EL PRECIO OCULTO DE LO QUE COMPRAMOS.

INTELIGENCIA ECOLÓGICA

MARIA CAMILA BELLO GONZALEZ

JEISSON ANDRES HOYOS ALDANA

ANDREA PAOLA PATERNINA SIMANCA

YURANY DAYANA TAPIAS VILLALBA

FACULTAD DE INGENIERÍAS

INGENIERÍA AMBIENTAL

Daniel Goleman es un psicólogo estadounidense, nacido en Stockton, California, el 7 de marzo de 1946. Adquirió fama mundial a partir de la publicación de su libro Emocional Intelligence (en español Inteligencia emocional) en 1995. Trabajó como redactor de la sección de ciencias de la conducta y del cerebro del periódico The New York Times. Ha sido editor de la revista 'Psychology Today' y profesor de psicología en la Universidad de Harvard, en la que obtuvo su doctorado. Publicó en 2009 su libro Inteligencia ecológica en español que cuenta con 276 hojas, primera edición.

CAPITULO 1

EL PRECIO OCULTO DE LO QUE COMPRAMOS

En esta primera parte del libro el autor nos quiere dar a entender que vivimos en un mundo de abundancia material pero que sin duda alguna las cosas que compramos a diario  tienen consecuencias que ignoramos o simplemente queremos ignorar; y dichas consecuencias son daños al ambiente y a la salud; desde la electricidad que creamos a partir de carbón y petróleo, hasta los plásticos que creamos a partir de químicos, todo esto para hacer simples productos de consumo que rápidamente son desechados. No sabemos el precio que estamos pagando, este costo no es monetario, este precio es demasiado alto y está oculto; estamos pagando con los recursos naturales.

El autor nos muestra una herramienta para entender mejor  lo que no podemos discernir (ecología industrial) y entendemos desde su perspectiva que los seres humanos en el afán de satisfacer todas sus necesidades engaña y distorsiona solo por el bien económico.

Por ultimo queremos mencionar una frase dicha por el autor que nos llamó la atención y concordamos: “lo sustentable es mejor, lo más saludable es mejor y lo más humano es mejor”. Una frase que deja a un lado los paradigmas de que lo barato es mejor, de que la comodidad es mejor, más bien deberíamos plantearnos que es lo mejor para nosotros y cuando nos referimos a esto también hablamos de nuestro ambiente porque de este depende nuestro bienestar.

CAPITULO 2

“VERDE”

NO ES MÁS QUE UN ESPEJISMO

En este capítulo el autor introduce un término llamado Análisis del Ciclo de Vida  o ACV es “un método que nos permite separar cualquier objeto manufacturado en las partes que lo constituyen y en los procesos que lo acompañan y que mide con precisión los efectos que dicho objeto tiene sobre la naturaleza, desde que se inicia su producción hasta su desecho último”. El autor es claro cuando habla de la fabricación del vidrio para envasar salsas o mermeladas, para esto se necesitan materiales de múltiples proveedores, como arena de sílice, sosa caustica, piedra caliza y una gran variedad de químicos  inorgánicos, electricidad requerida entre otros. Este nos lleva a la reflexión  que cada uno de estos componentes también posee  diversos procesos para su elaboración, pareciendo así una cadena interminable, en donde en cada uno de estos procesos hay un daño al ambiente y a la salud.

De esta  forma nos damos cuenta del sin número de problemas ambientales de la actualidad, es así que  el mercado ha querido “maquillar”  los productos con lo que conocemos como “verde”  que no es más otra mentira, ya que una etiqueta que lo catalogue como un producto amigable con el ambiente  no quiere decir  que en  verdad lo sea, debido a que desconocemos información sobre su fabricación. Aunque en algunos casos es posible que el producto tenga aspectos positivos con el ambiente pero esto no quiere decir  que sea  en su totalidad benéfico. El mercado  solo nos quiere dar a conocer la parte positiva de un producto  para que ignoremos el resto efectos adversos.  No todo lo “verde” es “verde” en realidad.

CAPITULO 3

LO QUE NO SABEMOS

En este capítulo el autor se encarga de abrir  nuestros ojos y pensar solo por un momento en todo lo que no nos  quieren mostrar,  desconocemos  las cosas más importantes sobre los productos que tenemos, cuan toxico puede ser lo que llevamos puesto, donde nos sentamos, dormimos, comemos etc. Además nos dice algo que nos parece muy acertado y es  “compre menos y, cuando lo haga, hágalo de manera inteligente”. Nos parece adecuada esta frase ya que es inevitable de alguna forma dejar de comprar productos pero si podemos saber en realidad cuales son nuestras prioridades o necesidades y cuando vayamos a comprar lo hagamos de una manera inteligente.

 Quizás todo hemos escuchado decir "Lo que no sabes no te afecta", pero la verdad hoy en día es precisamente lo contrario porque nos estamos viendo afectados por ignorar cosas que hacemos a diario como comprar un producto sin saber su procedencia. En cosas tan simples como un ejemplo que cita el autor sobre que los ingredientes utilizados en los bloqueadores solares favorecen el crecimiento de un virus que afecta a los arrecifes de coral, convirtiéndolos en esqueletos blanquecinos. No conocemos el peso que tienen cada una de nuestra decisiones, no sabemos que nosotros mismo estamos ocasionando múltiples problemas ambientales, como si no hiciéramos  parte todos del ambiente, como si estuviéramos fuera de él, vemos esta  problemática como si no estuviéramos involucrado porque desconocemos las conexiones que existen entre las pequeñas cosas que hacemos y las consecuencias devastadoras.

CAPITULO 4

INTELIGENCIA ECOLÓGICA

El autor nos muestra un caso de una población que se llama sher ubicada en el Tíbet que sobrevive a pesar de lo peligroso que es hacerlo porque han encontrado la manera adecuada de adaptarse a ese ecosistema en particular y dándose cuenta que para el bienestar de ellos  deben llevar una buena relación hombre-ambiente; y nos dice: "Esa es la verdadera sustentabilidad, cuando un pueblo puede sobrevivir en su ecosistema durante mil años". Y es aquí donde existe lo que él le llama inteligencia ecológica.

El autor  cita “El árbol que mueve a algunos a derramar lágrimas de alegría es para otros una cosa verde que obstruye el camino", escribió hace dos siglos el poeta William Blake. Lo que quiere decir al referirse a esta frase es que no todos vemos la naturaleza de la misma forma y esto tiene graves consecuencias. El cómo psicólogo nos plantea su opinión acerca del hombre ante la inteligencia ecológica y nos dice que dicha inteligencia no es algo que nosotros tengamos innato como otros sensores especiales pero que debemos aprender a desarrollarla para poder sobrevivir en la actualidad y que debemos trabajar en grupo para lograrlo.

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