LOS CUATRO ACUERDOS POR: DR. MIGUEL RUIZ

LOS CUATRO ACUERDOS POR: DR. MIGUEL RUIZ

INTRODUCCIÓN A LOS CUATRO ACUERDOS

Lo que ves y escuchas ahora mismo no es más que un sueño. En este mismo momento estás soñando. Sueñas con el cerebro despierto.
Soñar es la función principal de la mente, y la mente sueña veinticuatro horas al día. Sueña cuando el cerebro está despierto y también cuando está dormido. La diferencia estriba en que, cuando el cerebro está despierto, hay un marco material que nos hace percibir las cosas de una forma lineal. Cuándo dormimos no tenemos ese marco, y el sueño tiende a cambiar constantemente.

Nacemos con la capacidad de aprender a soñar, y los seres humanos que nos preceden nos enseñan a soñar de la forma en que lo hace la sociedad. El sueño externo tiene tantas reglas que, cuando nace un niño, captamos su atención para introducir estas reglas en su mente. El sueño externo utiliza a mamá y papá, la escuela y la religión para enseñarnos a soñar.

La atención es la capacidad que tenemos de discernir y centrarnos en aquello que queremos percibir.

ACUERDO 1: SÉ IMPECABLE CON LA PALABRA.

Las palabras son el instrumento más valioso que tenemos. Con el lenguaje no sólo comunicamos y describimos la realidad sino que también la creamos. Somos seres creativos por naturaleza, estamos creando constantemente.

Ser impecable con tus palabras significa no usarlas contra ti mismo. Si las usas contra los demás de alguna forma las estás usando contra ti también: estás contribuyendo a esparcir tu veneno y negatividad al mundo y, a fin de cuentas, todos formamos parte de un Todo mayor. Todos somos Uno.

He creado consciencia de cosas que no sabía qué hacía, que pensaba que tenía dominadas. He visto como utilizaba mis palabras como magia negra, para lanzar veneno. Sólo llevando esos actos a la luz puedo cambiarlos.

Cuando eres impecable con tus palabras las utilizas para contribuir al amor en el mundo y no al miedo. Te mantienes en congruencia con el propósito de tu Ser. Toda tu vida se encuentra alineada.

Recuerda que creas constantemente a través del lenguaje. Si honras tu palabra te conviertes en la palabra misma, en una persona íntegra.

ACUERDO 2: NO TE TOMARSE NADA PERSONALMENTE.

Cada uno de nosotros vivimos algo nuevo, algo diferente  y somos protagonistas de nuestro propio destino. Cada uno afronta su propia odisea viviendo su vida y resolviendo sus conflictos y sus miserias personales. Cada cual quiere sobrevivir el sueño colectivo y ser feliz. Y cada cual lo hace lo mejor que puede dentro de sus circunstancias y sus limitaciones.

Otros seres humanos sólo son figurantes en una errónea realidad que cada cual hace, crea o forja. Si alguien me insulta por la calle con casi toda seguridad no tiene nada o muy poco que ver conmigo; es simplemente su reacción a algo que está pasando fuera, como un mal día con su pareja o en el trabajo, una discusión con su hija, o más probablemente algún problema fisiológico  como preocupaciones, ansiedad, frustración e impaciencia.

Las exigencias e impaciencia de la pareja, de la vecina o de la amiga del supermercado, las críticas de tu hijo o en el trabajo, nada de eso es personal. Cada cual está reaccionando a su propia percepción.

Todos estos mensajes enviados por parte del Ego y del Juez interno lo único que evidencian es una falta de autoestima por nuestra parte, aunque el Ego piense lo contrario y nos quiera convencer de que reaccionamos así porque somos fuertes. Sentimos que nuestro autoconcepto o autoimagen se está viendo dañada y nos sentimos mal, no apreciados, muy expuestos ya que estamos tendiendo a interpretar y creemos confirmar nuestras propias inseguridades en los comportamientos que los demás tienen hacia nosotros con pensamientos como “Si ya lo decía yo que esta ropa no me sienta nada bien, no hay más que ver cómo me miran TODOS”. 

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