Obra Dramatica
Enviado por yoptu • 14 de Octubre de 2014 • 2.047 Palabras (9 Páginas) • 287 Visitas
PERSONAJES
TESEO, duque de Atenas.
EGEO, padre de Hermia.
LISANDRO, DEMETRIO, apasionados de Hermia.
FILÓSTRATO, director de fiestas de Teseo.
QUINCIO, carpintero.
SNUG, ensamblador.
BOTTOM, tejedor.
FLAUTO, componedor de fuelles.
SNOWT, calderero.
STARVELING, sastre.
HIPÓLITA, reina de las Amazonas, prometida de Teseo.
HERMIA, hija de Egeo, enamorada de Lisandro.
ELENA, enamorada de Demetrio.
OBERÓN, rey de las hadas.
TITANIA, reina de las hadas.
PUCK o ROBIN-BUEN-CHICO, duende.
FLOR-DE-GUISANTE, TELARAÑA, POLILLA, GRANO-DEMOSTAZA,
hadas.
PÍRAMO, TISBE, MURO, LUZ DE LUNA, LEÓN, Tipos en el
sainete ejecutado por los bufones.
Otras hadas del séquito de su rey y su reina.- Séquito de Teseo e
Hipólita.
ESCENA.- Atenas y un bosque de sus alrededores
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ACTO PRIMERO
ESCENA PRIMERA
Atenas. Cuarto en el palacio de Teseo
(Entran TESEO, HIPÓLITA, FILÓSTRATO y acompañamiento)
TESEO.- No está lejos, hermosa Hipólita, la hora de nuestras nupcias,
y dentro de cuatro felices días principiará la luna nueva; pero, ¡ah! con
cuanta lentitud se desvanece la anterior! Provoca mi impaciencia como
una suegra o una tía que no acaba de morirse nunca y va consumiendo
las rentas del heredero.
HIPÓLITA.- Pronto declinarán cuatro días en cuatro noches, y cuatro
noches harán pasar rápidamente en sueños el tiempo; y entonces la
luna, que parece en el cielo un arco encorvado, verá la noche de nuestras
solemnidades.
TESEO.- Ve, Filóstrato, a poner en movimiento la juventud ateniense
y prepararla a la diversiones: despierta el espíritu vivaz y oportuno de
la alegría; y quede la tristeza relegada a los funerales. Esa pálida compañera
no conviene a nuestras fiestas. (Sale Filóstrato.) Hipólita, gané
tu corazón con mi espada, causándote sufrimientos; pero me desposaré
contigo de otra manera: en la pompa, el triunfo y los placeres. (Entran
Egeo, Hermia, Lisandro y Demetrio.)
EGEO.- Felicidades a nuestro afamado duque Teseo.
TESEO.- Gracias, buen Egeo. ¿Qué nuevas traes?
EGEO.- Lleno de pesadumbre vengo a quejarme contra mi hija Hermia.
Avanzad, Demetrio. Noble señor, este hombre había consentido
en casarse con ella... Avanzad, Lisandro. Pero, éste, bondadoso duque,
ha seducido el corazón de mi hija. Tú, Lisandro, tú le has dado rimas,
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y cambiado con ella presentes amorosos: has cantado a su ventana en
las noches de luna con engañosa voz versos de fingido afecto; y has
fascinado las impresiones de su imaginación con brazaletes de tus cabellos,
anillos, adornos, fruslerías, ramilletes, dulces y bagatelas, mensajeros
que las más veces prevalecen sobre la inexperta juventud: has
extraviado astutamente el corazón de mi hija, y convertido la obediencia
que me debe en ruda obstinación. Así, mi benévolo duque, si aquí
en presencia de vuestra Alteza no consiente en casarte con Demetrio,
reclamo el antiguo privilegio de Atenas: siendo mía, puedo disponer
de ella, y la destino a ser esposa de este caballero, o a morir según la
ley establecida para este caso.
TESEO.- ¿Qué decís, Hermia? Tomad consejo, hermosa doncella.
Vuestro padre debe ser a vuestros ojos como un dios. Él es autor de
vuestras bellezas, sois como una forma de cera modelada por él, y tiene
el poder de conservar o de borrar la figura. Demetrio es un digno
caballero.
HERMIA.- También lo es Lisandro.
TESEO.- Lo es en sí mismo: pero faltándole en esta coyuntura el apoyo
de vuestro padre, hay que considerar como mas digno al otro.
HERMIA.- Desearía solamente que mi padre pudiese mirar con mis
ojos.
TESEO.- Más bien vuestro discernimiento debería mirar con los ojos
de vuestro padre.
HERMIA.- Que vuestra Alteza me perdone. No sé qué poder me inspira
audacia, ni cómo podrá convenir a mi modestia, el abogar por mis
pensamientos en presencia de tan augusta persona; pero suplico a
vuestra Alteza que se digne decirme cuál es el mayor castigo en este
caso, si rehúso casarme con Demetrio.
TESEO.- O perder la vida, o renunciar para siempre a la sociedad de
los hombres. Consultad, pues, hermosa Hermia, vuestro corazón, daos
cuenta de vuestra tierna edad, examinad bien vuestra índole, para saber
si en el caso de resistir a la voluntad de vuestro padre, podréis soportar
la librea de una vestal, ser para siempre aprisionada en el somwww.
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brío claustro, pasar toda la vida en estéril fraternidad entonando cánticos
desmayados a la fría y árida luna. Tres veces benditas aquellas que
pueden dominar su sangre y sobrellevar esa casta peregrinación; pero
en la dicha terrena más vale la rosa arrancada del tallo que la que
marchitándose sobre la espina virgen, crece, vive y muere solitaria.
HERMIA.- Así quiero crecer, señor, y vivir y morir, antes que sacrificar
mi virginidad a un yugo que mi alma rechaza y al cual no puedo
someterme.
TESEO.- Tomad tiempo para reflexionar; y por la luna nueva (día en
que se ha de sellar el vínculo de eterna compañía entre mi amada y
yo), preparaos a morir por desobediencia a vuestro padre, o a desposaros
con Demetrio, o a abrazar para siempre en el altar de Diana la vida
solitaria y austera.
DEMETRIO.- Cede, dulce Hermia. Y, tú, Lisandro, renuncia a tu
loca pretensión ante la evidencia de mi derecho.
LISANDRO.- Demetrio, tenéis el amor de su padre. Dejadme el de
Hermia. Casaos con él.
EGEO.- Desdeñoso Lisandro, en verdad que tiene mi amor y por él le
doy lo que es mío. Ella es mía, y cedo a Demetrio todo mi poder sobre
ella.
LISANDRO.- Señor, tan bien nacido soy como él y mi posición es
igual a la suya; pero mi amor le aventaja. Mi fortuna es en todos sentidos
considerada tan alta, si no más, que la de Demetrio. Y, lo que vale
más que todas estas ostentaciones, soy el amado de la hermosa Hermia.
¿Por qué, pues, no habría
...