Nietzsche

Hermenéutica del texto

La filosofía Nietzscheniana es famosa por lo ambigua y difícil de comprender. Históricamente se han dado casos de aplicación incorrecta o trasgiversada de la filosofía de Nietzsche, como es el caso del Nazismo cuyo racismo fascista se basó en una adaptación a sus propios intereses del Superhombre.

Pero para poder entender el concepto del Superhombre es preciso entender que Nietzsche no pregonaba el egoísmo como tal, al contrario, su deseo era que toda la raza humana evolucionara mentalmente y dejara atrás una moral impuesta por casi dos milenios que obliga al ser humano a ser sumiso y triste y a sentirse culpable en todo momento, estados que, según él, son cadenas que nos impiden ser libres y vivir sin miedo. Sin embargo, el hecho de que el ideal del Superhombre sea individualista (puesto que el hombre debe llegar a ser Superhombre por si mismo y dejando atrás la moral de la sociedad), ha hecho que se piense que el Superhombre es egoísta.

El Superhombre es aquel que ha logrado, por medio de la Voluntad de Poder (de la que se hablará posteriormente), vivir plenamente. Es el que su moral no está fundamentada en los preceptos de la sociedad, sino en lo que él, en su Voluntad de Poder, define como lo bueno, lo que se debe hacer. Es fácil, con estas explicaciones, caer en la interpretación de que el Superhombre es un ideal egoísta, hedonista y sin escrúpulos, sin embargo Nietzsche en ningún momento defiende el daño ajeno, simplemente el dejar atrás la constante angustia del arrepentimiento y el miedo. El Superhombre es el que vive sin miedo, el que disfruta cada momento, bueno y malo, plenamente.

En “Así hablaba Zaratustra” dice que Dios ha muerto y que ahora esa deidad se sustituye por el Superhombre . Con la muerte de Dios se refiere a que debemos dejar atrás la filosofía de miedo y compasión que nos denigra como seres humanos. Y entonces nuestro ideal no será agradar a Dios, sino al ideal mismo de una vida sin miedos, una vida plena.

En “El Anticristo” encontraremos lo siguiente:

“¿Qué es lo bueno? Todo lo que eleva en el hombre el sentimiento de poder, la energía para superarnos y ser hombres excelentes, la Voluntad de Poder, estar convencidos que por medio de nuestra voluntad aspiramos a ser mejores, superiores en todo el sentido de la palabra. El poder mismo en nuestra fuerza y nuestra motivación, porque nos negamos a ser hombres débiles y mediocres.

¿Qué es lo malo? Todo lo que proviene de la debilidad, el fracaso, la conformidad, la falta de personalidad para hacernos cargo de nuestra vida, el miedo a crecer, a ser diferente, a pensar distinto, todo lo que nos empequeñece y nos hace esclavos por temor a los otros

¿Qué es la felicidad? Aquello que experimentamos cuando el poder y la fuerza aumenta en nosotros y nos sentimos señores, amos del mundo, cuando comprobamos que hemos superado aquello que nos oprimía, cuando libremente buscamos el porqué de las cosas, cuando somos protagonistas de nuestra historia personal y de nuestra época”

El Superhombre es, entonces, aquella persona cuyos principios morales sobre lo bueno, lo malo, y la felicidad son tal como nos lo ha descrito Nietzsche. Aquel que no tiene miedo, aquel que desea ser superior a sí mismo siempre. Aquel que logra en sí mismo la Voluntad de Poder. Pero entonces

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