Problematica De La Profesion Docente

Es ya bien sabido por cada uno de nosotros que hoy en día la realidad de la educación, por lo menos en nuestro país, deja bastante que desear. Si bien hay graves problemas de fondo uno muy trascendental es la actitud docente dentro de un eficiente desempeño en conjunto con la actitud estoica de los mismos alumnos. En realidad una predisposición general en que se nos olvida que “educar” es una hazaña que carece de la cooperación de cada uno de los actores en juego.

Gracias a la información analizada (”La educación o la utopía necesaria” “Los cuatro pilares de la educación” y “Marco para la buena educación”) nos percatamos que es realmente urgente darles nuevos enfoques a las tácticas de enseñanza y cómo sería ideal que todos los docentes en servicio pudiesen darse el tiempo, el compromiso con su vocación para evaluarse y cuestionar su desempeño de acuerdo a como nos guía “Marco para la buena educación”.

Cuan diferente sería la labor educativa si los agentes en cuestión no tomaran una actitud indiferente y solitaria, de educarse sólo por cumplir y educar por consumar un empleo necesario para vivir. Por ejemplo cuando se habla de dar mayor énfasis a la educación secundaria, darle un mejor significado y sin descuidar que es una educación para jóvenes en crecimiento sin la madurez necesaria, donde mientras recién comienzan a tomarle el peso a la vida deben decidir por su futuro en un ambiente rígido; y es más difícil aún cuando el sistema selecciona por la educación que nunca fue de calidad ni igualitaria, no pueden seguir un constante progreso cuando ni siquiera los centros de estudio los estimulan a seguir descubriendo.

Aunque otro aspecto importante de destacar es que pese al crítico momento educacional en que estamos, la aceptación de nuevas modalidades de continuar una educación superior ha significado a su vez mayores oportunidades a jóvenes con una especialización técnico-profesional, ya sea como un plan de seguir avanzando en la obtención de conocimientos universitarios a largo plazo o para realizarse en una opción personal de formación. Es decir que para quien está dispuesto a estudiar y crecer en conocimiento las puertas no están totalmente cerradas en caso de no tener los suficientes ingresos para esto.

Pero algo necesario en este caso sería involucrar la educación aún más en la sociedad, que la responsabilidad y compromiso se lleven a cabo no tan sólo como una instancia que ayude al financiamiento, sino una participación más humana que busque terminar con la exclusión y pobreza (entre otros), ya sea en la ciudad quizá con más intervención de los padres y mayor desempeño docente, como también en las zonas rurales donde muchas veces los recursos impiden seguir un modelo básico y menos aún contar con nuevas formas de aprendizaje, nuevas competencias y tecnologías.

Más que nada sería indispensable modificar las políticas

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