ALGUNAS SIMILITUDES ENTRE TERAPIA GESTALT Y FENOMENOLOGÍA

ALGUNAS SIMILITUDES ENTRE TERAPIA GESTALT Y FENOMENOLOGÍA

El mundo que se revela ante nuestros sentidos, es organizado en nuestra mente de una  forma particular y es por ello, que todo lo observado adquiere significado  para nosotros. El acto de percibir  es de suma importancia para la terapia Gestalt, debido a que resulta un rasgo fundamental  para que el individuo pueda reconocerse y hacer contacto con la realidad en la que se desenvuelve constantemente. Partiendo que la percepción es la vía  de adquisición del conocimiento del mundo y por lo tanto determinante en el posterior desenvolvimiento; la forma como percibimos sienta las bases y configura la forma en que pensamos. Podría creerse que el desafío se encuentra en interpretar lo percibido, pero esto puede llevarnos a vicios reflexivos que en lugar de esclarecer nuestro entendimiento, nublan y alejan al sujeto de hacer contacto con el fenómeno. Lo que busca la terapia Gestalt es describir, más no interpretar. 

De esta manera, la fenomenología es clave en este método de trabajo, porque evita la interpretación por parte del terapeuta, que se limitará a señalar lo obvio. El  volver a las cosas mismas  propuesto por Husserl, y retomado por Merleau- Ponty en la fenomenología de la percepción, es un rasgo fundamental para hacer contacto con el mundo presente, y con ello la ruptura de prejuicios será menester, si lo que pretendemos es un contacto óptimo con el fenómeno que se nos aparece.

Así, puede decirse, que la percepción no es una actitud pasiva, por el contrario es el primer paso para la comprensión del entorno. En donde es necesario  hacernos conscientes del juego entre el “yo” y el medio “ambiente, y de igual manera la integración  que estos tienen  en el campo total. El mismo, adoptado por la Gestalt, no puede concebirse como entidades separadas.  La postura adoptada es recíproca, pues trata de comprender  como el organismo influye sobre el entorno, y cómo este interactúa sobre el organismo. En otros términos, la relación es holística. Cuerpo y mundo no se hallan como dos entidades particulares, sino que estas conforman el todo. La Gestalt precisamente concibe una  configuración u organización de formas particulares que adquieren sentido  en su totalidad.

Ahora, la intención del presente trabajo será comentar algunas similitudes entre la fenomenología y la terapia Gestalt, partiendo desde el acto de percibir, y con ello la relación de organismo/entorno como parte de una totalidad.

¿Qué es fenomenología? Ponty, en el prólogo de fenomenología de la percepción la define como el estudio de las esencias, “pero la fenomenología es también una filosofía que vuelve a situar las esencias en la existencia……Para la cual el mundo esta siempre “ya ahí” antes de la reflexión, como una presencia inalienable….Es el intento de una descripción directa de nuestra existencia tal y como es “. ^[1]

El ser humano habita en un mundo existente antes de su llegada y es por ello que la consideración de ser en el mundo del que habló Heidegger, puede esclarecer este punto.  Ser en el mundo  no debe entenderse como una mera localización en un espacio, como si se estuviera señalando el lugar en el que se desarrolla la existencia, sino como un rasgo fundamental del modo de ser del hombre, como algo que constituye su existencia. Así pues, no es posible pensar separadamente al ser humano y el mundo, porque la mundanidad es un rasgo de nuestra existencia.

Se trata de romper la dualidad que podría existir entre hombre-sujeto y mundo-objeto. De igual manera, Ponty intenta deshacer la concepción del cuerpo como un objeto. Por ende, no valdría la separación del yo reflexivo, de lo comprendido como cuerpo, es decir, el conjunto de músculos, piel, cabello, etc. Antes que nada, somos en el mundo y esto se hace posible en virtud de nuestro cuerpo.  La psiquis esta conectada a la parte física, porque al fin y al cabo es la percepción del cuerpo la que nos ofrece ese saber implícito y poco claro que conocemos en tanto que lo vivimos.

