Saber Y Hacer

Hay tres razones por lo que las personas no aprenden para enseguida empezar a poner en práctica lo que saben.

Primera razón:

Sobrecarga de información, se sufre de una sobredosis de conocimiento, sólo retenemos una pequeña fracción de lo que leemos y escuchamos una única vez.

No tiene nada de malo leer libros y asistir a capacitaciones, son herramientas de aprendizaje fundamentales. El problema se presenta cuando nos exponemos a nuevos conocimientos todo el tiempo, sin hacer una pausa para integrar nuestro nuevo saber y ponerlo en práctica. Si seguimos exponiéndonos de esta manera, padeceremos una saturación cerebral.

Tenemos que decidir qué necesitamos aprender para ayudarnos a tener un mejor desempeño y luego ponerlo en práctica vigorosamente.

La mente humana está en un proceso constante de hacer una de dos cosas: o está aprendiendo algo o nuevo o está olvidando. Si no prestamos atención a algo, pronto lo olvidamos. Cuando nos concentramos en algo con repetición espaciada, lo recordamos.

Para dominar por completo un tema, la gente debe sumergirse en una cantidad enfocada de información, en vez de exponerse a una gran cantidad de datos. Las personas deben adquirir más información con menos frecuencia.

Aplicación de la filosofía “más de menos”

Al entrenar y actualizar constantemente al personal sobre ideas nuevas para ofrecer un servicio legendario al cliente. Si surge algún concepto novedoso, se integra a lo que ya se está haciendo en vez de orientar a nuestra gente en una dirección diferente.

El personal debe participar en programas de capacitación sobre lo que queremos que se aplique. Los conceptos que se deben enseñar son los mismos, pero lo hacemos de modo diferente cada año. También se puede introducir conceptos nuevos, pero debemos cerciorarlos de integrarlos bien, debemos reforzar constantemente el conocimiento hasta que se convierta en una actitud positiva.

Debemos concentrarnos en unos pocos conceptos clave, repetirlos a lo largo del

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