordinadas.

Respecto a la extensión, no hay ninguna regla. Depende de cuantas ideas quiera trasmitir quien escribe. De manera que el texto puede ser breve, mediano o extenso. El autor decide que quiere incluir y que quedara fuera de su estructura comunicativa. Asimismo, opta por trabajar el tema a profundidad o con una superficialidad aparente acorde con el tono y estilo.

Ahora bien, conciso o difuso, en prosa narrativa o expositiva, en la modalidad de ensayo o de epístola, el texto transmite una información que se dispone de tal forma que la presentación del tema aparece al inicio, los elementos de soporte y detalles argumentativos e el medio y las inferencias al final. O lo que es igual, el contenido del texto se distribuye en las tres partes clásica: introducción, desarrollo y conclusión. En estos tres elementos no siempre aparecen bien delimitados, pero siempre se puede identificar.

Según el tipo de prosa seleccionado, las ideas pueden organizarse de diferentes maneras}. Por relación de causa-consecuencia, por inducción o deducción, presentación cronológica de eventos, contraste de características y cualidades y muchas otras.

Expresión de ideas.

Un texto, sea cual sea la modalidad en que este escrito, debe ser claro y sencillo, además de correcto y preciso. El lenguaje natural, aun si no tuviera ninguna otra función, beneficia la claridad del texto. Asimismo, la expresión de las ideas ha de hacerse desde una perspectiva positiva. Siempre es mas agradable lo que te insta a crecer y desarrollarse en el plano profesional que aquello que disminuye o te deja con un sabor de negatividad en las entrañas.

Si queremos que se respeten nuestras ideas, es obvio que tenemos que comenzar respetando al otro ser humano en toda su integridad. La manifestación de consideración y respeto hacia el interlocutor se evidencia en la forma en que expresamos nuestras ideas. Una alta dosis de empatía propiciara la recepción de los conceptos vertidos en el texto. No así la falta de respeto o la insensibilidad.

Jesús Sánchez Lobato y colaboradores ofrecen pautas valiosas para organizar el contenido del texto. Aprovechemos algunas de ellas:

1- Adecuar el lenguaje a la finalidad: Esto es, elegir las palabras y el estilo adecuado al tipo de prosa escogido.

2- Evitar la afectación en términos y las expresiones.

3- Utilizar un lenguaje positivo en lugar de uno negativo: Si es necesario decir algo negativo, es preciso emplear el lenguaje más positivo para hacerlo. En las relaciones publica

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