La República de Platón. La República es un dialogo que explica por partes lo que es el Estado ideal de Platón

LA REPUBLICA – PLATÓN

Platón nació en Atenas en el año 427 a.C. en el seno de una familia noble, aristocrática. Nace justo en una época en que se suceden una serie de crisis políticas (guerras principalmente), exactamente justo al termino del Peloponeso, guerra en el que Atenas se enfrentó a Esparta, todo ello ocurrido durante el conocido siglo de Pericles (478-432 a. C.), un “gran esplendor político”.

A sus 20 años de edad, conoce a su maestro Sócrates, quien fue maestro de Platón, el cual vivió desde 470 a.C. hasta 399 a.C. Con él empieza el verdadero florecimiento de la filosofía griega, motivo por el cual es influyente en las obras de nuestro autor.

En contexto, Sócrates es ejecutado con algún tipo de veneno tras un juicio en el que se le acusaba de impiedad y corromper a los jóvenes de Atenas; aunado a la injusta muerte de su maestro, se encuentra la decadencia de la democracia ateniense con la presencia de la dictadura de los 30 tiranos, lo cual lo impulsa rotundamente a dedicarse a la filosofía abandonando sus intereses iniciales, la política, ya que a partir de estas experiencias, pretendió crear una forma de estado justo en la que los gobernantes fueran sabios filósofos y ni políticos tiranos.

Para ello, Platón adopta los “ideales” de su maestro, de los cuales se encuentran tres puntos fundamentales presentes en el desarrollo de todas sus obras, las cuales son:

1. Se defiende el valor de la  IGNORANCIA porque da origen al dialogo y al deseo de saber, logrando así una disputa con un objetivo determinado y útil.
2. La VERDAD es siempre objetiva y por tanto, universal.
3. Postula la defensa de los VALORES MORALES UNIVERSALES a los que el ser humano se debe acatar.  

Además de la fuerte influencia de su maestro, Platón también realizo numerosos viajes que fueron enriqueciendo su conocimiento, y por tanto sus ideales para un mundo perfecto, así, puedo mencionar su viaje a Siracusa, un lugar en donde intentó implementar su estado justo, o su viaje a Sicilia, lugar en el que recibe la influencia de las ideas de otros filósofos de la época, como:

1. Pitágoras: Que implica la importancia de las matemáticas y la geometría en diferentes situaciones y lugares.
2. Parménides: Que trata sobre el ser, el cual puede ser aprehendido mediante la razón o logos y cuya característica es ser inmutable e imposible que no sea, puesto que nada surge de la nada.
3.  Heráclito: Quien trata sobre el alma, exponiendo que nada es estático y no dura para siempre.
4. Empédocles: El planteaba que todo surge de los cuatro elementos (agua, fuego, tierra y aire).

Cuando estuvo de vuelta en Atenas, creo La Academia, el primer centro de formación política e intelectual de los jóvenes griegos, en el cual destaca principalmente Aristóteles, pues fue su discípulo más importante y quien estuvo mayormente influenciado por las ideas tanto socráticas como platónicas.

Como bien he mencionado, siendo Sócrates el personaje principal de sus diálogos, él es quien aparece como si relatara la historia viviéndola al mismo tiempo; para ello y para efectos del presenta trabajo, hablare de uno de estas obras, específicamente La Republica, obra que se encuentra situada en la época de madurez de Platón y trata de su concepción del arte, la inmortalidad, la virtud, el bien y el mal, aunque realmente sobresalen lo político, la sociedad, y la justicia, tratando de dar a esta una definición en concreta.  Según Platón, la justicia en el individuo consiste en el acuerdo de las tres partes del alma:

1. El alma racional: Representada por la sabiduría, la prudencia y la razón que busca alcanzar el conocimiento a través de la ciencia.
2. El alma irascible: Representada por el valor y el ánimo y controlando la capacidad para organizar acciones en función del apetito.
3. El alma concupiscible: Representada por la moderación y el apetito.

En la sociedad también existe la justicia, que consiste en el acuerdo de los tres grupos sociales existentes, de los cuales:

1. Gobernantes: Pertenecientes al alma racional.
2. Soldados: Pertenecientes al alma irascible.
3. Artesanos: Perteneciente al alma concupiscible.

Acorde a esta teoría, existen otras totalmente contrarias a ella, principalmente del filósofo Friedrich Nietzsche, quien dice que Platón no hizo más que desprestigiar al mudo terrenal, pues no consideró real o puramente los valores superiores existentes.

Este filósofo contemporáneo plantea un contra movimiento respecto a Platón, pues concibe como necesario la transvaloración de los valores, es decir, voltear la jerarquía de los valores universales para que, con la voluntad del poder, el hombre pasara a ser u “superhombre” que fuera capaz de generar sus propios valores que le permita ser el amo del universo; el dueño de sí mismo.

Con esta breve idea planteada, se puede ver claramente como este filósofo contemporáneo contrasta drásticamente con las ideas que Platón desarrolla a lo largo de su dialogo, pero ahora, ¿Qué es lo que Platón plantea en su obra La Republica? Pues bien, ahora pasare a un breve análisis de ello.

La República es un dialogo que explica por partes lo que es el Estado ideal de Platón, lo que en realidad debería ser el mismo para que el hombre encuentre la felicidad y desarrolle su moralidad de la manera correcta.

Inicia con el Libro I, el cual se desarrolla en la disputa que Sócrates mantiene con Céfalo, Polemarco y Trasímaco, cuyo objetivo es definir lo que es la verdadera justicia. Para ello, Céfalo, un viejo sofista, plantea que la posesión de riquezas ayuda a no engañar y mucho menos a mentir, puesto que puede pagar todas las deudas a los dioses y a los hombres para salir libres y justos del mundo terrenal. Con esta idea, plantea que la justicia “consiste en decir la verdad y dar a cada uno lo que le pertenece”.

Sócrates por el contrario, explica que si se diera una situación en la que un hombre en su sano juicio entrega sus armas a un amigo y luego las reclama habiendo éste enloquecido, sería injusto entregárselas puesto su situación y así como sería injusto decirle la verdad del estado en el que se encuentra.

Puesto que este concepto de justicia solo podría aplicar a un determinado número de casos, es una idea del todo rechazable, a lo que Polemarco, hijo de Céfalo, plantea que la justicia según Simónides, es “hacer bien a los amigos y mal a los enemigos”, pero Sócrates explica que muchos de los que creemos amigos no son más que enemigos engañándonos a conveniencia, además de que el hombre justo no puede hacer mal a otro, sea cual sea la situación que se esté desarrollando.

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