El hombre es bueno o malo por naturaleza
Enviado por hectorsandoval21 • 24 de Abril de 2019 • Ensayo • 3.049 Palabras (13 Páginas) • 4.461 Visitas
¿El hombre es bueno o malo por naturaleza?
Introducción:
A lo largo de la historia diversos filósofos se han hecho esta pregunta, la mayoría piensa que esto es cierto pues con el paso del tiempo, el hombre se vuelve cada vez más violento demostrando que el peor enemigo del hombre es si mismo, pero ¿el hombre se vuelto violento por sí solo, o son los factores externos los que influyen en este comportamiento? Una de las grandes cuestiones de la filosofía es la de si el ser humano nace bueno y luego se hace malo o algo de maldad ya nace con nosotros. Y hay diversas posturas, un tanto enfrentadas, pero antes deberíamos preguntarnos qué es eso de la naturaleza humana. ¿Alguien la ha visto? Sabemos muy poco de ella, o mejor, nada. A veces escuchamos que algo es “antinatural”, la homosexualidad, por ejemplo. Pero para poder saber cuál es la verdadera naturaleza humana tendríamos que encontrarnos con un ser humano en estado de naturaleza, un ser pre civilizado, y eso no es posible porque el ser humano es un ser social. Es cierto que en la historia de la filosofía algunos han formulado hipótesis sobre cómo era ese ser humano salvaje o no civilizado. Existen dos posturas opuestas. Antes de plantearnos si somos buenos o malos “por naturaleza” deberíamos preguntarnos qué es eso de la naturaleza humana. ¿Alguien la ha visto? Sabemos muy poco de ella.
Desarrollo:
El estado de la naturaleza es la “guerra de todos contra todos”. Pero se trata de una reacción originada en el miedo al otro y no una acción gratuita. Para alcanzar mayores cotas de seguridad, cada hombre renuncia y transfiere su derecho a un poder que le garantice el estado de paz, en este caso la sociedad, Hobbes, sostenía que el hombre era un depredador, “un lobo para el hombre”, y que la única forma de salir de ese estado primitivo estribaba en la construcción de un Estado nacional, con un poder político centralizado, de corte absolutista y monárquico, que permitiera al hombre agruparse para sobrevivir, pasando de ese estilo de vida salvaje a uno de orden y moral, superior y civilizado. Hobbes define 19 leyes de naturaleza sin embargo existen dos fundamentales de las cuales se derivan las restantes. La primera de ellas se refiere a que cada hombre debe esforzarse por la paz, mientras que tiene la esperanza de lograrla, y cuando no puede obtenerla, debe buscar y utilizar todas las ayudas y ventajas de la guerra. La segunda ley dice que el hombre debe acceder a renunciar este derecho de todas las cosas y a satisfacerse con la misma libertad, frente a los demás con respecto a él mismo. Escribió Leviatán, un manual sobre la naturaleza humana y cómo se organiza la sociedad. En Leviatán, Hobbes expuso su doctrina de la fundación de estados y gobiernos legítimos y creó una ciencia objetiva de la moralidad. Esto dio lugar a la teoría del contrato social. Leviatán fue escrito durante la Guerra Civil Inglesa; gran parte del libro se ocupa de demostrar la necesidad de una autoridad central fuerte para evitar el mal de la discordia y la guerra civil. Rousseau explica que el ser humano está orientado naturalmente para el bien, pues el hombre nace bueno y libre, pero la educación tradicional oprime y destruye esa naturaleza y la sociedad acaba por corromperlo. Rousseau se apoyaba en la tesis del buen salvaje, según la cual el ser humano, en su estado natural, original y primitivo, es bueno y cándido, pero la vida social y cultural, con sus males y sus vicios, lo pervierten, llevándolo al desorden físico y moral. De ahí que considerase que el hombre en su estado primitivo fuese superior moralmente hablando al hombre civilizado. Sin embargo, el hombre, que en esencia es un ser social, que depende del conjunto de las relaciones sociales que establece con otros, en realidad es corrompido por la sociedad capitalista, cuyo sistema, erigido sobre la explotación del hombre por el hombre, y donde cada individuo debe luchar encarnizadamente para mantener sus privilegios y posesiones, es fundamentalmente egoísta, individualista e injusto, y contrario a la naturaleza social del ser humano. Rousseau produjo uno de los trabajos más importantes de la época de la Ilustración; a través de su El contrato social, hizo surgir una nueva política. Esta nueva política está basada en la, voluntad general, y en el pueblo como depositario de la soberanía. Expone que la única forma de gobierno legal será aquella de un Estado republicano, donde todo el pueblo legisle; independientemente de la forma de gobierno, ya sea una monarquía o una aristocracia, no debe afectar la legitimidad del Estado Jean-Paul Sartre no decía que el hombre fuera bueno o malo él se basaba en la