Susan Elizabeth Phillips
Enviado por Tradehika • 24 de Septiembre de 2013 • 884 Palabras (4 Páginas) • 304 Visitas
Susan Elizabeth Phillips es autora de numerosas novelas que han sido bestsellers del New York Times y se han traducido a varios idiomas. Entre ellas se cuentan Toscana para dos y Ella es tan dulce, publicadas por Vergara, y Este corazón mío, por Zeta Bolsillo.
Phillips ha ganado el prestigioso premio Rita, y mereció en dos oportunidades el premio al Libro Favorito del Año de Romance Writers of America. Romantic Times la hizo acreedora del Career Achievement Award, un premio a su carrera literaria. Ella confiesa que comenzó a escribir por pura casualidad. Trabajó como profesora de instituto hasta que por cuestiones laborales, tuvo que trasladarse con su familia a Nueva Jersey donde conoció a Clare, una amiga con la que le gustaba comentar sobre los libros que leían y que la animó a escribir un libro juntas por diversión.
Aunque al principio nadie hubiera dado nada por ellas finalmente la obra de Justine Cole (pseudónimo elegido por Susan y su amiga) vio la luz y fue publicado en 1983 con el título The Copeland Bride. Aunque no es de sus mejores libros Susan reconoce sentirse muy orgullosa de él ya que supuso todo un reto para Clare y ella.
Posteriormente, Clare se trasladó de ciudad y Susan decidió continuar su carrera como escritora en solitario… convirtiéndose en todo un referente en la literatura romántica contemporánea. Vive en las afueras de Chicago con su marido y sus dos hijos.
Besar a un Ángel
SUSAN ELIZABETH PHILLIPS
Escaneado por PACI – Corregido por Mara Adilén Página 3
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Daisy Devreaux había olvidado el nombre de su novio.
—Yo, Theodosia, te tomo a ti... Se mordisqueó el labio inferior. Su padre los había presentado unos días antes, aquella terrible mañana cuando los tres habían ido a por la licencia matrimonial. Después él se había esfumado y no lo había vuelto a ver hasta hacía sólo unos minutos, en el dúplex que su padre poseía al oeste de Central Park, cuando había bajado a la sala donde ese mediodía estaba celebrándose aquella apresurada boda.
Daisy casi podía sentir la enérgica desaprobación de su padre, que se encontraba a su espalda, pero eso no era nada nuevo para ella. Lo había decepcionado incluso antes de nacer y no importaba cuánto lo hubiera intentado, nunca había conseguido que cambiara de opinión sobre su hija.
Se arriesgó a mirar de reojo al novio que el dinero de su padre había comprado. Un semental. Un auténtico semental de estatura imponente, constitución delgada pero fibrosa y extraños ojos color ámbar. A la madre de Daisy le habría encantado.
Lani Devreaux había muerto el año anterior, en el incendio de un yate cuando dormía en brazos de una estrella de rock de veinticuatro años. Daisy ya podía pensar en su madre sin sentir dolor y sonrió para sus adentros al darse cuenta de que el hombre que estaba junto a ella hubiera sido demasiado
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