TEMA 1. LA LENGUA ORAL EN RELACION CON EL APRENDIZAJE DE LA LENGUA ESCRITA.

TEMA 1. LA LENGUA ORAL EN RELACION CON EL APRENDIZAJE DE LA LENGUA ESCRITA.

Hay diferencia entre la comunicación oral y la escrita, entre lo que se escribe y lo que se dice, entre lo que se escucha y lo que se lee.

Primero aprendemos a hablar y no es sino hasta cuando entramos a la escuela y poco a poco vamos adquiriendo la habilidad de leer y escribir.

La lengua oral es más fácil y de manera natural. La lectura y la escritura requieren esfuerzo, dedicación y tiempo para someter.

La lengua escrita es la escritura de las palabras y los signos de puntuación es una habilidad difícil de aprender en la niñez pues se necesita dedicación y mucha atención. El texto en la lengua escrita tiene que estar muy bien redactado, para que lo que el emisor del mensaje pueda ser entendido por el receptor.

No tengo un recuerdo exacto de cómo fue que comencé a hablar y comunicarme con mi familia pero se podría decir que durante mi niñez, se podría desde que nací comencé a comunicarme con mi madre por medio de mi llanto, aunque no existía una comunicación por medio de palabras, cuenta mi madre que dependiendo del tipo de llanto comencé a comunicarme con ellos, ya sea si tenía hambre, tenían que cambiarme el pañal o simplemente tenía algún malestar, mi llanto era mi único medio de comunicación que me mantenía en contacto con ellos

Con el paso del tiempo comencé a balbucear y a imitar sonidos de animales o cosas. Estos balbuceos se fueron modificando poco a poco hasta que se podía entender las palabras que quería comunicar. Cuentan mis padres que comencé a hablar las palabras gracias a que ellos me decían el nombre de las cosas y yo repetía la palabra con la intención de mencionarla correctamente.

Las primeras palabras que comencé a mencionar fueron… “mamá”, “papá”, “agua”, y “leche” y con el paso del tiempo y mi maduración fui mencionando otras palabras para poder comunicarme con las personas de mi alrededor.

La lectura y escritura se desarrollaron en mi cuando ingrese al jardín de niños. Cabe mencionar que no se desarrolló ampliamente, pues fue aquí donde solo conocía las vocales y sabia dibujar las letras de mi nombre, pues no sabía su sonido o significado del trazo que efectuaba pero que si sabía que entre esos trazos decía mi nombre.

Fue hasta primero de primaria en donde mi maestra nos enseñó los sonidos de las letras y como se leían cuando juntábamos varias de ellas para formar una palabra.

La maestra nos dio una hoja donde venía el abecedario y todos los días en casa lo repasaba con ayuda de mi mama, y en el salón de clases la maestra también repasaba junto con nosotros el abecedario.

Después del repaso del abecedario la maestra nos hacía a diario un pequeño dictado de palabras donde nos calificaba y nosotros reconocíamos por medio de la calificación que tanto sabíamos o no.

Otra estrategia

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