Hablar de objetos y de mundo, no adquiriría sentido sin un sujeto pensante que otorgue importancia e interés al objeto pensado. Así mismo, hablar de cuerpo sin conciencia, o de un yo reflexivo sin un cuerpo, no ha de poder ser entendido en su totalidad, pues ambos se encuentran conectados. Percibimos por un cuerpo, al cual se le revela el mundo. Un cuerpo que interactúa con objetos que se encuentran antes de cualquier reflexión. La percepción de este modo, se da sin ningún tipo de prejuicio .De esta forma, se revela un mundo pre-dado, que no se descubre por medio del pensamiento reflexivo, sino que esta como un saber implícito, como evidencia de la percepción misma.

Ahora, con respecto a la terapia Gestalt, tenemos un individuo que se relaciona con un entorno, y como fue comentado anteriormente, este entorno o mundo es dado previo a su existencia. Bajo dicha consideración, hablaríamos de un sujeto perceptual que esta relacionado con un  entorno, y la relación de ambos trae como consecuencia un  campo que los involucra. Para observar esto con mayor detalle, sería preciso definir que es campo. El campo, puede comprenderse como un todo en el cual las partes están en relación; en este caso, el campo es el encuentro entre el organismo y el entorno. En palabras de PERLS:

”El individuo es, inevitablemente en todo momento, parte de algún campo. Su comportamiento es función del campo total que lo incluye tanto a él como a su ambiente “^[2]

Nos referimos a un ambiente que no es creado por el individuo, y de igual manera el individuo no es creado por el ambiente, pero ambos se encuentran afectándose mutuamente. Por ello, la relación del organismo con su campo determina su comportamiento. El límite de contacto entre el individuo y su entorno, no se presenta como una frontera que los desconecte y los divida. Por un lado ciertamente el sujeto se diferencia de lo externo a él, pero de igual manera ese límite es también ese contacto con el mundo. En la diferenciación entre el yo y el mundo, también se hallan las afectaciones de uno sobre el otro, siendo la relación entre ambos recíproca, el campo ha de variar en medida que las necesidades del sujeto cambien. La perspectiva del individuo permanecerá en constante cambio, una vez que sean saciadas sus necesidades anteriores.

 Empero, el ser humano no solo requiere la satisfacción de sus carencias   fisiológicas, sino que para encontrarse plenamente en el mundo, necesita satisfacer sus necesidades psicológicas. Por tanto, las necesidades que presente el sujeto se organizarán de manera jerárquica, encontrándose como dominante aquella que centre la atención del individuo en este instante .Cada forma  u objeto que aparece ante él, se da en una determinada relación u ordenamiento. El sujeto perceptual centra su atención en la necesidad dominante a lo cual puede conocerse en Gestalt   como figura, mientras que el resto del campo toma la forma de  fondo. Ello quiere decir, que las demás necesidades se colocan en  un plano menor en el ordenamiento de las necesidades a saciar, o por lo menos temporalmente. El conjunto figura-fondo, constituye una totalidad. Como consecuencia no puede concebirse una sin la otra. La figura requiere de un fondo que la sustente. Pero ello ha ser variable, todo lo que era  conocido anteriormente como fondo, puede ser transformado como figura.  Dependerá, del punto donde la percepción se situé.  Como tal, la figura se encuentra en constante cambio a medida que las necesidades del sujeto varíen, lo que anteriormente puede resultar para el individuo como parte del fondo, en el instante que su necesidad sea saciada, emergerá una nueva figura en la cual centrará su atención. La satisfacción de las necesidades o adaptación que lleva al individuo a cerrar la Gestalt y pasar a una nueva figura, se conoce en términos psicológicos como homeostasis. Si ha de producirse algún trastorno en el proceso homeostático de un individuo, este se encontrara incapaz de enfocar cual es su necesidad dominante, por ello no podrá valerse del medio para cerrar la Gestalt. El neurótico ha perdido la habilidad de organizar sus necesidades en jerarquía, por ende, las figuras se aparecen a la vez, en forma desorganizada, no permitiendo que pueda percibir una figura dominante sobre un fondo. La persona neurótica no ve esta diferenciación entre figura y fondo, y como consecuencia el ciclo de la Gestalt no logra llegar a un cierre, porque nunca ha de ver cual es su necesidad. Para lograr culminar la Gestalt es fundamental poder sentir las necesidades y cual domina en ese instante.

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