Eutanasia: ¿Piedad o crueldad?
Enviado por babema • 18 de Octubre de 2015 • Ensayo • 4.020 Palabras (17 Páginas) • 196 Visitas
Eutanasia: ¿Piedad o crueldad? |
El derecho a morir dignamente. |
Bárbara Aragón Aguilante. 20/08/2015 |
La Eutanasia, el derecho a morir dignamente
Hace un tiempo bastante prolongado se viene discutiendo la despenalización de La Eutanasia, tema que puede ser visto tanto a nivel local como mundial. De hecho, uno de los países pioneros en aceptar la Eutanasia ha sido Holanda con leyes que avalan su despenalización, así como también se han incorporado a este pequeño grupo de favorecedores de este tipo de tratamiento Australia y Estados Unidos específicamente en el Estado de Oregón.
Pero para entender lo que se quiere exponer y lo que se quiere lograr con este método de poner fin a la vida es necesario definirla, y para ello, diremos que la palabra Eutanasia proviene del griego “Euthanatos” (eu, bueno, thanatos, muerte) que traducido es simplemente decir tener una buena muerte o una muerte dulce o una muerte por piedad, en un sentido más experto podríamos decir que es una muerte sin sufrimiento ocasionada a quien padece una enfermedad la cual no tenga cura y/o sea dolorosa.
Además de ese concepto central vienen asociado otros de gran relevancia como la vida digna entendida como el desarrollo dentro de los derechos y responsabilidades que el individuo debe de afrontar en un desenvolvimiento claro de sus facultades físicas, sociales, culturales y psíquicas para alcanzar su plenitud, por lo tanto, es claro que la perdida de esta calidad casi total en la que se encuentra una persona se traduce en que la vida que ha adquirido es mínima y no merece ser considerada como digna. Otro concepto es la muerte digna que es morir sin dolor por intervención médica directa o suicidio asistido.
En el marco de lo anterior es sumamente importante aclarar y hacer la diferencia en lo que es la Eutanasia y el suicidio asistido porque tiende a confundirse una con la otra. El primero, es en palabras simples el procedimiento en el cual es el médico el que suministra una droga letal para poner fin a la vida, en el segundo caso el papel que juega el médico es solamente proveer los medios necesarios para que el paciente ponga término a su vida, es decir, que en la Eutanasia el médico mete sus manos e inyecta el medicamento y en el suicidio asistido es el mismo paciente quien se quita la vida.
El tema tiene un campo de observación muy amplio como para abarcarlo completamente con muchas aristas que se podrían tomar, es por ello, que se dejaran fuera líneas fronterizas y se tomara el tema lo más puntual pero a la vez general posible.
En la actualidad este tema constituye una importante problemática para la sociedad y es estudiada desde diferentes puntos de vista, político, religioso, ético, filosófico, médico, social, entre otras, y cada parte da su perspectiva del tema en cuestión siendo un reto definirse a favor o en contra.
El tema en esta ocasión se abordara respondiendo a tres principales interrogantes favoreciendo la incorporación de un método digno:
- La persona como paciente y de manera autónoma, tiene (o no) el derecho a pedir acortar su vida debido al sufrimiento o bien por la irreversibilidad terminal de su enfermedad.
- La familia como representante del paciente en caso, por ejemplo un estado vegetal, puede solicitar este procedimiento al ver el sufrimiento e inviabilidad de vida normal del paciente y ser querido.
- Se debe respetar el deseo del paciente, de la familia y/o médicos al determinar morir de manera indolora y digna, en ese orden de importancia para efectuar el procedimiento, habiendo sido evaluado y entregada su “notificación” de enfermedad terminal o bien por sufrimiento que cualquiera de nosotros no podría soportar.
Pues bien, el derecho a la calidad de vida de una persona pasa por su salud física, psicológica, social, económica, por lo tanto, mantener una enfermedad de carácter grave conlleva muchos y variados costos para el paciente y su familia, monetario, afectivo, desgaste físico de él y su familia, así como también, el emocional. Así aparece como una solución razonable al padecimiento de todo un círculo familiar La Eutanasia.
Cuando se decide poner fin a una vida, acto que es irreversible hasta el día de hoy, es primordial que los profesionales involucrados en la toma de decisiones entiendan y tengan claridad respecto de los principios bioéticos que encuadran su actuar como la diferenciación y particularización de cada caso concreto con el fin de que la elección sea la mejor y que produzca menos daño y dolor al paciente y a su familia.
Es decir, tenemos en claro que La Eutanasia, en primer lugar, es un tema sumamente complejo y difícil que implica un delicado manejo, una ética e incluso empatía de la situación, en segundo lugar, debe ser individualizado cada caso, y en tercer lugar, la complejidad de llegar a consenso, probablemente hoy no es una prioridad pero si un tema que anda en boca, y si en algún momento se llegase a despenalizar la Eutanasia quizás esto no cambie y no evite el padecimiento sufrido de una persona que nació para vivir su vida hasta alcanzar su máxima expresión etaria pero sin duda alguna vendrá a calmar y a dar tranquilidad a una persona que dejando el egoísmo piensa en ella y en su entorno (familia).
Si bien, sabemos que la Eutanasia en Chile está en un limbo, puesto que hay personas que están a favor y también existen aquellas que están en contra, asunto que está bien porque todos tenemos opiniones distintas respecto a este tema. Lo que a mí respecta, debo decir, que mi postura frente a este tema es a favor de la Eutanasia con una salvedad: <
Que yo esté a favor de la Eutanasia no significa que esté en contra de la vida, más bien estoy a favor de que el paciente que tenga alguna enfermedad tan grave y que se sepa que es terminal, "pida" de manera autónoma, más que pedir, la exija porque es él quien decide su camino, puesto que, tiene dos rumbos, por un lado tiene el camino en el cual puede tomar una muerte digna, sin dolor y, por otro lado tiene aquel rumbo que lo llevará a seguir viviendo pero sabiendo que su enfermedad no tiene mejora, teniendo una esperanza de vida poco viable y con un dolor que se sintetiza a una continua tortura por el resto de los días que le queda. Si bien, es cierto decir que existen los llamados cuidados paliativos, que son aquellas atenciones a enfermos con patologías avanzadas las cuales requieren conseguir el máximo de atención médica para que el paciente y su familia consiga su bienestar y obtener aquellos recursos y medios disponibles como por ejemplo: los analgésicos, la alimentación, la ayuda respiratoria, la higiene, entre otros. Pero estos no son recursos gratuitos, es decir, el paciente tendría que pagar por esto, y así lo hace si tiene los recursos económicos a su disposición. Y por lo mismo y poniéndonos en el lugar de aquellas familias que no tienen los suficientes recursos, de algún modo, sería muy poco probable que el paciente pueda cubrir y solventar tal gasto por el resto de lo que su enfermedad le permita vivir.
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