Aprender a sospechar de la modernidad: Marx, Nietzsche, Freud
Enviado por lpereda • 23 de Septiembre de 2022 • Ensayo • 1.105 Palabras (5 Páginas) • 75 Visitas
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Tema 1: Aprender a sospechar de la modernidad: Marx, Nietzsche, Freud
Resumen sesión 2ª (28.09.10)
En la primera sesión del curso introducimos la noción de filosofía de la sospecha. Entendemos por filosofía de la sospecha un modo de pensar hipercrítico acerca de aquellos principios fundamentales sobre los que se funda el pensamiento moderno. Si el pensamiento moderno ejerce su crítica sobre el pensamiento clásico, la filosofía de la sospecha significa una modernidad que se hace reflexiva y se vuelve sobre sí misma para hacerse crítica. La conciencia fue el primero de los principios modernos que sometimos a sospecha y desconfianza a través de la obra de Sigmund Freud. En la sesión de hoy será el sujeto, el Yo, el que reciba toda una batería de ataques provenientes de un pensador que inaugura la filosofía contemporánea: Friedrich Nietzsche.
Nietzsche contra el sujeto
Para la filosofía clásica o bien el sujeto es el alma (Platón-Descartes) o bien el sujeto es el absoluto (Plotino-Hegel). Sin embargo, estas definiciones del sujeto están fundadas sobre una hipótesis teológica insostenible que Nietzsche no está dispuesto a sostener. El pensamiento de Nietzsche levanta acta de defunción del sujeto moderno al mostrar su nihilidad o compromiso intrínseco con el nihilismo en el que anida la cultura occidental desde Platón.
Nietzsche considera que el sujeto no es el origen del conocimiento ni el criterio de cientificidad de cualquier conocimiento que se tenga por tal. Descartes había defendido que lo más evidente es el Yo pienso pero Nietzsche considera que la evidencia está del lado de considerarse a uno mismo como poseído por su pensamientos y, por tanto, como resultado del juego de los pensamiento en uno mismo. El Yo es el resultado de las operaciones que hace la conciencia humana fruto de la evolución biológica.
La voluntad tampoco es el fundamento del sujeto. Enseguida daremos cuenta de esta idea de Nietzsche cuando desarrollemos su concepción de la voluntad de poder. En definitiva, Nietzsche considera que el sujeto es una entidad abstracta y lingüística que encubre una pluralidad de fuerzas que actúan en el hombre. El hombre nunca está desconectado de esta fuente vital que le mantiene vivo.
¿Sujeto?, no. Sujetos
Nietzsche define al sujeto como un conjunto de multiplicidades de “voluntades de poder”. ¿Qué es la voluntad de poder? Nietzsche parte de la idea darwiniana acerca de que la vida es una lucha que impulsa el proceso de la evolución. Darwin consideraba, además, que el medio determinaba la selección de aquellas conductas adaptables.
Nietzsche acepta que la vida es lucha pero no entiende que el impulso del proceso de evolución esté determinado por el medio. El motor de la lucha por la supervivencia es un sentido interno de lucha o principio de autorregulación. Por él se entiende la capacidad del ser vivo de producir su propio sentido y adaptación al medio.
¿Dónde siente el hombre que está vivo? En el latido del corazón. El latido es un principio de automovimiento que mantiene la vida del cuerpo. Gracias al latido podemos sentirnos vivo. Esta primera sensación de vitalidad –cenestesia o sensación del propio cuerpo- se va haciendo más compleja y sutil en la emoción, en los sentimientos y en los pensamientos. La vida, en sus múltiples manifestaciones, lo que quiere es querer y no simplemente conservarse en el ser. En el caso del ser humano la autoconservación no parece ser el motivo fundamental de la lucha por la vida, pues somos capaces de ir más allá del mero conatus essendi. La vida, por tanto, quiere querer. Querer querer significa sentirse vivos en cada instante y para eso es necesario que la vida crezca y aumente en nosotros.
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