Traducción de prólogo de Alfonso el Sabio Aquí comienza la Historia de España que hizo el muy noble rey don Alfonso, hijo del noble rey don Fernando y de la reina doña Beatriz.

Historia de España

Aquí comienza la Historia de España que hizo el muy noble rey don Alfonso, hijo del noble rey don Fernando y de la reina doña Beatriz.

PRÓLOGO

Los antiguos sabios, que vivieron en el principio de los tiempos y hallaron los saberes y otras cosas, pensaron que faltarían a sus deberes y a su lealtad si también no lo querían para los que vendrían como para sí mismos o para los otros que existían en su tiempo; entendiendo por los hechos de Dios, que son espirituales,  se perdieron los saberes con aquellos que  murieron y que los sabían y no dejaron remembranza, para que no cayesen en olvido encontraron una manera para que lo supiesen aquellos que vendrían después; por buen entendimiento conocieron las cosas que eran en ese entonces, buscando y escudriñando con gran estudio, para que lo supieran los que vendrían. Mas el desdén de los hombres que no querían saber estas cosas, o que las olviden después que las saben, hacen perder aquello que con gran estudio fue muy bien hallado. A otros por la pereza, que es enemiga del saber, les impide que no lleguen a él y no busquen los caminos para que le conozcan, eso pensaron los sabios, y que le apreciaron sobre todas las demás cosas lo tuvieron como luz para alumbrar los entendimientos para que todos los otros que lo supiesen. Buscaron caminos por donde llegasen a él y le aprendiesen, y después de que le hubiesen hallado que no le olvidasen.  En busca de esto, hallaron las figuras de las letras. Las juntaron e hicieron las silabas y juntando las silabas, hicieron las partes; juntando las partes hicieron el discurso y por la razón que viniesen a entender los saberes que se supiesen ayudar de ellos. También saber contarlos como eran en los tiempos de antes como si fuera en su época, para que los otros que vendrían después  supieran de los hechos que ellos habían hecho, como si ellos se acercasen a ello. Las artes de las ciencias y los otros saberes, que fueron encontrados para beneficio de los hombres, fueron guardados en escritos para que no cayeran en olvido y los supieran los que vendrían después. Para que pudieran conocer el arte de la geometría, que es medir los grados y longitudes  que había del uno al otro; que supieran los cursos de las estrellas y del movimiento de los planetas, los ordenamientos de los signos, los hechos que hacen las estrellas que buscaron y supieron las astrónomos con gran astucia y cuidando mucho de ello. La razón por la cual el sol y la luna nos parecen tan oscuros. Por cuál escudriñamiento hallaron la naturaleza de las hierbas, las piedras y otras cosas. Pues si no fuese por las escrituras, ¿qué sabiduría e ingenio del hombre se podría nombrar de todas las cosas pasadas, aunque no las hallaran de nuevo que es mucho más difícil? Incluso los estudios de los hechos de los hombres varían de muchas maneras, fueron sobre todo percibidos por los sabios ancianos. Escribieron los hechos de los locos así como también los de los sabios. Otros de aquellos fueron fieles a la ley de Dios, otros no, a las leyes de los santuarios, de los pueblos, de los derechos de las clerecías, y de los legos. Otros escribieron las gestas de los príncipes, también de los que hicieron mal como de los que hicieron bien para que los que después vinieran por los hechos de los buenos optaran por hacer bien y por los malos que los castigaran por hacer mal. Por todo esto fue enderezado el curso del mundo y poner cada una de las cosas en orden. Nació el beneficio de las escrituras y conoceremos que por ellas somos sabedores  de la creación del mundo, otros de los patriarcas cómo vinieron unos después de otros, la salida de Egipto, la ley que dio Dios a Moisés, de los reyes de la santa tierra de Jerusalén,  del desterramiento de ellos, del anunciamiento, del nacimiento, de la pasión, de la resurrección, de la ascensión de nuestro señor Jesucristo. Porque de todo esto y de muchas otras cosas no sabríamos nada si no hubiesen dejado escritura aquellos que se murieron en la época en que ocurrieron  estos hechos. Por ende estamos en deuda de amar a aquellos que lo hicieron para que supiéramos a través de ellos lo que de otra manera no hubiese sido posible. Otros escribieron las nobles batallas de los romanos y de otras personas maravillosas que accedieron  al mundo y  que se hubiesen olvidado de no haber sido plasmadas en escrito. Otros escribieron el hecho de que España pasó por muchos señoríos y fue muy perjudicada, recibiendo muertes de los líderes crueles y las batallas que sucedieron y se defendieron. De esta manera fueron perdidos los hechos de ella, por los libros que fueron perdidos y fueron destruidos durante la mudanza de los señoríos; así que apenas puede ser sabido el comienzo de los que la poblaron.

Por ende es que por don Alfonso, por la gracia de Dios, por el rey de Castilla, de Toledo, de León, de Galicia, de Sevilla, Córdova, de Murcia, de Jahen y del Algarue, hijo del muy noble rey Fernando y de la reina doña Beatriz, mandamos a juntar algunos libros que pudimos encontrar de historias que contaran algunos de los hechos de España y tomamos de la crónica del Arzobispo don Rodrigo que hizo por mandato del rey don Fernando nuestro padre, y de la Maestra Luchas, Obispo de Tuy, de Paulo Osorio, de Lucano, de San Esidro I, de san Alfonso, de san Esidro el mancebo, de Idacio el Obispo de Galicia, de Sulpicio el Obispo de Gasconna; de los escritos de los Coincilios de Toledo  y de don Jordan, chanceller del santo palacio, de Claudio Tholomeo que partió del cerco de la tierra ,mejor que otro sabio, hasta su época. El de Dion que escribió la verdadera historia de los godos, el de Pompeyo Trogo, otras historias de Roma que pudieran contar algunos hechos de España. Compusimos este libro con todos los hechos que se pudieron hallar de ella, desde el tiempo de Noé hasta nuestro tiempo. Hicimos esto para que fuese sabido el comienzo de los españoles y de algunas personas fuera de la España maltrecha; que supiesen las batallas que hizo Hércules de Grecia contra los españoles; las mortandades que hicieron los romanos con ellos; los destruimientos que hicieron otros vándalos: los silingos, los alanos, los sueuos que los adujeron a ser pocos. Por mostrar la nobleza de los godos y cómo fueron de tierra en tierra, venciendo muchas batallas y adquiriendo muchas tierras hasta que llegaron a España y por ende echaron a las personas y se convirtieron en señores de ella. El desacuerdo que tuvieron los godos con su señor rey Rodrigo y por la traición del conde Yllan y el arzobispo Oppa, pasaron por África y ganaron lo de España, de cómo fueron los cristianos después de haber cobrado tierra; del daño que vino en ella por partir los reinos porque no se pudo cobrar  y después cómo la pudo juntar Dios. En qué maneras y en qué tiempo; qué reyes ganaron la tierra hasta en el mar Mediterráneo; qué obras hizo cada uno, así como unieron sus tiempos hasta los nuestros.

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