La Obra Dramática

LA OBRA DRAMÁTICA

CONCEPTO:

La obra dramática es un texto escrito por un autor llamado dramaturgo destinado a ser representada ante un público, y que consiste en acciones de diálogos representados por diversos personajes (actores) en un espacio (escenografía) determinado. Debemos tener en cuenta que toda obra dramática es esencia y se caracteriza por su virtualidad teatral.

El texto escrito se denomina en general “el libreto”, en su presentación el dramaturgo debe pensar constantemente en función del sonido de las palabras más que de su aspecto en la página impresa; debe escribir pensando en la acción o el movimiento, estando alerta con el efecto visual y con el ritmo de la expresión verbal. Los personajes, ideas, acciones y problemas que él crea deben ser vitales e interesantes. El dramaturgo crea sus obras pensando en la estructura física del teatro de su época.

Lenguaje y Estilo:

La forma de elocución es mediante el diálogo. La condición fundamental del diálogo es su naturalidad, para que traduzca fiel y justamente los elementos propios de la conversación y su habitual manifestación en la vida social. El diálogo dramático debe aparecer animado o cortado, con las interrupciones que matizan toda conversación, sin largas exposiciones de un solo personaje que en silencio escuchan los otros. El diálogo también demanda claridad y concisión, además de la justa adaptación al carácter de la acción que se representa en la obra.

El lenguaje y el estilo dramático admiten gran variedad de tono, desde el más elegante al más familiar; pero siempre dentro de la condición esencial de la naturalidad que el diálogo impone. La sencillez del lenguaje y la sobriedad del estilo peculiarizan el género dramático. En cuanto a su forma de manifestación, el lenguaje dramático puede ser en Verso o en Prosa

El Tema:

El tema principal e inagotable de la obra dramática es La Vida, con todo su realismo, bondad y la maldad del ser humano. El argumento o asunto de una obra dramática, con todas las peripecias de la acción, constituye el propio esencial pensamiento didáctico. Pero en el fondo de la obra dramática puede presentar un aspecto distinto y más sustancial: el pensamiento trascendental o filosófico, la tesis encarnada por el autor en la acción teatral.

¿Qué es la vida? Un frenesí.

¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción;

y el mayor bien es pequeño;

que toda la vida es sueño,

y los sueños, sueños son.

- LA VIDA ES SUEÑO (Calderón de la Barca) -

Por ejemplo en La Vida es Sueño, hay una demostración dramática de un fondo sustancial: la fugacidad perenne de todo lo humano.

El Plan:

El plan está condicionado por el peculiar elemento de la representación de la acción. El desarrollo del plan dramático abarca tres momentos fundamentales en que se distribuye íntegramente el asunto:

A- Exposición: Presenta los antecedentes indispensables de la acción dramática, al inicio de la obra, procurando su rápida comprensión. Debe ser natural y clara, hábilmente entretejida en el diálogo. La exposición que recurre a narraciones extensas y confidencias de los personajes acusa un procedimiento antidramático, que resulta inverosímil y monótono.

B- Nudo: Es la complicada situación en que va a culminar el desarrollo progresivo de la acción dramática. Encierra la fase de mayor interés en la obra porque presenta en toda su animación y en todo su enérgico contraste el conflicto en qué consiste su trama o asunto.

C- Desenlace: Es la solución imprevista del nudo con que termina la acción. Debe ser natural y lógico; quiere decir, no forzado ni inverosímil, sino consecuencia propia del encadenamiento mismo de los hechos. Pero imprevisto, inesperado, precedido de escenas culminantes de ansiosa incertidumbre y emoción, qué rápidamente precipiten el hecho decisivo en que el desenlace consiste o peripecia final.

Actos, Cuadros y Escenas:

La división interior de una obra dramática origina tres peculiarísimas partes:

A- Actos: Son partes fundamentales en el desarrollo de la acción dramática. El acto no marca meramente un tiempo determinado para proporcionar cierto reposo a los actores y al público. Porque sustancialmente los actos implican momentos bien definidos en el proceso dramático. Cada acto debe encerrar una acción parcial que termine en una situación interesante, destacando su influencia gradual en el total desarrollo de la acción.

B- Cuadros: Innovación moderna es la división de los actos en cuadras, que se determinan en la obra por los cambios de decoración. Los cuadros no tienen el carácter fundamental de los actos, ya que no trascienden de manera esencial, a la acción ni al tiempo; son cambios de lugar, variaciones del ambiente escénico, que comunican una mayor variedad a la obra dramática. En actos extensos, además, los cuadros facilitan el descanso de actores y públicos.

C- Escenas: Son las divisiones menores de los actos, que se originan por las entradas y salidas de los personajes durante la representación teatral. Fácilmente se comprende que el número de las escenas será indeterminada, aunque condicionado por las necesidades de la acción. El fundamental requisito de la motivación de las escenas: las entradas y salidas de los personajes deben responder naturalmente a las incidencias de la acción en el total desarrollo de los hechos.

El Personaje Dramático:

Es el sujeto de la acción, a diferencia del épico, el dramático actúa con una mayor libertad. Porque no está dominado, como sucede en el ambiente épico, por la grandiosidad de los hechos. El personaje dramático es el centro de un cuadro de vida familiar, con las dificultades y conflictos de la vida. Debe estar trazado con más energía individual, con más calor humano, especialmente en sus sentimientos y pasiones.

En general los personajes dramáticos deben presentar individualidades bien definidas, de rasgos y caracteres acentuados, que destaquen su personalidad con la intensidad plástica que requiere la actuación escénica. Una condición peculiar del personaje dramático es la verosimilitud con la naturaleza humana, en efecto deben aparecer como tipos arrancados a la realidad de la vida, tomados de la inmensa cantera humana.

¡Que el sueño descanse en tus dulces ojos

y la paz en tu alma!

¡Ojalá fuera yo el sueño,

ojalá fuera yo la paz que se duerme en tu belleza!

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- Romeo y Julieta ( William Shakespeare) –

- La técnica del Dramaturgo

- El dramaturgo no se sienta para analizar los principios que determinaran el

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