filosofía existencialista que es referente a la existencia auténtica, eso es la conciencia de la libertad, la vida no tiene un sentido, sino en la medida que se va desarrollando y ejerciendo la libertad, la vida sólo tiene sentido como compromiso y acción en el mundo de las existencias de los otros, de la sociedad. Sartre rechaza la existencia de una naturaleza espiritual o física que pueda determinar nuestro ser, nuestro destino, nuestra conducta. Para él el hombre en su origen es algo indeterminado, y sólo nuestras elecciones y acciones forman el perfil de nuestra personalidad. En lo personal me gusta tomar la postura de Sartre, ya que él se refiere a que el hombre es como tal un proyecto que se va a ir realizando y perfeccionando toda nuestra vida. Cuando un bebe nace, no tiene conciencia como tal, no sabe la diferencia de lo bueno o lo malo, pero te puedes dar cuenta que al hacer algo que a él le disgusta, llora, se queja, pero cuando haces algo que le agrada, sonríe, suelta risas pequeñas. A lo que me refiero es que al ir creciendo vas forjándote para ser una persona con ética y moral, el hombre nace siendo nada, ni bueno ni malo, es neutral, pero en la sociedad existen reglas y derechos, que sabemos se deben de cumplir, ya que el hombre toma decisiones por el simple hecho de que es un ser razonante las acata o las rompe. El capitalismo es una de las razones principales de que se diga que el hombre es malo, porque al imponerte algún estatus, estereotipo, o algún modelo a seguir y cumplir para encajar en algún grupo, te hace desear cada vez más. Todo individuo, toda sociedad, se ha tenido que enfrentar a hechos inevitables y ha resuelto de distintos modos los problemas vitales a los que conducen. Sartre se refiere a la inevitable sociabilidad humana, a la inevitable libertad en la que vive el hombre y a la inevitable indigencia material de nuestra existencia, indigencia que obliga al trabajo y a las distintas formas de organización social que sobre el trabajo se levantan. Hobbes vs Rousseau: Casi lo único que compartían era pertenecer a la corriente contractualita, pero sus respuestas ante la naturaleza humana eran completamente antagónicas. Hobbes –inglés, siglo XVII– afirma que, en aquel supuesto estado de naturaleza, “el hombre es un lobo para el hombre” y que en ese estado pre civilizado lo que impera es la guerra de todos contra todos. ¿Por qué? Porque el ser humano es agresivo y egoísta: si quiero una manzana y tú la tienes, yo te la voy a quitar. No hay ley, ni hay límites que lo impidan, de modo que si para lo de la manzana te tengo que matar, te mato. Para Hobbes, el ser humano es malo por naturaleza, de modo que para poder convivir se necesita un poder absoluto, una ley autoritaria que controle el impulso agresivo que surge de la motivación egoísta de todos seres. Rousseau –suizo-francés, siglo XVIII, precursor del movimiento prerromántico– defiende que el estado de naturaleza lo pueblan buenos salvajes, que el ser humano es bueno y empático, porque si uno de esos salvajes ve a otro sufriendo, siente una inclinación natural a auxiliar. Entonces, ¿qué es lo que hace malo al ser humano? Lo que hace al hombre malo, lo que despierta su agresividad es el momento en que el primero dijo “esto es mío”, la propiedad. Porque si esto es mío, otro puede decir, “pero yo también lo quiero” y así aparecen la competencia, la envidia y la agresividad. Un poco de consenso: Freud y Fromm. Ante dos posiciones tan enfrentadas, una respuesta más consensuada es la que dice que la naturaleza humana contiene la potencia o facultad tanto de ser bueno como malo. Lo sabemos porque somos capaces de hacer tanto el bien como el mal. ¿De qué depende? Freud ofrece una respuesta y dice que el ser humano está dirigido por dos instintos básicos, eros y tánatos: amor y muerte u odio. Lo que hacemos estaría determinado o motivado por cualquiera de los dos instintos. ¿Cuál tiene más poder en determinado momento? Lo que en la práctica se traduce en: ¿mato o no mato, pego o no? ¿Qué impulso prima? Hobbes defendía que el ser humano es malo por naturaleza; Rousseau, lo contrario. Una respuesta más consensuada es la que afirma que la naturaleza humana contiene la potencia o facultad tanto de ser bueno como malo Freud reconoce ambos impulsos como constitutivos. Necesito ambos. ¿En serio? ¿Por qué iba a necesitar el odio o destruir? Para construir. Se necesita una destrucción constructiva en términos sociales, incluso individuales. Un artista destruye un prejuicio cuando crea una obra, así como una nueva teoría destruye otra. Pero sin ponernos tan abstractos, cuando comemos también estamos destruyendo. La violencia es una parte constitutiva de la naturaleza humana, fundamental para defendernos y seguir viviendo. Erich Fromm, autor de libros como El arte de mar