QUE ES ESTAR ALFABETIZADO

¿Qué es estar alfabetizado?

La alfabetización y la educación son consideradas cimientos sobre los cuales se puede construir un mundo mejor.

Se estima que las personas que saben leer y escribir está más capacitado para elegir y llevar una vida más plena; son personas más libres, trabajadores más productivos y menos vulnerables a la pobreza.

En consecuencia, el desarrollo económico, el progreso social y la libertad de los seres humanos dependen, en buena medida, del establecimiento de un nivel básico de alfabetización y de una educación de calidad.

Dar a una persona o a un grupo social acceso a la lectura y a la escritura es dotarlo de medios de expresión política y de instrumentos de base necesarios para su participación en las decisiones que conciernen a su existencia y a su futuro.

La alfabetización —hay que reiterarlo una vez más— no solo es un derecho humano básico, sino, además, un factor crucial para vencer uno de los círculos perversos del ámbito social: estar marginado por no saber leer y no poder aprender a leer por estar excluido.

Estar alfabetizado es ser capaz de desenvolverse con autonomía en una sociedad mas urbanizada y que sobre sale la letra escrita.

¿En quien recae la responsabilidad de alfabetizar?

Intervienen en el proceso educativo, como son las familias y los profesores. Sobretodo con los profesores.

Para comenzar, me da la impresión que entre los diferentes agentes que velan por la educación existe una continua evaluación, la cual, según mi percepción, está más orientada hacia la reclamación de responsabilidades que al propio auto evaluación.

De esta manera, parece que hay más preocupación por lo que hacen o no hacen los demás, dejando de lado lo que debe o no debe hacer uno. El profesorado muestra preocupación ante múltiples temas y se quejan de la falta de recursos tanto a nivel humano como material. Protestan ante las críticas vertidas sobre el colectivo y la falta de prestigio que actualmente padecen. Les preocupa, lógicamente, la precaria situación laboral, la inestabilidad actual y la enorme responsabilidad que recae sobre ellos, inflada por las exigencias de las instituciones y de las familias.

Parte de estas reclamaciones tienen su razón de ser y cierto es que han de capear con las nuevas exigencias en cuanto a la orientación del currículum hacia las competencias en un ambiente poco favorable, sobretodo motivado por el ratio de alumnos por profesor. Esta es una queja bastante generalizada y en mi opinión debo decir que la presencia de una segunda persona en las aulas sería de gran ayuda para vencer determinados obstáculos. Naturalmente, esto solicitaría una revisión de la actual concepción de como se trabaja en un aula, orientando la actividad a un trabajo de coordinación, cooperación y consenso.

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