UNICA MIRANDO AL MAR
Enviado por chiruchiru.chan • 20 de Noviembre de 2013 • 5.995 Palabras (24 Páginas) • 2.217 Visitas
Única Mirando al Mar
Al principio de la novela se relata la situación del rio azul este era un botadero de basura ,y en ese botadero habían personas viviendo allí , los buzos eran los que hurgaban el mar de basura separando lo comestible de lo comerciante, estas personas estaban marginadas ya que un custodio revisaba la entrada y salida del botadero. También se habla de que el rio antes fue azul seguramente, pero que ahora según la novela este ya estaba muerto. Los buzos siempre esperaban que las cosas que traían los camiones estuvieran en buen estado, cuando llegaba un mueble o una lata de zinc ellos lo utilizan para construir sus tugurios.
Cuando Única Oconitrillo llego a la comunidad de buzos le dieron la bienvenida y le ayudaron a levantar su tugurio, única era la maestra recién llegada , en la noche paso un momento difícil y lloro hasta el amanecer, en la mañana busco agua para lavarse la cara pero para obtenerla debía ir a pedirle agua a los vecinos, lo que no le dijeron a Única era que cada vez se hacía más difícil convencer a los vecinos para que les dieran agua, los vecinos pensaban que los buzos con los años se convertirían en un problema y decidieron no ayudarles.
Única se da cuenta que vivir de la basura no era una metáfora, sino la realidad, uno de los buzos la consuela y le dice que asco da no comer.
Ella convoca a sus vecinos para comer todos juntos, esto se hizo una costumbre y Única se da cuenta de que el precario es un barrio nuevo.
Los buzos se habían formado de campesinos inmigrantes y otras personas desposeídas.
Encontramos a don Retana que era un marinero retirado un hombre viejo pero fuerte. También esta Don Concepción, era un viejo achacoso que llego de la zona bananera.
Única aprendió a distinguir lo comestible de lo reciclable, empezó a recolectar cosas como , cepillos de dientes, restos de jabón para lavar su bajilla , botellitas de perfume para los domingos cuando iba a escuchar la misa, peines y adornos para el cabello.
Un domingo cuando única llevaba cinco mese en el botadero, quiso ir a la misa pero el padre no la dejo entrar le dijo que el mandaba en la iglesia y que no quería la iglesia llena de vagabundos que buscara trabajo y llegara bien presentable. Después de lo ocurrido en la iglesia Única se sintió que había ofendido al cura, entonces se da cuenta que la personas los ven como basura, ese sentimiento de humillación hizo que llorara, la consoló el pensar que dijera lo que dijera ese hombre, nadie la convencería de que Dios la iba a ver feo solo porque la vida la llevo al botadero. No volvió a la iglesia, pero en semana santa ella dirigió el rosario de los viernes para los buzos residentes.
Carmen conocido como el Oso Carmuco, tenía como unos veinte años llego diciendo que se había vuelto cura, todos aceptaron la idea.
Única le dio el rosario y le enseñó las aves marías, los padres nuestros, y así Carmen daba la misa los domingos y entre semana era un buzo.,
No muy lejos de la zona de buceo estaba El Bacán, con cinco o seis años, esperaba sentado en una cocina vieja, le gustaba sentarse ahí porque tenía una vista panorámica del lugar y jugaba con juguetes de desecho.
Única adopta el Bacán como su hijo y el a ella como su madre, para ella criar a un niño en el basurero de Rio Azul no era fácil, pero hubiera sido difícil soportar los veinte años que llevaba de buceadora, sin el Bacán. La única palabra que él decía era Bacán por eso su nombre, pero Única aprovechaba para enseñarle a leer con libros y periódicos que llegaban al basureo. El Bacán era al único niño que única le enseñaba y los demás se burlaban por que para ellos eso no era importante. Con unos seis o siete años ya le había enseñado a leer al chico.
Única fue una maestra agregada fue reclutada por el Ministerio de Educación Pública cuando hubo escasez de maestros, trabajo que ejerció desde sus diecisiete hasta sus casi treinta, superada la falta de profesionales fue dada de baja, con la muerte de su madre y su ingreso al botadero, todo eso había ocurrido en octubre y su vida sigue contándose de octubre en octubre.
El Bacán andaba por los veinticinco años más o menos, en esos veinte años de ver crecer a su hijo y de ver ambos el crecimiento imparable del basureo , en el cual llegaban muchos vecinos nuevos, a construir tugurios , aquel barrio al que Única le puso, “Barrio de Las Rosas”. Le dio ese nombre por un rosal de rosas blancas que planto y este no pego.
En veinte años se talaron mas y mas arboles y el pueblo de Rio Azul se vio reducido a la ruta de los camiones recolectores y todo, casas, iglesia y escuela quedaron reducidos a polvo.
El Bacán y Única encuentra a un hombre que estaba inconsciente entre la basura y ellos se habían quedado desde media mañana a tratar de resucitarlo. Cuando abrió los ojos Única le dirigió las primeras palabras. Luego Única pidió ayuda entre varios lo levantaron y lo llevaron a casa de Única, con paños de agua en la frente le bajaron la fiebre, cuando consideraron que estaba bien lo dejaron dormir. Y durmió horas de horas.
El viejo despertó en la tarde y no pronuncian ni una sola palabra, no hablaba con nadie, no aceptaba alimento reciclable que le ofrecía Única.
Única seguía con sus labores diarias y la presencia del hombre en el vano de la puerta no altero su tradición, después de días y días Única perdió la paciencia y le dijo al hombre que por lo menos le dijera su nombre o que se marchara de allí.
Recordó su nombre, momboñombo moña gallo, pero le dijo a Única su nombre como lo pronunciaba cuando era un niño Momboñombo Moña Gallo le conto a Única que él se había tirado a la basura porque según él ya no servía para nada. El Bacán se sintió feliz del que el viejo hubiera dicho su nombre, por que asumió entonces que ya no iba a morir.
Momboñombo conoce al Bacán un chico de unos veinte años, alto flaquísimo, y con cierta expresión bobalicona.
En la noche los vecinos llegaron a la casa de Única como costumbre, ella repartía la comida, cuando le llego el plato a Momboñombo no quiso comer, decidió que iba a morir de hambre. Don Momboñombo se da cuenta de que el Bacán es como un niño de siete años por su forma de hablar y actuar y que no buceaba a menos que Única lo estuviera cuidando. Cuando el Bacán no buceaba se quedaba en su cocina y leía, este logro memorizar muchas palabras.
Pasaron tres semanas y Momboñombo ya no quería seguir el plan de morir de hambre, tenía dificultades para respirar por el asma de los buzos. Única le cedió sus cartones y dormía con el Bacán, para que Momboñombo durmiera pero este no lograba dormir. Cuando Única lograba reunir un poco de dinero compraba pan y café.
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