REPORTE DE LECTURA LA PANZA DEL TEPOZTECO DE JOSÉ AGUSTÍN
Enviado por JULIOCLM • 20 de Enero de 2013 • 2.855 Palabras (12 Páginas) • 2.014 Visitas
= EL ESCONDITE DE LOS DIOSES=
La humildad es verdad, y la verdad es humildad…
Una perspectiva general sobre el libro que José Agustín nos presenta (como narrador extradiegético-omnisciente) es la referente al mundo perdido de los aztecas, esencialmente en el aspecto relativo a la religión y a las diferentes divinidades a las que se les rendía culto, pero la trama enfatiza más que nada el sentimiento de olvido que se observaba vigente en los antiguos dioses, debido a que éstos se vieron exiliados de sus propias tierras, con motivo de la llegada de un nuevo dios, además de la esperanza en una profecía que determinaría su permanencia futura…
El texto fue influenciado por la niñez de nuestro escritor, y nos ubica en un principio en una estación de metro en la ciudad de México, en un contexto contemporáneo en el que un grupo de 7 jóvenes, se preparaba para salir con destino a un pueblo denominado Tepoztlán; en el transcurso del viaje se van conociendo poco a poco las cualidades de los jóvenes, y lo primero que se logra estimar es la presentación de cada uno de los protagonistas de la historia, comenzando con un joven llamado Alaín, un muchacho inteligente, amigable y razón por la que los chicos se unieron en el viaje hacia Tepoztlán, fue él quien invitó a dos de sus mejores amigos, Héctor , un joven ligeramente obeso y con un gran aprecio por la comida, los video juegos y la amistad, pero del mismo modo, un aprecio inmenso hacia sus padres, lo que lo hacía tener un gran corazón, y por otra parte a Homero, quien se caracterizaba por ser un joven al que le interesaba la música, el arte y la poesía, a tal grado que había llegado a crear una forma diferente de interpretar su propio mundo, creando uno nuevo, imaginario por su puesto, pero con las características esenciales para que fuese para él una adoración; en un principio, Alaín sólo pensaba en llevarlos a los dos, pero hubo un cambio de planes ya que una de sus compañeras los oyó platicar sobre el viaje, y automáticamente se sumó en la travesía, pero no sólo eso, si no que invitó a otras 3 niñas, el nombre de la chica era Érika, pero su forma de actuar no era nada nuevo, pues solía ser una niña de lo más extrovertida, a quien no le gustaba quedarse atrás, y a quien muy pocas cosas le daban pena, sin embargo era especial a su forma, pues no deseaba ser y hacer lo mismo que las demás niñas de su edad, al menos no como Indra, que era completamente femenina y se la pasaba pensando en el novio, al cual cambiaba continuamente, en general el hecho del noviazgo parecía hacérsele un deleite, pero afortunadamente su manía no era tan grave como la que presentaba otra chica; la cual presentaba una obsesión más arraigada, aquella niña se llamaba Yanira, a quien como a cualquier otro joven responsable, le gustaba mantener las cosas en orden, pero ese no era el problema, sino que llegaba a guardar estados de cuenta, chequeras y demás datos inservibles en un lugar especial, imaginando que al cumplir los quince años, su padre le abriría una cuenta de crédito, por ello se alucinaba guardando montañas de dinero, pero afortunadamente, este aspecto no la hacía una persona envidiosa o realzaba algún intento por padecer de presunción, si no que se mantenía siendo sencilla, noble y tratable; pero en definitiva ninguna de las niñas llegaba a ser tan pura como Selene, una pequeña niña que aún creía en cuentos de hadas, príncipes y cosas que sólo podrían ser realidad en los cuentos, pero de no ser así, no habría creído lo que sucedería más adelante….
Lo que ocurrió fue que una vez llegados a Tepoztlán, la madre de Alaín y su padre los recibieron en su casa, pero Alaín no tardo en invitarlos a todos a subir a la montaña, no sin antes incitarlos para ir con uno de sus amigos llamado Pancho, quien conocía a la perfección la montaña, y así lo hicieron, al llegar a la casa de Pancho, se dieron cuenta de que vivía de forma humilde, y al conocerlo, se dieron cuenta de que su personalidad también era humilde y sencilla, sólo era un indio, cuya enajenación era subir a la montaña una y otra vez, recorrer y observar la naturaleza y pasar el tiempo observando la belleza que desprendía el aroma de las flores, su madre, era al igual que él, una india a la que todos conocían pues había sido embarazada pero no sabía cómo, simplemente Alaín surgió cierto día del vientre de su madre, pero de no ser por esto, su madre no hubiese despertado el interés por la curandería, hecho por el que era conocidísima, en especial por la mamá de Alaín, quien constantemente recurría a ella para que le realizara unas limpias, y aquella noche, debido a que no pudieron subir a la montaña, la madre de Alaín les permitió a todos acompañarla para que observaran cómo se realizaba la limpia, aquél día fue alucinante para todos, pues nadie a excepción de Pancho había observado cosas tan impresionantes, para empezar el huevo con el que la madre de Pancho tallaba a la madre de Alaín, después de colocarlo en agua se transformó de otro color, pero eso no fue lo más sorprendente, si no que un trapo blanco y fino, se llenó de sangre frente a sus ojos después de limpiar el rostro de Coral, la madre de Alaín, mientras que Guillermina, la madre de Pancho lucía cansada, razón por la que aunque Érica deseaba realizarse una limpia, no pudo realizarse aquella noche, pero Pancho por otra parte les prometió que a la mañana siguiente les enseñaría algo asombroso en la montaña, pero tendrían que salir muy temprano para que el tiempo les alcanzara.
Y así sucedió, al otro día subieron la montaña, tardaron mucho y entre ratos se sentían por completo perdidos, pero Pancho era un buen guía tanto así que logró guiarlos hasta cierta grieta que nadie conocía, a excepción de él, poco a poco se fueron adentrando cada vez más y más, hasta el punto en que Pancho parecía no recordar cuál había sido su trayectoria para llegar al lugar que quería mostrarles, por lo que decidieron decidir entre todos qué ruta tomarían (había muchas rutas) , y se determinó que sería la izquierda, pues después de todo, Pancho parecía tener cierta inclinación sobre esa opción, avanzaron durante bastante tiempo, hasta que se cansaron y decidieron comer lo que llevaban, pero una vez que terminaron ocurrió algo insólito, lograron ver una luz a lo lejos, lo que los asustó mucho, pues nadie más conocía aquél lugar, pero las cosas empeoraron una vez que se escuchó cierta riza lo que acrecentaba su temor, y es desde aquí que comienza la parte interesante de la historia, pues la voz con sólo pronunciar unas palabras como las siguientes: “ ¿Por qué mejor no jugamos a las guerritas? Todos contra todos, sin límite de tiempo, hasta vencer o ¡morir!” (José A. 1992:45), lo que hizo que todos se pusieran uno contra otro y comenzaran
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