Os cinco textos de Thomas Mann sobre Schopenhauer, Nietzsche, Freud
Enviado por forerolau93 • 8 de Junio de 2014 • 2.927 Palabras (12 Páginas) • 261 Visitas
Nota preliminar
Los cinco textos de Thomas Mann reunidos en este volumen pertenecen a la producción no
novelística de su autor, pertenecen a aquella otra actividad de ensayista y conferenciante
que acompañó, interrumpió o siguió, a lo largo de toda su vida, a lo que él mismo consideraba
su tarea capital: la de fabulador, la de «poeta» (Dichter), como gustaba de llamarse.
Estos textos tienen su fecha, su circunstancia particular, que a continuación se indicará
brevemente.
1. Schopenhauer. Es un trabajo de encargo, que Mann se tomó con pasión. Un editor americano
quería publicar una serie de resúmenes de las obras de los grandes pensadores bajo
el título general de «El pensamiento vivo de...», y encargó las Introducciones a escritores
importantes. Así, a Heinrich Mann, el hermano mayor de Thomas Mann, le encomendó la
correspondiente a Nietzsche. Thomas Mann, que cuando recibió el encargo se hallaba escribiendo
su novela Carlota en Weimar, interrumpió esta tarea para escribir los veinte folios
encargados..., que se le convirtieron en sesenta.
Empezó a redactar este ensayo mientras vivía emigrado en Zurich, a finales de 1937, y
lo terminó en Estados Unidos, en Jamestown, Rhode Island, a mediados de junio de 1938.
En su correspondencia pueden seguirse algunos detalles: «Además de todos estos trabajos
tengo que escribir una Introducción a un compendio americano de Schopenhauer, por la
que me ofrecen 750 dólares. ¿Puedo desechar eso, para dedicarme a mis trabajos de fabulador?
Que nadie me pregunte por éstos...» (a su hija Erika, desde Zurich, 4 de diciembre de
1937). «En Arosa permaneceremos tres semanas; allí quiero escribir una Introducción a
Schopenhauer, para una edición americana» (a Alfred Neumann, desde Zurich, 28 de diciembre
de 1937). «Por lo demás, ahora estoy escribiendo sobre Schopenhauer» (a Fritz
Strich, desde Arosa, el 12 de enero de 1938). «Ahora mi mujer está trabajando en pasar a
máquina mi ensayo sobre Schopenhauer, pues, excepto ella, nadie en este gran continente
sabe leer mi letra» (a Agnes E. Meyer, desde Jamestown, el 19 de junio de 1938). «¿Has
enviado ya tu Introducción de Nietzsche? Sobre Schopenhauer yo he escrito, no veinte páginas,
sino sesenta. ¿Por qué me ponen en el disparadero? Ahora es preciso reducirlo. Golo
ya lo ha hecho» (a su hermano Heinrich Mann, desde Zurich, el 6 de agosto de 1938). «Para
mí es, una vez más, una gran alegría y una gran satisfacción el que le haya gustado a usted
mi ensayo sobre Schopenhauer. Yo debía escribir veinte páginas para una edición americana,
pero ha resultado este librito. Me temo que en la primera parte no se note algo su finalidad
primitiva: la cosa mejora» (a Hermann Hesse, desde Princetown, el 6 de diciembre de
1938).
El resumen de este ensayo, preparado por su hijo Golo Mann, fue traducido por entonces
a varias lenguas. Aquí se da la versión del texto completo.
2. Preludio hablado a un homenaje musical a Nietzsche. Palabras pronunciadas por el autor
en el teatro Odeón, de Munich, el 4 de noviembre de 1924, en la conmemoración del
ochenta aniversario del nacimiento de Friedrich Nietzsche. Precedieron a un concierto de
piano. Un mes antes, el 29 de septiembre, Thomas Mann había acabado La montaña mágica,
que fue publicada a finales de noviembre de ese mismo año.
3. La filosofía de Nietzsche a la luz de nuestra experiencia. En su obra El origen del Doctor
Faustus dice Thomas Mann: «El 29 de enero de 1947, por la mañana, escribí las últimas
líneas del Doctor Faustus, tal como las tenía pensadas desde hacía mucho tiempo...». Luego,
a lo largo de una semana, «estuve ocupado con el manuscrito, meditando sobre él y
haciendo correcciones». Acabadas las correcciones el 9 de febrero de ese año, Thomas
Mann comienza a preparar su ensayo sobre Nietzsche, que terminará el 17 de marzo. «El
postludio ensayístico al Doctor Faustus me llevó aproximadamente unas cuatro semanas.
Como el manuscrito tenía cuarenta páginas, resultaba demasiado largo para una conferencia,
tanto en inglés como en alemán; le sobraban veinte páginas. Erika realizó una obra
maestra reduciéndolo exactamente a la mitad, pero conservando lo esencial» de El origen
del Doctor Faustus.
Mann pronunció esa conferencia, en inglés, en Washington (abril), Nueva York (mayo),
Londres (mayo), y en alemán en Zurich, el 3 de junio, en la inauguración del XIV Congreso
Internacional del Pen-Club, repitiéndola luego en diversos lugares de Suiza y, más tarde, en
el otoño, en San Francisco.
El texto que en este volumen se da no es el reducido de la conferencia, sino el completo
del ensayo original.
4. El puesto de Freud en la historia del espíritu moderno. Conferencia pronunciada en el
Auditorium Maximum de la Universidad de Munich el 16 de mayo de 1929, por invitación
del Club de estudiantes democráticos. Fue publicada poco después en la revista de Viena
Psychoanalytische Bewegung. Tras la lectura del texto en la revista, Freud lo comentó, en
una carta, con las siguientes palabras: El artículo de Thomas Mann es muy honorífico. Me
ha dado la impresión de que se encontraba escribiendo un artículo sobre el romanticismo, al
recibir la invitación a escribir sobre mí, y así contrachapeó el medio artículo, por delante y
por detrás, como dicen los ebanistas, con psicoanálisis; el cuerpo es de otra madera. De
todos modos, cuando Mann dice algo, siempre tiene pies y cabeza.
5. Freud y el porvenir. Conferencia pronunciada en Viena el 8 de mayo de 1936, para celebrar
los ochenta años del nacimiento de Sigmund Freud. Thomas Mann repitió esta misma
conferencia en Budapest, a principios de junio. Al pasar otra vez por Viena, el 14 de junio,
hace una visita a Sigmund Freud, en su casa, para leerle la conferencia en privado, ante un
pequeño círculo de amigos, pues Freud no había podido oírla cuando fue pronunciada públicamente
en el mes de mayo. Al terminar, dice Thomas Mann en una carta, Freud «tenía
lágrimas en los ojos».
Cuando redactó y pronunció esta conferencia Thomas Mann se hallaba emigrado en
Suiza. El Reich hitleriano tenía ya previsto despojarle de la nacionalidad alemana, y los
embajadores de Hitler en Francia, Suiza y Austria sobre todo informaban constantemente al
...