Nietzsche

Para comprender el eterno retorno que Nietzsche nos presenta en su libro “Así habló Zaratustra” debemos tener presente conceptos como: eternidad, repetición, transcurso, del tiempo y lo que ocurre dentro de este. De manera general podemos decir que el eterno retorno considera al tiempo de una manera circular, todo lo que acontece, sucederá en un ciclo eterno. Lo que realmente es “es el instante” y es esto según Nietzsche lo que hay que vivir y amar. Amarlo porque es lo que se repetirá hasta el infinito.Para Nietzsche la idea del eterno retorno era su pensamiento más profundo. Con esta idea no pensaba hacer una teoría cosmológica, su intención radica en la importancia del momento presente, del ahora, que más adelante se repetirá, pensar en lo vivido y no en lo que acontecerá en un mundo externo.

El concepto del eterno retorno en Nietzsche parte de la comprensión del tiempo. Nos dice entonces que “nada de lo que ha podido acontecer, puede no haber acontecido ya” (Fink, pg.120), es decir, todo lo sucedido o acontecido, es una repetición, una repetición infinita, constante. Entonces con esta concepción quedan eliminados términos como pasado y futuro. Lo que nos acontecerá está representado (como lo presenta Fink) a la arena limitada de un reloj de arena que se desliza constantemente si se invierte el reloj una y otra vez; con respecto a esto encontramos en Zaratustra “las almas son tan mortales como los cuerpos. Pero el nudo de las causas, en el cual yo estoy entrelazado, retorno, ¡el me crea de nuevo! Yo mismo formo parte de las causas del eterno retorno. Vendré otra vez, con este sol, con esta tierra, con este águila, con esta serpiente; no a una vida nueva, o a una vida mejor o a una vida semejante: vendré eternamente de nuevo a esta misma e idéntica vida, en lo más grande y también en lo más pequeño, para enseñar de nuevo el eterno retorno de todas las cosas…”(Zaratustra, pg.303) para Nietzsche esa eternidad es el tiempo mismo, no la encontramos detrás o después del tiempo, es decir, después de la muerte, esa eternidad es el ahora incesante, el tiempo como lo eterno.

Entretanto el anhelo para Nietzsche es “un deseo de lo ausente” (Fink, pg.123). Anhelamos aquello que tenemos lejos, lo aun no alcanzado, lo que no está presente. Dice Nietzsche que podemos desear, desear con pasión lo presente, pero no tenemos anhelo de ello. El anhelo no tiende a alcanzar lo anhelado, paradójicamente, el anhelo tiende a mantener lo anhelado en lejanía.

Para el hombre, el hoy, el luego, son algo separado, el todavía, el luego, de iguálenla lo son, el hombre habla y vive en términos de presente, pasado y futuro, también, el ahí, aquí, allá, son términos de espacios distintos. Pero Zaratustra, le ha enseñado a su alma a no tomar en serio los distintos cambios de tiempo y espacio, Zaratustra le ha enseñado el hoy como lo mismo que el luego y el entonces “oh, alma mía yo te he enseñado a decir hoy como se dice alguna vez y en otro tiempo y a bailar tu ronda por encima de todo aquí, ahí y allá” (Zaratustra, pg.139)

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