Comentario PAU Texto Nietzsche
Enviado por pacorico • 5 de Noviembre de 2013 • 1.774 Palabras (8 Páginas) • 709 Visitas
COMENTARIO P.A.U. TEXTO NIETZSCHE.
2.- Comentario del texto:
b) Exposición de la temática:
Intoducción:
El fragmento pertenece a la obra “Crepúsculo de los ídolos o cómo se filosofa con el martillo”,(1888) concretamente al tercer capítulo “la razón en la filosofía”, en el que la temática general del capítulo es la “crítica a la onto-epistemología tradicional” (platonismo), entendiendo “platonismo” en sentido muy amplio como el modo de pensar que arranca con las filosofías pitagórica y eleata (Parménides) y que llega hasta la época de Nietzsche con el positivismo.
Según Nietzsche, la “razón” ha originado los errores que llevan a la filosofía a falsificar la realidad, por eso la va a llamar “vieja hembra engañadora”.
Los ídolos a los que N. se refiere son los conceptos fundamentales de la filosofía tradicional: Yo, Ser, Verdad, Bien….Dios. Que en realidad son falsas creencias tenidas por verdaderas, pero que son nada, pues han dejado fuera la única realidad: la vida. El ocaso de los ídolos significa, pues, que el fin de la verdad está próximo.
Frag.
nº TEMÁTICA GRAL. TEMÁTICA FRAG. COMENTARIO
1 Concepción de la realidad en la fª tradicional y su crítica.
1ª idiosincrasia de los filósofos: Elección del ser estático frente al devenir. La 1ª idiosincrasia (rasgo característico) de los filósofos, por su falta de sentido histórico, es su rechazo, su “odio” al devenir, a la temporalidad, al cambio, a la muerte. Mediante los conceptos (“momias conceptuales”) convierten la realidad, que es puro devenir, en algo estático, irreal, sin vida, pero con apariencia de realidad y verdad. (“terminamos creyendo que esa ficción vacía, -rellena de paja- retrata una realidad objetiva, cerrada, inmóvil. El “verdadero” ser es todo lo contrario a la realidad sensible: único, eterno e inmutable).
Para N. sólo existen entidades individuales en continuo proceso de transformación. Por ello propone sustituir el lenguaje conceptual por el metafórico, que admite la desigualdad entre los objetos, privilegia una perspectiva pero no excluye otras.
2 Concepción de la realidad en la fª tradicional y su crítica: el conocimiento y el valor de los sentidos.
Rechazo de los sentidos como responsables del error. Para los filósofos el ser es estático, pero esa realidad inmutable y suprema resulta inaccesible. El error está en los sentidos, por su intervención engañadora no accedemos de manera directa a lo verdaderamente real, ya que en lugar de mostrarnos el “verdadero ser”, nos muestran el cambio. Por tanto, hay que quitar valor a todo lo que muestra el ser como devenir: los sentidos, la historia… Y también hay que despreciar a quienes consideran que los sentidos son fuente fiable de conocimiento: los no-filósofos, los ignorantes, el “pueblo”.
Según N., ser filósofo es una suerte de vampirismo que nos priva de lo esencial para la vida: la sensibilidad, la corporeidad, el placer. El filósofo entierra lo real (“mímica de sepulturero”) y convierte lo que su razón inventa (mera idea) en la auténtica realidad. Así, lo auténticamente real está representado por lo máximamente irreal y abstracto: Dios (“representar el monótono-teísmo”).
3 Concepción de la realidad en la fª tradicional y su crítica: el conocimiento y el valor de los sentidos.
Los sentidos como fuente de conocimiento verdadero: la excepción de Heráclito. Heráclito constituye una excepción en su aprecio por la pluralidad y el movimiento. Aunque tampoco fue justo con los sentidos al afirmar que muestran demasiada estabilidad y unidad en vez del perpetuo cambio que constituye a las cosas.
Para N. los sentidos no mienten nunca, pues nos ponen en contacto directo con el verdadero ser de las cosas: cambio, perecer, devenir…Nosotros, a través de la razón, introducimos la falsedad en la información que de ellos proviene, al calificar el testimonio de los sentidos como engaño o ilusión e inventar el “mundo verdadero”.
4 El conocimiento y el valor de los sentidos. Los sentidos como criterio de verdad, como auténtico conocimiento. Los sentidos nos dan información precisa, fidedigna de la realidad, por eso sólo hay conocimiento a partir del testimonio de los sentidos. El mundo fenoménico es el único objeto posible del conocimiento. Por ello, N. niega validez cognoscitiva a aquellos saberes que: pretenden traspasar el plano fenoménico hacia un inexistente ser en sí de las cosas (metafísica, teología, psicología…); o prescinden de los sentidos (ciencia formal: matemáticas y lógica).
El concepto de ciencia que N. utiliza no es el de un conocimiento objetivo de una realidad sensible sustancial. Para N. en la naturaleza no existe orden, por tanto no hay regularidades (leyes) que descubrir. Las teorías científicas son invenciones humanas que dependen, como cualquier otra, de una perspectiva particular y contingente.
5 Concepción de la realidad en la filosofía tradicional y su crítica. 2ª idiosincrasia (=rasgo característico) de los filósofos: la transmutación ontológica. Los filósofos al creer en una realidad no sujeta al devenir se ven obligados a establecer que los conceptos supremos, a través de los cuales se accede al “mundo verdadero”, no tienen origen humano ni evolución histórica. (No sólo se inventan una realidad sino que la colocan en el lugar más elevado..<<transmutación ontológica>>.) Los conceptos supremos, al ser los más generales, son los más vacíos, son ubicados como principios, en el doble sentido de estar al comienzo y de constituir la causa.
Todas estas realidades superiores quedan fundidas en el concepto “Dios”, el concepto más
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