Cinemex .

Cinemex

Estamos tomando las mejores prácticas de cada empresa de EE.UU. y la aplicación de ellos aquí. No estamos construyendo teatros de México - ESTAMOS la construcción de teatros periodo de clase mundial.

Mateo Heyman

Durante un saco grande de palomitas de maíz en el patio de comidas de un centro comercial vacante fuera de su más reciente cine, los tres co-fundadores y co-propietarios de una de más calientes arranques de México, Cinemex, contó cómo habían obtenido finalmente la financiación para su empresa , perdió la mayor parte en la devaluación de México 1994, y se recuperó para abrir nueve salas de cine con 87 pantallas que fueron capturando alrededor de un tercio del total de los ingresos -todos cuadro de cine de oficinas de la Ciudad de México en un período de tan sólo 22 meses. (Ver Cuadros 1 y 2 para los estados financieros de Cinemex.) Mientras lo hacían, Miguel Ángel Dávila, Adolfo Fastlicht, y Matthew Heyman observaban con ansiedad como los primeros clientes encontraron su camino a través del centro comercial de San Mateo casi vacío y se acercaron a la entrada de su teatro, ya que abrió sus puertas por primera vez el 16 de mayo de 1997.

A medida que la historia se desarrollaba en relés, interrumpido por llamadas telefónicas celulares a cada uno de los socios de dentro del teatro, se hizo evidente que los tres socios de muy diferentes orígenes y motivos habían resistido alguna manera muchas decepciones para lograr un progreso notable. Al mismo tiempo, reconocieron que enfrentan nuevos retos tanto de una naturaleza-operativo y estratégico de algunos de su propia creación.

Por ejemplo, la conversación con el casewriter una vez más abrió la cuestión que se ha debatido, pero dejó sin resolver muchas veces por Dávila y Heyman sobre cuántos de los asientos en cada exhibición de una película debe ser frenado (no se vende) para las contingencias. Fue ilustrativo de la pregunta más básica que divide los dos acerca de si Cinemex clientes más importantes fueron los distribuidores de películas o los amantes del teatro. Como Heyman dijo, "Todos tomamos el curso de gestión de servicios en la Escuela de Negocios de Harvard, pero Miguel [Dávila] fue el que compró por completo esa mierda de servicio al cliente."

Tanto Dávila y Heyman expresaron molestia con Fastlicht sobre su deseo de aumentar la publicidad en cada Cinemex película de presentación, una medida que podría aumentar considerablemente las ganancias publicitarias. Temían que sería poner en peligro la percepción de Cinemax de los huéspedes "producto".

Los tres socios hablaron con la incertidumbre acerca de lo que puede deparar el futuro después de Heyman llevó a cabo su anunciada intención de vender su parte de la empresa y regresar a los Estados Unidos en dos años o menos a la vez que la compañía se estableció con el despliegue del concepto de entretenimiento para otras partes de México y América Latina. De hecho, los socios no estaban seguros de cómo Heyman podría incluso ser "pague de inmediato."

Cinemex podría remontarse a una reunión entre Dávila y Heyman mientras corrían a la clase temprano en la mañana del primer día de su programa de MBA en la Harvard Business School (HBS) en septiembre de 1991. Ellos comparten la misma sección de la clase de primer año . Heyman se reunió Fastlicht en los descansos entre clases en su primer año en la Escuela. Fastlicht, en sus palabras, en primer lugar "se dio cuenta de que este tipo [Heyman] Hollywood en una camiseta y una cola de caballo que yo asumí fuera un gran productor mandamás".

Dávila y Fastlicht primero se conocieron en el juego de póquer semanal organizado por los estudiantes mexicanos. Pronto se dieron cuenta de que Heyman, que habían preparado planes estratégicos y dispuesto de bienes inmuebles para Garth Drabinsky, la cabeza del niño prodigio expositor película basada en Toronto, Cineplex Odeon, tenía una idea para una cadena de salas de cine fuera de los Estados Unidos. Fastlicht, cuya familia fue muy conocido en la Ciudad de México por su éxito en el desarrollo de bienes raíces y construcción, vio una posible oportunidad para que tanto en la exhibición cinematográfica. Antes de entrar en el programa de MBA, que había trabajado más recientemente en el desarrollo de bienes raíces comerciales y residenciales en la compañía de su familia, Grupo K. Dávila, a pesar de que había trabajado principalmente como analista de negocios en McKinsey y en varias instituciones del gobierno mexicano, se sintió atraído por el oportunidad de correr en realidad algo inmediatamente después de salir de la escuela. exploraciones preliminares de los tres llevaron a la conclusión de que México, un país con una tradición de ir al cine pero con teatros, correr hacia abajo los anticuados y grandes descensos en las pantallas y de asistencia, podría ofrecer una oportunidad real.

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