La republica es uno de los diálogos más importantes que escribió Platón
Enviado por teclitabip • 28 de Noviembre de 2016 • Reseña • 1.387 Palabras (6 Páginas) • 322 Visitas
La República
La República es uno de los diálogos más importantes que escribió Platón, en donde expresa su concepción del arte, lo político, la sociedad, la justicia, la inmortalidad, la virtud, el bien y el mal.
La República expone el Estado ideal de Platón, lo que debería ser, para que el hombre encuentre felicidad y desarrolle su moralidad.
El texto empieza con las reglas o normas que debe haber, poniendo que debe decirse y como se debe decir.
Se empieza por borrar algunas partes de los poemas de Homero y otros poetas, que hablen sobre los mitos que denigren las cosas del Hades, así como todos aquellos nombres terribles y formidables de Cocito, Estigia, Manes, Espectros y otros semejantes que al escucharlos producían escalofríos, se les pedía remplazarlos tanto en la poesía como en las conversaciones, por otros de tipo contrario, suprimiendo los gemidos y las lamentaciones atribuidos a los hombres famosos.
Se pretendía que no se viera como algo terrible a la muerte, ni se lamentará y gimiera por ella, un hombre tenía que ser feliz consigo mismo, que no necesitara de otro para serlo, para que así al verse privado de los que le rodean y seres queridos, llevara con la mayor ecuanimidad su muerte o cualquier desgracia.
Quedaban reservadas las lamentaciones y gemidos a las mujeres y hombres despreciables, por el contrario aquellos que pretendían ser educados en defensa del país tenían que repugnar este tipo de acciones.
También quedaba prohibido representar a los dioses, lamentándose, gimiendo o abandonados al desenfreno por la risa.
La mentira solo sería permitida a los magistrados de la ciudad, cualquier otro miembro seria castigado.
Aplaudirían, las acciones descritas en el texto de Homero, como la obediencia y el temor de los particulares a sus jefes.
No se podía permitir a personas que aceptaran regalos a cambio de algo y fueran amantes de las riquezas.
Se quitarían de los textos de Homero, aquellas partes en donde se afirmaran cosas deshonrosas de los Dioses. No se permitiría que algún héroe o hijo de un Dios cometiera horrendas y sacrílegas cosas, por ello obligarían a los poetas a confesar que no habían sido ellos los que cometieran esas cosas.
Discursos y narraciones.
En los discursos se examinaría de manera completa el que y el cómo debía hablarse.
En cuanto a la imitación que caracterizaba a los relatos de homero y otros poetas habría una restricción, porque se permitiría imitar todo aquello que fuera conveniente adquirir como la templanza, piedad, libertad y todo lo demás semejante, pero no podían imitar lo que fuera torpe o vil, ni se consentiría a aquellos que debían ser varones cumplidos, imitaran a una mujer, joven o vieja, injuriosa para con su marido, o que se pretenda rivalizar con los dioses, que se abandone en la desgracia en lamentaciones o quejas y mucho menos a la que está enamorada, enferma o con dolores de parto. Ni tampoco a las mujeres u hombres y esclavos en sus actos serviles. Así como las palabras o actos de locos como imitar a algún animal o el murmullo de los ríos el estruendo del mar, de los rayos o cualquier ruido semejante.
El hombre mesurado, tratara de imitar al hombre de bien en el acto de conducirse, y no se avendrá a imitar seriamente a quien le sea inferior.
Regresando a la narración, adquiriría el modo antes descrito, debe de haber poca imitación y gran discurso, cuanto sea de calidad más mezquina mayor será su tendencia a imitarlo todo. Habrá pues dos formas de expresión: la primera tendrá ligeros cambio, la segunda será todo lo contrario se quedará como está aunque era la más agradable por los niños, sus pedagogos, y la mayoría de las multitudes no podía permitirse ya que no se ajustaba a la republica pensada.
El canto y la melodía
La melodía se compone de tres elementos: la palabra, la armonía y el ritmo.
En lo que ataña a las palabras, no ha de encontrarse alguna diferencia entre las que se cantan y las que no, por eso deberían articularse conforme las normas antes establecidas. Y en cuanto a la armonía y el ritmo debían acomodarse a las palabras, como no hay necesidad de quejas ni lamentaciones en los discursos tampoco habrá necesidad en los cantos, en consecuencia la lidia mixta, la lidia sostenida entre otras semejantes, serian suprimidas, solo quedaran la doria y la frigia.
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