Paradigmas e instituciones PARADIGMAS, REGULARIDAD MASONICA Y OTROS PECADOs

PARADIGMAS, REGULARIDAD MASONICA Y OTROS PECADOS….

(parafraseando a Eduardo del Río  “Rius”)

La mayoría de nosotros, tenemos claro que es un paradigma, para decirlo facilmente, es una idea que direcciona el pensamiento o el actuar en alguna circunstancia;  de acuerdo al dicionario paradigma proviene del griego paradeigma y el latín paradigma, cuyo significado es ejemplo o modelo. Es empleado para indicar un patrón, modelo, ejemplo o arquetipo. Es la forma en la que interpretamos la realidad y para Thomas Kuhn, a finales de 1760 es  el conjunto de prácticas que definenen a una disciplina científica.

 Lo que no todos sabemos, es como nace un paradigma, porque llegamos a actuar como lo hacemos, porque reaccionamos de cierta manera, esto es porque, cuando llegamos a la función, el reparto ya estaba asignado. Nos quedamos pues, con que hay que actuar, comportarse y asumir roles e ideas sin preguntar. Porque así se hace , porque así nos enseñaron y esos antes que nosotros, hasta perder la cuenta. Y como se dice coloquialmente, los hábitos se hacen leyes y lo que es peor, forman instituciones.

Las llamadas “instituciones totales” se asumen como los defensores de dicho paradigma y lo llevan a sus ultimas consecuencias, es decir, no la institución propiamente dicha , sino quienes le integran, esto es , estos seres, que por obra y gracia de la institucionalización, se encuentran repitiendo prácticas, sin haberlas cuestionado nunca pero que harán lo imposible por imponerlas, es el peligro del fundamentalismo, y para muestra la inquisición.

Y no se crea, que esto es característico de las mentes poco cultivadas,  no, una institución de tal manera permea en la conducta del ser humano, que podemos encontrar actitudes funcamentalistas, no solo en la religión, sino también en la ciencia, en el gobierno, en el ejército, en la escuela.

Las institciones por su parte, instituyen, por decirlo así, es ciertos habitos, costumbres, rituales, comportamientos, eso que les identifica, representa y nombra como no, a sus sumos sacerdotes, porque parece ser, que el ser humano, siempre necesita su pastor, no confian en su conciencia y su libre albedrío, reitero, no solo en las religiones, que es un ejemplo perfecto, pero también lo es la familia, las instituciones cientificas, el gobierno y sus partidos políticos, el ejército. Instituciones todas, que tienen jefes máximos y toda una parafernalia para que se sepa quienes son y lo que puedes esperar de ellos.

Las instituciones, todas, tienen medios de control, algunos, sutiles otros absolutamente corecitivos, pero todos se basan en un sistema de premios y castigos, con los cuales esperan limitar el espectro de acción de sus seres instituidos, el padre: si te portas bien, te compro un juguete, el cura, si te portas bien, irás al cielo, el gobierno, si te portas bien, te bajo el costo de la gasolina, el ejército, si se portan bien, no los arresto. Y si nos portamos mal? Te arresto, te mando a tu cuarto, te vas al infierno, o vas a la cárcel. Y hete aquí, que el triste ser humano se la pasa viendo a que horas se podrá portar tantito mal sin que se de cuenta el cura, el padre, el presidente, la señora o el marido , hasta el fin.  El ser humano se encuentra desde la cuna, instituido, se reconoce y objetiva mediante la pertenencia a determinado grupo, así decimos: yo soy científico, yo soy maestro, yo soy peluquero, etc, no decimos yo soy fulano o fulana de tal, sino que anteponemos el titulo de pertenencia a tal o cual entidad, que a más de todo, existe aún sin que haya necesidad de un espacio o edificio material. Nos sobrevive, nos condiciona y nos limita. Esto es a lo que René Kaes llamaba, el sufrimiento de las instituciones.

Y de lo que sabemos de los paradigmas y las instituciones, es poco pero es algo, lo que menos aún sabemos muchos, pero tendríamos que habernos dado cuenta, es de que los paradigmas y las instituciones, mueren, en el último de los casos, y si se ponen las pilas, solo se transforman, lo cual ya es un salto gigantesco.  Porque mueren los paradigmas y las instituciones? Porque en este mundo, y no lo digo yo sino la diálectica, desde Heraclito, cuando dijo que nadie se baña dos veces en el mismo río;

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