¿Necesitamos religión?

¿Necesitamos religión?

La religión por mucho tiempo ha sido la base de nuestra vida, nuestra existencia. Y a lo largo de nuestro desarrollo como sociedades y más que nada como humanidad cada vez se ve más el fenómeno del ateísmo como forma de vida. Donde paso del deísmo que fue la manera racional de entender a “Dios” al ateísmo, que es rechazar la idea completa de un dios o deidad omnipresente. En este ensayo quiero plantear de una manera determinada y muy clara que en sí, la religión no es la base de nuestra existencia.

En primer lugar, sabemos que la religión no es creer en un ser superior y omnipotente. Ni mucho menos es la idea de la fe. La religión desde tiempos muy lejanos ha sido una institución creada con el propósito de evangelizar a un grupo de gente para beneficios personales de un gobernante. Pues sabemos que muchas guerras han sido provocadas en nombre de aquél Dios que la gente cree conocer bastante.

Empecemos el planteamiento agregando la siguiente cita del libro Anticristo de Friedrich Nietzsche “¿Qué es lo malo? Todo aquello cuyas raíces residen en la debilidad. ¿Qué es la dicha? La sensación que experimentamos cuando la potencia crece, cuando nos percatamos de que hemos vencido una resistencia.” ¿Y acaso esto no nos abre las puertas al conocimiento acerca de la base en la que hemos estado sumergidos como sociedad por nuestras propias inseguridades? Me refiero a que, si nos ponemos a pensar un poco. El hombre como raza y no como algo superior a los animales siempre ha querido encontrar la manera de explicar todo lo que nos rodea, y cuando nuestros antepasados no lo hacían hallaban maneras de justificar su ignorancia circunstancial. (Y digo circunstancial porque como ya sabemos, la ciencia ha iluminado muchas cosas que antes residían en la oscuridad para culturas y pueblos.) He aquí el surgimiento de todo tipo de deidades. Entonces, por obviedad de lo anterior o explicándolo mejor; la raza humana tan débil que es en esencia y en fe en sí mismos, desesperadamente tratan de encontrar un propósito para llenar el vacío existencial con el que nacemos, nuestra debilidad. Y lo hacemos haciéndonos una idea de que habrá un después en el cielo para ti si te portas como tu Iglesia te lo pide. Así que, ¿La religión es mala porque reside de la debilidad? Sí. Ahora siguiendo con la idea de la conceptualidad de la vida eterna, nosotros no vivimos nuestra vida, solo existimos para seguir reglas establecidas por una institución que te premia con el continuo planteamiento en nuestra cabeza de la idea del “cielo”, el “infierno” y el “purgatorio”.

¿Y la dicha? Toda esa gente dichosa según Nietzsche es la gente que no se deja capturar por ideas erróneas de nuestra existencia, y nuestro propósito en el mundo. Esa gente que sin importar sus creencias, si hay un “Dios” o no tiene un motor que los impulsa a vivir su vida y no solo a existir en ella.

Otra frase que encontré muy interesante es: “En cuanto al sacerdote, ese negador, ese calumniador, ese envenenador de la vida por oficio, sea considerado como un ser de una especia superior, no tendrá respuesta la pregunta: ¿qué es la verdad? La verdad carecerá de sentido mientras el representante de la negación y de la nada, se arrogue su representación.”

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