NIETZSCHE
Enviado por quetzecua • 8 de Septiembre de 2013 • 2.855 Palabras (12 Páginas) • 281 Visitas
UNA NUEVA FORMA DE PERCIBIR EL MUNDO
El ensayo girará en torno a la primera parte de Así habló Zaratustra, obra más célebre del filosofó Friedrich Nietzsche. El tema central de esta primera parte es la muerte de Dios. Ese peso debe dejar de brumar al hombre, fin de que este pueda conquistar no el otro mundo, sino este mundo suyo. Atacará también contra las virtudes que actúan como adormideras, aquellos que nos hablan y se refugian en seres supra-terrenales, de esos que se imaginan que su alma no pertenece a este mundo, etc. Lo que Nietzsche exige es que el hombre sea capaz de ver y de relacionarse con el mundo, un mundo sin Dios, un mundo con nuevos valores terrenales que el mismo a de inventar. Eh aquí la razón por el cual nombre de esta manera mi ensayo. Nietzsche es un hombre consiente y sabe de dónde se origina nuestra pobreza de alma, anuncia el superhombre, como un símbolo de superación en el hombre en el que ya no exista tal padecimiento, muestra esta primera parte una serie de pasos que el hombre debe recorrer para llegar a su meta.
Nietzsche se vale de tres figuras para representar cada una de las trasformaciones que debe de existir en el hombre. La primera figura es el camello, hombre que se inclina ante Dios, representa las cargas que sufre el hombre por las normas morales. Tú debes, motor de su acción. Esta figura se adapta de manera muy adecuada a los medievales, hombre caracterizado por cargar con todo el peso de los preceptos divinos, aquel hombre que a toda costa quiere ejecutar los preceptos divinos, es ilícita la blasfemia y la herejía a la doctrina religiosa no debe ocurrir y en caso que ocurra hay castigos muy severos. En esta época “tú debes” de creer y ejecutar dichas normas morales esta por los suelos la libertad de pensamiento.
La segunda figura, es el león, consigue liberarse de la fe o la supera pero cae en las redes de la razón, rechaza la moral objetiva implantada por Dios, contrapone el “tú debes” con el “yo quiero”. Pero no tiene la suficiente fuerza para proyectar nuevos valores. «Tú debes se llama el gran dragón le dice el gran dragón. Pero el espíritu del león le dice yo quiero» . En esta segunda transformación existe una pelea entre el camello que representa la fe y el león que representa la razón liberadora, afortunadamente consigue la victoria la razón. Esta figura la representa de manera muy perfecta la época moderna, en esta época el hombre es libre de pensar de juzgar por sí mismo, tiene demasiada importancia y valor la razón. Pero la razón no puede ser una vía adecuada para dirigir la vida humana según Nietzsche. Entonces es necesario que en el hombre ocurra una tercera transformación. Esta tercera y última transformación, la nombra el niño, para esta figura ya no existe los valores culturales, al contrario, rompe y juega, y crea nuevos valores que se adapten a su forma de vivir. Para Nietzsche su mayor anhelo es que hombre puede convertirse en niño, entonces a partir de este momento se enfocará en mostrarnos el carácter innovador que debe tener el hombre frente a la vida, frente a su entorno.
En este próximo discurso Nietzsche alude de manera notable a los diez mandamientos que podemos hallar en la biblia y algunas virtudes que son inventados por la gente popular. Es necesario cumplir con los diez mandamientos para que tu mente o tu alma sea una poseedora de tranquilidad y de viene estar, debes estar constantemente cuidando de ellos, porque tú alma se regocija y reposa únicamente en ellos. « […] Es necesario tener todas las virtudes para para dormir bien. ¿Diré yo falsos testimonios? ¿Cometeré yo adulterio? ¿Me dejaré llevar a desear la sierva de mi prójimo? Todo esto se avendría mal con el buen dormir» . Así habla el sabio, el sabio viene siendo para mí el Sacerdote y el populacho. En cambio para Nietzsche estas virtudes divinas y del populacho carecen de sentido para la vida. Creo que para mí algunas de las virtudes que el populacho ha inventado si logran ejecutarse, pero los preceptos divinos son demasiada carga para el hombre. Porque quien no ha dicho falsos testimonios, quien no ha deseado a una mujer, desear a una mujer es algo natural, algo instintivo, que nuestra naturaleza nos lo ha concedido y por ello es imposible de suplantar y de reprimir.
Para Nietzsche no existe un más allá del hombre y de la tierra, es decir, un Dios, otra vida después de la muerte, un paraíso prometido, no existe seres ni cosas supra-terrenales, simplemente lo que sucedió es que el hombre por su trastorno mental creo a dichos seres. Esta invención fue porque el hombre se desesperó de la tierra. Por un poco que avancemos no es lo suficiente para alcanzar nuestra meta, el hombre fatigado e ignorante, se conforma con este pequeño avance, ya nada hace para llegar a su verdadera meta, inventa una meta falsa a partir de su pequeño avance en el que emanan todos los dioses y trasmundanos. Pero de qué manera puede volver a reintegrase a la verdadera meta. Por el rechazo a sí mismo, rechazar lo que uno es para pasar a ser otro, rechaza pues estas falsas ideas juveniles, con ideas juveniles me refiero a los valores humanos y creencias del populacho, una vez que el hombre pasa al otro lado observa con desdén estos valores, porque ve en ellos solamente sufrimiento y humillación según Nietzsche. Tener una relación amorosa con nuestra tierra, nuestra mirada siempre debe ser dirigida a ella, no debemos refugiarnos perdernos en las cosas celestiales que de lo único que nos hablan son de cosa inexistente e imperceptibles. «Enfermos y moribundos eran los que despreciaban el cuerpo y la tierra y los que inventaron las cosas celestes y las gotas de sangre redentora: pero incluso estos dulces sombríos venenos los tomaron del cuerpo y de la tierra» .
El cuerpo o el sí- mismo que Nietzsche menciona en este discurso quizás se refiere a la voluntad humana, aquella voluntad como impulso ciego, pasión, instinto, inconsciente, esfera irracional. A partir de esta voluntad se deduce los sentimientos y la razón, ella es la que crea y de ella parten todas las cosas humanas y no de nuestra razón o de los sentidos. Mi interpretación se fundamenta con la siguiente cita. Detrás de tus pensamientos y sentimientos, hermano mío, se encuentra un soberano poderoso, un sabio desconocido – llámese sí-mismo. En tu cuerpo habita, es tu cuerpo. Hay más razón en tu cuerpo que en tu sabiduría. ¿Y quién sabe para qué necesita tu cuerpo tu mejor sabiduría? En esta cita puedo vislumbrar que para Nietzsche tanto la corriente filosófica empirista como la corriente filosófica racionalista no han explicado la verdadera esencia del hombre, pues la verdadera esencia del hombre para Nietzsche es la voluntad, el hombre es voluntad.
Para los trasmundanos y el populacho las pasiones solo nos proporciona
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