POR EL HUMANISMO EN LA EDUCACION (ANA MARIA MACHADO)

María machado plantea en su texto como autora de libros infantiles y novelista viaja bastante por el interior de Brasil, especialmente en Latinoamérica con el fin de visitar escuelas y conversar con los alumnos y profesores.

Para comenzar existen tres situaciones que impresionan a la autora en sus encuentros realizados la primera es el enorme desprestigio y abandono que actualmente se encuentra en su país, como los sueldos bajos y pésimas condiciones de trabajo.

La segunda es la dedicación y la capacidad de improvisación e imaginación que los profesores han demostrado poseer, sumadas al anhelo de nuevos conocimientos para saber más y prepararse mejor.

La tercera es la dolorosa evidencia de la mala preparación que presentan en su mayoría, aquellos ciudadanos dedicados a la docencia y la inestabilidad y deficiencia de su formación.

Los bajos índices sistemáticamente logrados por estudiantes brasileños, en exámenes internacionales recientes de evaluación del aprendizaje, tiene mucho que ver con la baja calidad de los profesores. La autora asegura que si en los exámenes evaluaran la capacidad de enseñanza de los docentes y no el aprendizaje de los alumnos, tendrían mejores resultado y seguramente se podrían ver con los hechos.

El antropólogo Darcy Ribeiro (citado por María machado) dice: El alumno finge que aprende y el profesor finque que enseña todo eso forma la gran farsa nacional. Las reacciones a dicha opinión han sido intensas y apasionadas, tanto por parte de quien esta acorde, como por parte de quien toma la frase en sentido personal.

Por consiguiente, se puede deducir que la sociedad brasileña finge que forma profesores; pero en el fondo finge hacerlo a propósito, porque no pretende darles la oportunidad de crecer. Es decir, en realidad trata de mantenerlos mal preparados para justificar que sus sueldos sean tan bajos, ya que están impedidos de ser realmente profesores y recibir sueldos que se merezcan.

Los mismos profesores reconocen que no están bien preparados, aprovechan cualquier oportunidad para actualizarse un poco. Los cursos o charlas que se les ofrece atraen multitudes y allí hacen preguntas, participan, y muestran su inquietud. Pero al mismo tiempo ocurre algo comprensible en su manera de reaccionar; mientras mas notan la amplitud de lo que ignoran y la falta de conocimiento que necesitan en algo, se sienten mas amenazados, inseguros, e intentan negar dicha carencia. Otras veces los profesores caen en el extremo opuesto y se refugian en su pasado, rechazando cualquier cosa diferente a su práctica habitual y menos preciando cualquier innovación. No pueden admitir públicamente sus carencias intelectuales, desconfían de cambios tienden a un conformismo repetitivo que es la propia negación del proceso educacional y terminan contribuyendo a impedir que mejorar la calidad de educación.

Mediante un esfuerzo realizado en la última década el país logro atender al 97% de sus niños en edad escolar, incluso en periodo de vacaciones; a esto hay que sumar proyectos de redistribución del ingreso que exigen a los padres para mantener a sus hijos en la escuela.

También existen grandes programas de entrega de libros didácticos que son record mundiales y programas de bibliotecas escolares con millones de ejemplares de libros de lectura de muy buena calidad entregados anualmente.

Una alta funcionaria del ministerio afirmo que no había duda que los libros eran muy bien escogidos y de buena calidad, logrando sus objetivos y llegando a las manos de los niños en todos los rincones del país.

Lo que la ministra no dijo, pero lo quiso decir María Machado es que ella tiene realmente razón de preocuparse si se tiene en consideración que el profesor no lee, nunca ha leído, no tiene intimidad con el libro. No es culpa de él es consecuencia de su formación, lejana a los libros.

La autora esta convencida de que en sus tiempos, la democratización de la lectura literaria es un paso indispensable para que una sociedad sea más justa pero jamás se acercara a ello si no se encuentran profesores lectores.

En algunos casos la familia facilita la convivencia inicial del niño con el libro, y le asigna un ambiente lector que estimula su contacto con la palabra escrita. En los países donde eso no ocurre la escuela carga con la responsabilidad de satisfacer esa necesidad y transformarla en la esperanza de esa situación.

Se vive en una época en que otros medios compiten con el libro en la trasmisión de conocimientos y en adquisición de informaciones. Es bueno que así sea, y es importante que el internet, la televisión, las películas, estén presentes en las escuelas y hogares, abriendo ventanas a las nuevas generaciones. Pero justamente esos nuevos medios, tan útiles presentan también afectos escolares muy fuertes, que necesitan ser influencias estabilizadoras e integradoras, como las relaciones afectivas y la lectura narrativa.

Sin embargo, los seres humanos no han dejado de tener la necesidad de buscar alguna forma de unidad comprensible en su propia vida o en relaciones entre aquellos acontecimientos y recuerdos que guardan en su memoria acompañadas de las expectativas para su futuro. Para eso es fundamental que la educación no se aleje del humanismo. Algo que impresiono a María Machado en una convivencia fue la pasión con que Celso Furtado defendía la importancia del humanismo, el entusiasmo con que discutía la poesía literaria. El maestro de las teorías que estudio la dependencia y el desarrollo insistía en afirmar que las ciencias denominadas exactas no bastan para construir la justicia social y la democracia, y que fuera del humanismo de la literatura no hay esperanza.

Por otro lado hace poco la autora encontró algunas ideas sobre educación en un articulo de un joven llamado Michel Lent Schwartzman. El demuestra que las ideas poco creativas sobre educación tiene consecuencias graves, provocando un fuerte impacto en el mundo en el que se vive actualmente: un lugar prácticamente tomado por personas que fueron entrenadas para buscar empleo, pero no para crear empleos.

Cada día que pasa, cada persona debería ser dueño de su propio empleo, inventar

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