Ola K Ase

Un hombre llamado Santiago decidió seguir la vocación de pastor, porque las ovejas eran los animales más inteligentes y que aprendía mucho de ellos. El pastor aprendió a leer con libros viejos, siempre cargaba uno en su bolsillo, cuando terminaba lo cambiaba para no leer siempre el mismo. Un día cuando caminaba por su país España, paro en una tienda y cambio su libro de filosofía por uno alquimista. Al trascurrir la noche el joven se encontraba caminando por un valle, donde sobresalió una vieja iglesia. Santiago cansado decidió dormir bajo las rocas de la edificación. A media noche se despertó inquietado por un sueño extraño que le sucedió. Escucho una voz que le decía que en las pirámides de Egipto había un tesoro el cual le pertenecía.

Santiago toma sus ovejas y se marcho al puerto de Gibraltar, allí se encontró un rey el cual nadie conocía, los dos se sentaron en el suelo y conversaron del sueño. El rey convenció al pastor para que hiciera realidad el sueño, Santiago muy triste concluyo que si partía a las pirámides tenia que vender las ovejas. El rey saca una bolsa y le pago con cincuenta monedas de oro sus ovejas y luego saco dos piedras “la verdad y la mentira” las cuales obsequio al muchacho, después de un rato desapareció el rey y Santiago partió a su sueño.

Al cruzar África se albergo' en un bar donde pidió al cantinero de un guisa que lo llevara a Egipto, de la nada apareció un hombre que se hizo pasar como guía pero este robo sus monedas. Santiago desesperado y triste vago por la ciudad y conoció a un hombre que le dio trabajo como vendedor de cristales y así consiguió mucho dinero y decidió partir con una caravana a su sueño personal. En la expedición por el desierto conoció a un lector alquimista que no entendía la lectura de los libros. Al transcurrir los días Santiago hablo con los animales, la arena y el viento, la mala suerte llega a la caravana se vio afectada por la guerra de los pueblos africanos y como consecuencia se acentuaron en una pequeña aldea, el pastor conoció a una mujer de la cual se enamoro y también conoció a un verdadero alquimista que le ayudo para que se ocuparan de la aldea y cumplir el anhelado sueño.

En la huida a los dos los atraparon pero el alquimista engaño a sus captores diciéndole que Santiago era un brujo el joven pastor al verse en tan gran apuro pidió a la arena, el viento, el agua, el sol y el universo que formaran un remolino inmenso, él ejercito al ver la furia de la naturaleza los libero. Al caer la noche se refugiaron en un convento, el alquimista saca una piedra y convirtió tres trozos de madera en oro y se los dio al sacerdote para que ayudara al joven pastor, en la mañana Santiago partió solo a las pirámides y al estar frente a ellas cabo en el lugar correcto y al sacar el tesoro lo asaltaron y el jefe de los bandalos conato el sueño que una vez tuvo” soñé que en España

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