Traducción

QUE DICEN LAS FLORES

Cuando era niña, querida Aurora, me atormentaba mucho en no entender lo que las flores decían

entre ellas. Mi profesor de botánica me aseguraba que no decían nada; acaso que sea sordo o no

quería decirme la verdad, el me juraba que las flores no decían nada.

Yo sabía bien lo contrario. Las oía murmullar confusamente sobre todo bajo el rocío de la noche,

pero hablaban muy bajo para que pudiera distinguir sus palabras; y además, eran desconfiadas,

y cada vez que yo pasaba cerca de las ariete del jardín o por la senda del prado, se alertaban con

una especie de psitt que corría de una a otra. Era como si dijeran a lo largo del cantero: "Cuidado,

callémonos aquí está la niña curiosa que nos espía".

Me empeñe. Aprendí a caminar tan suavemente, sin rozar la más pequeña de la brizna de hierba,

que ellas no me escucharan y así logré acércame muy cerca, muy cerca; entonces, agachándome

bajo las sombras de los árboles para que no vieran mi sombra, al final poder oír lo que decían.

Hacía falta poner mucha atención. Sus voces eran tan pequeñas, tan suaves y tan finas que la brisa más leve

se las llevaba; que el rumor de las mariposas las tapaba por completo.

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