UNA PEQUEÑA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

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UNA PEQUEÑA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

Nuria Sánchez Marina

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Capítulo 1

El hombre que hacía preguntas

Sócrates y Platón

Sócrates.

“Para él, una conversación en la que todo el mundo terminaba dándose cuenta de lo poco que sabía era un éxito.” (pág.8)

Sócrates solía deambular por la plaza del mercado, deteniendo a personas y haciéndoles preguntas incómodas. Estas preguntas parecían sencillas, pero en el fondo no lo eran. Con ellas les demostraba a las personas que en realidad no sabían lo que creían saber.

No cobraba por sus servicios pues aseguraba que él no sabía nada y, por lo tanto, ¿cómo iba a enseñar algo?

Para él la sabiduría consistía en comprender la verdadera naturaleza de nuestra existencia.

Conocemos sus ideas y las cosas sobre las que discutía gracias a si pupilo estrella, Platón.

Platón.

“Hay una diferencia significativa entre la apariencia y la realidad. La mayoría de nosotros confundimos apariencia con realidad.” (pág.10)

No se sabe si lo que Platón escribió era lo que Sócrates realmente dijo o sus propias ideas puestas en boca de un personaje, Sócrates.

Los filósofos, en vez de confiar en sus sentidos, descubren la naturaleza de la realidad gracias al pensamiento.

Platón es conocido por el mito de la caverna. Esta historia de la caverna está relacionada con lo que se conoce como la Teoría de las Formas de Platón.

Platón creía que, puesto que a los filósofos se les da bien pensar sobre la realidad, eran ellos quienes debían ostentar el poder político.

Capítulo 2

La verdadera felicidad

Aristóteles

“Unos pocos momentos de placer no constituyen la verdadera felicidad.” (pág.15)

Rechazó la Teoría de las Formas de Platón y defendía que debíamos vivir en busca de la felicidad.

Eudaimonia (tener éxito o florecer) no consiste en los momentos fugaces, es algo más objetivo. Los seres humanos también podemos florecer, tomamos nuestras propias decisiones.

La mejor vida para el ser humano es aquella que utiliza los poderes de la razón.

Confiar en la autoridad de otra era algo completamente contrario al espíritu de su investigación.

Capítulo 3

No sabemos nada

Pirrón

“Nadie sabe nada, y ni siquiera eso es seguro.” (pág.21)

Fue la principal enseñanza del escepticismo. Los escépticos evitaban tener opiniones firmes sobre nada.

Pirrón intentaba no dar nada por sentado. No podemos fiarnos de nuestros sentidos, a veces pueden engañarnos. Decidió no fiarse nunca de ellos.

Todo escéptico extremo como él necesita el apoyo de gente menos escéptica para sobrevivir.

Pirrón puso en práctica una filosofía de indiferencia total.

Su planteamiento filosófico se acerca al de un místico. Nadie conocerá nunca la naturaleza última de la realidad.

Capítulo 4

El sendero del jardín

Epicuro

“Parece algo natural sentir cierta inquietud ante la idea de no existir” (pág.27)

Defendía que sentir miedo a la muerte es una pérdida de tiempo y que está basado en una lógica pésima. Pero que una vez superado el miedo, disfrutarás mucho más de la vida.

Argumentaba que, si no nos preocupa nuestro tiempo antes de nacer, tampoco debería hacerlo el de después de nuestra muerte.

Capítulo 5

Aprendiendo a despreocuparse

Epícteto, Cicerón, Séneca

Epícteto.

“Solo deberíamos preocuparnos por las cosas que podemos cambiar” (pág.34)

A los estoicos de los conocía por sus ideas sobre el control mental. Su objetivo era alcanzar la serenidad mental. Aunque lo que suceda no esté bajo no nuestro control, nuestra actitud sobre ello si lo está.

Cicerón.

“El envejecimiento es inevitable.” (pág.35)

Sostenía que, aunque el envejecimiento es inevitable, podemos elegir como reaccionamos ante este proceso y como lo afrontamos.

El cuerpo y la muerte no tienen por qué deteriorarse de forma drástica si se ejercitan.

Séneca

“No se suele oír a la gente quejarse de que la vida es demasiado larga.” (pág.36)

Para él el problema no es lo corta que es nuestra vida, sino lo mal que la mayoría empleamos el tiempo del que disponemos.

No deberíamos pensar en que la vida es demasiado corta, sino intentara aprovecharla al máximo.

Capítulo 6

¿quién maneja nuestros hilos?

Agustín

“Dios permitía la maldad en el mundo.”

Para aquellos que creen en la posibilidad de pasar la eternidad en el infierno, cometer un error filosófico puede tener terribles consecuencias.

A Agustín le atormentaba la idea de que existiera un Dios bueno y todopoderoso que permitiera el mal. Si no puede impedirlo es que en realidad no es todopoderoso y que su poder tiene límites. Si es así, y no detiene el mal, ¿es realmente bueno?

Es de suponer que, si todo proviene de Dios, el mal también.

La existencia del libre albedrío es la capacidad humana de escoger qué hacer a continuación.

Capítulo 7

La consolación de la filosofía

Boecio

“La felicidad es un estado mental, no del mundo.” (pág.47)

Consideraba la filosofía una especie de autoayuda.

La mujer, la filosofía, le aconseja. La suerte siempre cambia, y no debería sorprenderle. El mensaje es que las riquezas, el poder y el honor no sirven de nada, puesto que tal como llegan, se van.

El aprendizaje es una rememoración de ideas que ya teníamos.

Si Dios lo sabe todo, difícilmente puedo tener libre albedrío. Y si no podemos elegir nuestros actos, ¿qué sentido tiene castigarnos o recompensarnos por ellos?

Capítulo 8

La isla perfecta

Anselmo y Aquino

Anselmo.

“El hecho mismo de tener una idea de Dios, demuestra su existencia” (pág.51)

Un argumento apriorístico, que no depende de ninguna observación, para alcanzar sus conclusiones. Con este tipo de argumentos intentaba demostrar la existencia de Dios.

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