o Ser y tener, desde otro punto de vista también ofrece una respuesta aglutinadora. En El corazón del hombre plantea que, en realidad, no existe una condición humana natural, no se puede decir que el hombre es bueno o malo, sino que existe un conflicto humano existencial: por un lado, somos animales con instintos, pero a diferencia de ellos, nuestros instintos no son suficientes para la supervivencia. En cierto modo, resulta que somos los animales más vulnerables. Por eso nos organizamos en comunidades que nos dan protección, seguridad. Para poder formar esas sociedades echamos mano de nuestro aspecto racional: llegamos a acuerdos y consensos porque sabemos muchas cosas, nos conocemos a nosotros mismos y a los otros, y sabemos que entre todos surgirán conflictos. Además, sabemos que hay pasado, que existe un futuro donde me proyecto y sabemos también que vamos a morir. El perro y la hormiga no saben nada de eso, no sienten el conflicto, se sienten parte de la naturaleza y responden a sus leyes y nada más, sin pensar. Nosotros sí valoramos, “esto es bueno o malo”, y según Fromm, ese aspecto racional es el que nos hace sentirnos separados de la naturaleza, no comulgamos de forma total con ella como lo hacen el caballo o el gato… Fromm hace hincapié en ese conflicto y frente a él plantea dos posturas: Recuperar la unidad primordial, sentirnos uno con la naturaleza… Tema que, por cierto, ya trató Platón en El Banquete. Esta opción constituiría una regresión porque significa que los impulsos toman las riendas, las pasiones mandan en esa búsqueda de la unidad primordial. Es una búsqueda que en vez de humanizarnos nos devuelve a un estado animal. Progresión sería controlar los impulsos que nos deshumanizan avanzando hacia una auténtica humanidad, y siempre teniendo en cuenta que nadie es bueno o malo y menos de forma permanente, sino que hacemos cosas buenas y malas. Son las decisiones las que nos ponen a prueba, de modo que, al optar, lo hacemos por aquello que nos humaniza o no, por la progresión o la regresión. Spinoza decía “para moralizar basta con no comprender”, todo lo contrario a Aristóteles, que nos enseñó a categorizar de forma binaria, en blanco o negro, una forma que puede ser útil en según qué casos, pero resulta muy limitada para dar cuenta de la realidad, y más de la compleja realidad del ser humano. Desafortunadamente, el hombre, aquella especie dotada de inteligencia y con la capacidad para modificar la naturaleza no ha sabido entender su importante papel dentro de la misma y por sus intereses propios, la destruye y a la vez esta alterado la vida armónica de todo un mundo. Posteriormente con el sedentarismo las circunstancias cambiaron, se hicieron construcciones y se crearon mecanismos de supervivencia que modificaron terriblemente el ambiente natural. Las casas exigían la destrucción de árboles y animales para fabricarlas; el hombre tuvo que recurrir a la domesticación de especies y a la caza salvaje para su alimentación, así como a la generación de cultivos. El fuego tuvo un papel significante, no solamente por su alto grado de peligrosidad al exterminar en forma definitiva toda posibilidad de reestructuración de las especies. La inteligencia que se le otorgó o que desarrolló el mismo, fue ampliando la cobertura de aplicación. Se ideó la rueda, el automóvil, las industrias, los elementos químicos, y muchos otros elementos para suplir las necesidades cada vez mayores de la humanidad. Desafortunadamente no todas las personas quisieron aplicar una teoría de llegar al límite de suplir necesidades, sino que quisieron utilizarla para aumentar un poderío y un bienestar personal por encima de los demás. En obras como La Ideología Alemana, El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, El origen de la familia, la propiedad privada y el estado y El Capital, se analiza el origen de la sociedad a partir del trabajo, diferenciando cualitativamente al hombre del mundo animal, ya que estos últimos utilizan la naturaleza con fines adaptativos y para satisfacer necesidades biológicas. El hombre por su parte modifica la naturaleza, crea instrumentos y relaciones de trabajo con fines y objetivos sociales. Esto permite un enfoque de unidad dialéctica compleja y evita contraposiciones abstractas, ya que la naturaleza debe mantener un estado propicio para la actividad del hombre, pero este no debe actuar en ella con fines de depredación, esto implica una conducta, una proyección del hombre hacia la misma. ROUSSEAU también menciona que la cultura y la vida social son las que corrompen la naturaleza, ya que piensa que los seres humanos nacen buenos. Para mi Rousseau es el más acertado al tratar de contestar esta pregunta de porque el hombre es bueno o malo por naturaleza.
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