Vendio Su Alma Al Pingo

En una de las delegaciones más grandes del distrito federal “milpa alta”, que se encuentra al sur de la ciudad de México en donde por sus costumbres y se dan muchas historias, que hasta el día de hoy aun no nos explicamos cómo es que pasaron las cosas, que cuentan desde hace mucho tiempo.

Cuentan que en el barrio de santa cruz hace aproximadamente 60 años, en la barranca del mismo barrio vivía el señor Pedro el cual se sostenía del trabajo que realizaba como tlachiquero (aquel que raspaba magueyes para obtener pulque). y que como tal, no le pagaban lo suficiente para vivir…..

Los que en aquella época vivieron dicen que don Pedro, un día realizando su jornada de trabajo se quejaba por la falta de dinero en su casa, dicen que fue tanta su desesperación que imploro con tantas ganas al ser mas maligno que conocemos (el pingo),este una vez frente a don Pedro lo tranquilizo diciéndole que todos sus problemas de dinero se resolverían a cambio de una pequeña parte de si, don Pedro al no entender muy bien y desesperado por su situación acepto sin preguntar mas, el pingo dijo que regresaría a cobrarle en algún tiempo que no se preocupara y disfrutara.

Al día siguiente en casa de don Pedro en la mesa de su casa, encontró mucho dinero y mucho oro, desde entonces don Pedro ya no volvió a raspar magueyes y a pasar abre, por mucho tiempo… hasta que un día que don Pedro venia de una fiesta ya muy noche en dirección a su casa tubo que cruzar a un lado de la barranca para llegar a su casa, esa noche fue muy fría y tenebrosa...

al día siguiente una vecina del mismo barrio que don Pedro cruzaba la barranca para ir a lavar ropa, de lejos vio un bulto que le llamo mucho la atención, fue caminando hacia el bulto, cuando de repente reconoció que era el cuerpo de don Pedro, el cual había caído desde lo alto de la barranca que media más de 30 metros de alto, lo más extraño es que el cuerpo no tenía ningún rasguño, los vecinos se organizaron para el entierro de don Pedro ,al estarlo velando se desato un aire muy fuerte el cual apago las velas del lugar quedándose todo en total obscuridad por unos minutos, inmediata mente los vecinos que acompañaban esa noche al cuerpo de don Pedro sintieron mucho miedo y de inmediato encendieron las velas para iluminarse y fue entonces cuando al darse cuenta que en el ataúd.

El cuerpo de don Pedro había desaparecido y que en su lugar solamente estaba un gato negro con un

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