Nietzsche
Enviado por martaab94 • 5 de Noviembre de 2013 • 1.786 Palabras (8 Páginas) • 259 Visitas
NIETZSCHE (1844-1900)
El pensamiento de Nietzsche, que no es en sí mismo sistemático , puede exponerse a partir de ciertos temas-guía recurrentes e interrelacionados que demuestran su profunda unidad y coherencia: Nihilismo, Transvaloración -o “inversión”- de los valores, Muerte de Dios, , Superhombre, Eterno Retorno y Voluntad de poder.
Nihilismo.- La historia de la Filosofía siempre había considerado a Sócrates y a Platón como los iniciadores de un nuevo rumbo en el pensamiento occidental. La novedad de Nietzsche consiste en afirmar que el modo “racional” de pensar que ellos inauguran -oponiéndose al llamado “pensamiento mítico”- no constituye un progreso, sino una decadencia. Frente al mundo simbolizado por las grandes tragedias griegas, Sócrates-Platón introducen un modo de pensar optimista, según el cual la razón puede, por sí sola, dominar todos los aspectos inquietantes de la vida, someterlos a su dictado y construir un mundo racionalmente controlado, en el cual el sabio es también el bueno y el feliz. Pero, según Nietzsche, ese modo de pensar tan “optimista” presupone una valoración negativa de la vida y es propia de hombres que sufren debilidad, incapacidad para vivir, miedo y odio a la vida, porque no pueden soportar lo que ésta tiene de caos, devenir incesante, incertidumbre y sufrimiento. Sócrates-Platón fueron “desesperadamente racionales” porque la negación de la vida en nombre de la razón se les presentó como el único remedio para su “enfermedad” y la razón quedó para siempre lastrada con ese origen. Pues bien, Nietzsche llama Nihilismo a ese modo de pensar que condena la vida -o condena “este mundo” o supone que “este mundo no es verdaderamente real”- en nombre de alguna entidad -como las ideas platónicas o el Dios cristiano- que se considera más valiosa -o más real o más verdadera- justo porque se le atribuyen las determinaciones contrarias a las que presenta la vida (unidad, permanencia, identidad, bondad) Y toda la metafísica occidental sería nihilista -evidentemente, sin saberlo- en la medida en que de un modo u otro lleva en su seno la dualidad introducida por Platón.
El resentimiento como origen de la moral.- Nietzsche se plantea por primera vez la cuestión del valor mismo de los valores, de todo aquello que hasta ese momento se había tenido por bueno, justo, verdadero, etc. Considera que esos valores tienen su “origen” en necesidades vitales concretas, frente a la tradicional creencia de los filósofos de que lo más elevado -los grandes ideales- no puede proceder de “lo más bajo”. Acabamos de ver que, según Nietzsche, la suposición de un “mundo verdadero” al que agarrarse tenía su origen en la debilidad o incapacidad para soportar la vida tal como es. En su libro La genealogía de la moral estudia el origen de nuestros conceptos de bueno y malo, descubriendo que nacen del resentimiento de los débiles frente a los fuertes. En el choque de voluntades con idéntica voluntad de dominio, se pone de manifiesto la diferencia de “fuerza”, de modo que una de ellas domina (la “fuerte”) y la otra es dominada (la “débil”). Lo “natural”, es decir, lo “sano” es que los “fuertes” dominen y que, ya que tienen también el poder de imponer los nombres, se llamen a sí mismos y a sus propias cualidades -salud, fuerza desbordante, riqueza, etc.- “los buenos” y a los demás, por contraposición “los malos”. Así se demuestra, según Nietzsche, estudiando el origen etimológico de las palabras que acaban significando “bueno” y “malo”. Por eso es sorprendente que en la tradición moral cristiana-occidental, se asocie con “lo bueno” precisamente lo débil, lo enfermizo, lo pobre de espíritu, etc. ¿Cómo ha podido ocurrir semejante “inversión de los valores”? Según Nietzsche, los “débiles”, aunque dominados, no pierden su voluntad de dominio ni su afán de venganza, pero no pueden ejercerlo directamente porque su debilidad se lo impide. En eso consiste el resentimiento, en una voluntad de venganza grande pero impotente. De manera natural el resentimiento engendra valores que se oponen a todo lo que representan los dominantes. Para el débil “la fuerza es mala”. La venganza está consumada si el fuerte acepta el código moral creado por el débil y llega a avergonzarse de lo que él mismo es y, por lo tanto, llega a considerarse “malo” a sí mismo y a sus cualidades.
Muerte de Dios.- Como hemos visto, “Dios” no significa en Nietzsche únicamente el Dios cristiano o de cualquier otra religión, sino que con ese término designa cualquier entidad “trasmundana” -que no está en este mundo- en nombre de la cual se condena este mundo -por ejemplo, como hemos dicho, las ideas platónicas- A partir de la idea de Dios se piensa en general la desvalorización de lo que hay en este mundo -atestiguado por los sentidos- rebajándolo a “apariencia inesencial” y se condena a los sentidos mismos en cuanto fuente de placer y de alegría que nos desvían de “lo esencial”. Nihilismo y Dios son, pues, nociones estrechamente ligadas. Pues bien, Nietzsche cree que el nihilismo oculto en la tradición metafísica occidental empieza a salir ahora -en su tiempo- a la superficie, justo porque la humanidad está empezando a prescindir de Dios o, dicho de otro modo, Dios está dejando de ser necesario. En eso consiste lo que llama “muerte de Dios”. ¿Cómo ha sido posible?
En primer lugar, porque el mismo imperativo
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