El justo medio
Enviado por Mariel Diaz • 1 de Octubre de 2018 • Síntesis • 1.337 Palabras (6 Páginas) • 172 Visitas
Existen dos clases de virtud.
Dianoética que debe su origen a la enseñanza por lo que requiere experiencia y tiempo.
Ética que procede de la costumbre. Ningúna de estas se produce en nosotros por naturaleza, ya que ninguna cosa natural se modifica por costumbre.
Las virtudes no se producen ni por naturaleza ni contra ella, sino por tener aptitud natural para recibirlas y perfeccionarlas mediante la costumbre.
Adquirimos las virtudes mediante el ejercicio previo, como en el caso de las demás artes: pues lo que hay que hacer después de haber aprendido, lo aprendemos haciéndolo. Por ejemplo, nos hacemos constructores construyendo casas, al igual que nos hacemos justos practicando la justicia.
Las mismas causas y medios producen toda virtud y la destruyen, al igual que las artes: ya que tocando la cítara se hacen tanto los buenos como los malos citaristas. Si no fuera así, no habría necesidad de maestros sino que todos serían por nacimiento bueno o malos. Lo mismo ocurre con las virtudes.
Los hábitos se engendran por operaciones semejantes; de ahí la necesidad de realizar cierta clase de acciones. Por ende, tiene mucha importancia el adquirir desde jóvenes tales o cuales hábitos.
En lo concerniente a las acciones, tenemos que precisar cómo es que hay que realizarlas ya que son ellas las que determinan la calidad de los hábitos.
El hecho de que hemos de actuar según la recta razón es un principio común y que damos por supuesto.
En primer lugar hay que observar que en índole de las cosas el destruirse por defecto y por exceso. El que de todo huye y tiene miedo y no resiste nada, se vuelve cobarde, el que no teme absolutamente a nada y a todo se lanza, es temerario. En resumen, se destruye por exceso y por defecto, mientras que el término medio las conserva.
La virtud moral, en efecto, tiene que ver con los placeres y dolores, porque por causa del placer hacemos lo malo y por causa del dolor nos apartamos del bien. De ahí la necesidad de haber sido educado de cierto modo ya desde jóvenes, como dice Platón, para poder complacerse y dolerse como es debido; en esto consiste, en efecto, la buena educación.
Son tres los objetos de preferencia y tres los de aversión.
- Lo hermoso / Lo feo.
- Lo conveniente / Lo perjudicial.
- Lo agradable / Lo penoso.
¿Qué es la virtud?
Pasiones | Facultades | Hábitos | |
¿Qué son? | Son los afectos que van acompañados de placer o dolor | Son aquellas en virtud de las cuales se dice que nos afectan esas pasiones | Son aquello en virtud de lo cual nos comportamos bien o mal respecto de las pasiones |
Ej. | El miedo, la ira, la apetencia, la envidia, la alegría, etc... | Aquello por lo cual podemos airarnos o entristecernos o compadecernos. | respecto de la ira nos comportamos mal si nuestra actitud es desmesurada o la vía y bien si obramos con mesura. |
¿Virtud? | No son pasiones ni las virtudes ni los vicios ya que no se nos llama buenos o malos por nuestras pasiones sino por nuestras virtudes y vicios. Además, sentimos ira o miedo sin nuestra elección, mientras que las virtudes son en cierto modo elecciones o no se dan sin elección. | Por idénticas razones a las de las pasiones podemos decir que las virtudes tampoco son facultades ya que, en efecto, ni se nos llama buenos o malos por poder sentir las pasiones sin más, ni se nos elogia o censura; además, tenemos esa facultad por naturaleza pero no somos buenos o malos por naturaleza. | Si las virtudes no son ni pasiones ni facultades, sólo queda que sean hábitos. Así queda dicho qué es la virtud de manera genérica. |
Las cosas que pasan por el alma son de tres clases, pasiones, facultades, hábitos y la virtud tiene
¿Qué clase de hábito es la virtud?
Toda virtud perfecciona la condición de aquello de lo cual es virtud y hace que ejecute bien su operación, por ejemplo, la excelencia del ojo hace bueno al ojo y su función.
La virtud del hombre será también el hábito por el cual el hombre se hace bueno y por el cual ejecuta bien su función propia.
En todo lo continuo y divisible es posible tomar más, menos o una cantidad igual (esto en relación a la cosa misma o a nosotros); siendo lo igual el término medio entre el exceso y el defecto. Se llama término medio de la cosa al que dista lo mismo de ambos extremos. Todo conocedor rehúye el exceso y el defecto ya que busca el término medio y lo prefiere, pero el término medio no de la cosa sino el relativo a nosotros.
En el temor, el atrevimiento la apariencia, la ira, la compasión y en general en el placer y el dolor, caben el más y el menos, y ninguno de los dos está bien; pero si es cuando es debido y por aquellas cosas y respecto a aquellas personas y en vista de aquellos y de la manera que se debe, entonces hay término medio y excelente, y en esto consiste la virtud.
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