No se necesita ser un genio para imaginar en qué gastarías tu dinero si tuvieras millones de dólares
Enviado por ArmandoLeal • 23 de Noviembre de 2015 • Tarea • 1.101 Palabras (5 Páginas) • 120 Visitas
No se necesita ser un genio para imaginar en qué gastarías tu dinero si tuvieras millones de dólares, la mayoría pensaría en comprar casas, departamentos, coches, aparatos y vivir una vida de lujo pero lo que pocos se imaginan que por más dinero que tengas siempre hay cosas que el dinero no puede comprar y a veces esas cosas son las que más necesitas. Ésta historia ocurrió en el año de 1865.
Elena López y Alejandro Torres se conocieron en Los Ángeles, Estados Unidos cuando ambos tenían veinte años por sugerencia de sus padres quienes eran multimillonarios y querían que sus hijos socializaran con gente de su altura y por obra del destino al conocerse sucedió lo que menos esperaban, se enamoraron y fueron novios durante cinco largos años y al cumplir veinticinco años se casaron. Al primer año de matrimonio los padres de ambos murieron debido a enfermedades y ellos tuvieron que hacerse cargo de mantener las riquezas que heredaron por lo cual en esos momentos no podían criar a un hijo, así que después de que los negocios ya estaban estables decidieron tener un hijo y fue cuando ambos tenían treinta años que Elena quedó embarazada. A los pocos meses de embarazo empezaron a tener ciertas dificultades así que visitaron a un doctor el cual les dijo que los problemas se debían a exceso de estrés por todos los negocios que realizaban y fue así como los dos hartos de vivir en la ciudad y por el bien del bebé decidieron mudarse a un pueblo muy lejano para vivir sin estrés.
El nombre del pueblo era Blaine Stwanets y era un lugar sumamente pobre que se dedicaba a cultivar vegetales, no había un solo edificio ni carretera. Elena y Alejandro construyeron una casa para ellos y él bebe en las afueras del pueblo y seguían estando en contacto con sus negocios en la ciudad pero estaban más tranquilos, mientras Elena estaba embarazada contrataron a una sirvienta llamada Bertha Esquivel que tenía un carácter sumamente agradable y era muy sabia y bondadosa para con los demás.
Un día mientras estaban en la sala Alejandro le preguntó a Elena:
-Amor ¿cómo llamaremos a nuestro hijo?
-Si es niña se llamará Elena -respondió Elena-
-Está bien entonces si es niño se llamará Alfredo –le dijo-
Finalmente llegó el momento del nacimiento del niño y para ello tuvieron que trasladarse a una ciudad para que tuviera las mejores atenciones lo cual para ellos el dinero no era problema; pero a pesar de que era un gran hospital el parto se complicó y el doctor les dijo que existía riesgo de que el niño pudiera morir al nacer; ésta noticia dejó helados tanto a Elena como a Alejandro y ninguno sabía que pensar pues era tanto el miedo que sentían al saber que su hijo, el que tanto esperaron y amaron durante el embarazo pudiera morir y no estar con ellos. Los médicos continuaron con el parto mientras Alejandro estaba afuera murmurando:
-Dios, por favor te pido que mi hijo no muera, por favor te prometo que aunque existan dificultades yo lo cuidaré por favor te lo pido. –dijo llorando-
Pasaron unas horas y Alejandro se había quedado dormido, en eso el doctor lo despertó para hablarle, Alejandro inmediatamente saltó y desesperado dijo:
-Doctor por favor le suplico dígame qué pasó, ¿Qué pasó con mi hijo?
-Señor Alejandro su hijo está bien, logramos que naciera bien.
-Dios gracias, Doctor no sabe cuánto se lo agradezco de verdad.
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