Terminología Científica, Nerpell.
Enviado por papachonga • 23 de Diciembre de 2011 • 1.722 Palabras (7 Páginas) • 740 Visitas
Texto 1:
¿PODREMOS COORDINAR, AL FIN, LA TERMINOLOGÍA CIENTÍFICA EN LENGUA ESPAÑOLA?
Algunos autores postulan que el estudio de toda ciencia comienza por el estudio de su terminología; yo creo que si bien la terminología puede adquirirse a través del conocimiento de una ciencia, efectivamente, el desarrollo y la normalización de la terminología de un determinado campo científico contribuye a la consolidación de dicho campo. Quiero empezar subrayando, en primer lugar, las diferencias entre el lenguaje común y la terminología, ya que, además de zanjar muchas discusiones que se han planteado respecto a la relación de la terminología científica con el léxico, aclararán nuestras relaciones, las de los especialistas y terminólogos con los lingüistas. Como todos pensamos, y siguiendo en esto a Ortega, la lengua sirve como instrumento de comunicación de nuestras vivencias con los que nos rodean, pero para nosotros, los especialistas en terminología, que solamente tratamos la pequeña parcela de ella, los que hablan los que escuchan los que escriben y los que leen han de estar previamente de acuerdo en el significado de los signos. Y cuanto más de acuerdo estén, mejor, es decir, cuanto menor sea la ambigüedad en el lenguaje científico y técnico que estudian, mas fácil resultará la comunicación y el entendimiento entre los científicos o técnicos de una determinada disciplina. La terminología, pues, constituye un elemento al servicio de una comunicación mas eficiente.
Nuestra actividad consiste en el estudio, el desarrollo, la normalización y el registro de terminologías científicas y técnicas, plurilingües y, sobre todo, muy especializadas, como ayuda a la comunicación, a la traducción e interpretación, al entendimiento entre los científicos y a la trasferencia del conocimiento. Esta actividad terminológica lleva aparejados algunos problemas, tales como la asignación de los términos a objetos y conceptos generalmente nuevos, ya que, debido al vertiginoso crecimiento de la ciencia y de las nuevas tecnologías, una lengua debe incorporar unos 4000 nuevos términos por año, según datos de la Unión Latina. El establecimiento y la creación de tesauros o bases de datos de conocimiento constituye un fundamento imprescindible para el desarrollo de corpus terminológicos, diccionarios automatizados, ensayos de traducción automática y asistida por ordenador, así como para las Industrias de la Lengua en general.
Expondremos una pequeña reflexión sobre aquellos que hacen la terminología y sobre los que la utilizan, a partir de nuestra experiencia de trabajo en el CSIC. [...] La terminología científica, que puede definirse como el campo interdisciplinar del conocimiento que estudia los conceptos y su representación por medio de términos u otros símbolos, está determinada por los grupos científicos de cada especialidad. Muchos de estos términos que utilizan los especialistas y sus colegas pasarán a la lengua común, mientras que otros muchos quedarán como lengua especializada para uso exclusivo de los científicos. Es por esto por lo que la inquietud terminológica y el intento de explicación de los principios teóricos de la ciencia terminológica empiezan a desarrollarse a principios del siglo XX en Europa. Esto sucede cuando la ciencia y la tecnología, en su desarrollo espectacular, dan lugar a una proliferación de nuevos
objetos, sistemas y conceptos a los que hay que nombrar y para los que hay que establecer una equivalencia en todos los idiomas, ya que la transferencia de ciencia y tecnología exige que los científicos de todo el mundo conozcan los términos correspondientes a los conceptos de su especialidad para su entendimiento nacional e internacional. Los científicos, los especialistas en los distintos campos del saber, son quienes utilizan el lenguaje especializado, la terminología propia de su especialidad, aunque generalmente desconocen las normas de creación y adaptación de neologismos y derivación de términos, y tampoco disponen del tiempo y de los conocimientos necesarios para el registro normalizado y para la transferencia de los términos que muchas veces ellos mismos han acuñado.
Los grupos mas activos científicamente son los que en general sienten una mayor necesidad de creación o de adaptación de términos de otras lenguas, que luego dan a conocer a sus colegas a través de publicaciones, conferencias, reuniones, etcétera. Desgraciadamente, en España las actividades terminológicas se derivan más de la necesidad de acuñar nuevos términos en nuestra lengua para conceptos ya expresados en otra lengua extranjera, en su mayoría en inglés, que de la necesidad de denominar nuevos conceptos desarrollados aquí, en nuestro propio país.
Aunque la adaptación y creación de neologismos es uno de los campos mas atractivos en el que deben colaborar necesaria e imprescindiblemente filólogos y científicos, hay que reconocer que en muy pocos casos tiene éxito a posteriori, es decir, cuando el término extranjero, consagrado ya en otro idioma, ha pasado a la lengua común. Su incorporación al español sería la adecuada si existieran comisiones de neologización y normalización que, en el momento inicial de aparición del nuevo término en otras lenguas, estudiaran su versión en castellano basándose en la propia estructura e historia de la lengua y procurando la máxima aproximación a las lenguas más familiares y al uso universal. Una vez creado el neologismo es tarea del terminólogo/documentalista seguir su evolución semántica, mantener una vigilante atención a sus desplazamientos (Criado de Val) y comprobar su éxito o fracaso a través del estudio de su utilización en las revistasde la especialidad a la que pertenece el concepto.
[Extraído de Irazazábal Nerpell, A. (2003): “¿Podremos coordinar, al fin, la terminología científica en lengua española?”. Ciencia, tecnología y lengua española: la terminología científica en español. Madrid: Fundación española para la ciencia y tecnología.]
Texto 2:
LA TERMINOLOGIA CIENTIFICA NORMALIZADA, UN PRODUCTO ESTRATEGICO DESDE EL
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