Ola K Ase

Comparar el estado de Chiapas con otros estados de México siempre nos sorprende debido a los altos contrastes. En el caso del agua, eso no es diferente: mientras que en Chiapas la presión sobre la misma llega a 1%, en el estado de México llega a 117% y Baja California a 85%. Mientras que en el estado de Baja California cuenta con tan sólo 1.336m³/hab/año, valor considerado peligrosamente bajo, en Chiapas la disponibilidad natural por habitantes al año llega a 24.647 m³.

El problema del agua en México se debe a los diferentes contrastes que podemos observar entre sus regiones. Mientras que en el norte del país se concentra la mayor parte de la población (77%) y genera el 85% del PIB y la disponibilidad natural media del recurso agua es de 32%, en el sureste del país, la población es de 23%, genera el 15% del PIB y la disponibilidad del agua es de 68% (Estadísticas del agua en México: 2005). Sin embargo, esta disponibilidad de agua en el sur no garantiza que su población, en especial la más pobre, y en ella las mujeres, tenga acceso a este elemento del ecosistema.

La mayor cantidad de agua superficial se encuentra en la región sur de México, en especial en el estado de Chiapas. Los ríos Grijalva y Usumacinta están entre los más importantes del país, no solamente debido a la gran cantidad de agua, sino también debido a la pluralidad cultural e histórica y diversidad biológica que existe en su región.

En Chiapas, el problema no es la cantidad del agua, como ocurre en otras regiones del país, sino que ésta se encuentra mal cuidada y mal distribuida. Eso se debe al modelo de desarrollo neoliberal imperante en el país y en la región, que no solamente seca y contamina los ríos y arroyos por medio de descargas de elementos tóxicos de la industria y agricultura, sino que está llevando a cabo un creciente proceso de privatización del recurso.

Los principales problemas relacionados al agua en Chiapas

Los problemas relacionados al agua pueden ser clasificados en tres grandes rasgos: acceso, cantidad y calidad. Chiapas es considerada una de las más importantes zonas hidrológicas del país, pues alberga el 30% de agua dulce de México. Es una paradoja que el estado cuente con los principales y más grandes ríos de México, el Grijalva y el Usumacinta, y menos de 50% de la población pueda abastecerse del líquido, en especial en la región de Los Altos, en donde apenas el 26% de las viviendas cuentan con agua entubada. Las enfermedades relacionadas con la mala calidad del agua, como el tracoma y las gastrointestinales infelizmente son un problema común en el estado, e inciden negativamente en la calidad de vida de las personas.

Las represas hidroeléctricas también constituyen un problema en la medida en que su construcción, como consecuencia del desarrollo neoliberal, no satisface las necesidades del presente

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