1.5. CAPACIDADES NATURALES DEL INDIVIDUO. Todas Las Personas Tienen Un Importante Potencial Constituido Por Las Capacidades Y Habilidades Con Las Que Nace Y Las Que Desarrolla Y Las Que Adquiere A Lo Largo De Su Vida. Ese Potencial Está En Relación Dire
Enviado por MIKEANYELO • 28 de Agosto de 2014 • 1.629 Palabras (7 Páginas) • 4.161 Visitas
1.5. CAPACIDADES NATURALES DEL INDIVIDUO.
Todas las personas tienen un importante potencial constituido por las
capacidades y habilidades con las que nace y las que desarrolla y las que
adquiere a lo largo de su vida. Ese potencial está en relación directa con todo
lo que nuestro cerebro nos permite hacer, pero en la misma medida también
depende de nosotros mismos, de cada uno de nosotros, nuestra personalidad,
experiencias y vivencias. Después también debemos tener en cuenta a las
personas que conocimos y con las que nos relacionamos a lo largo de nuestras
vidas, las que nos acompañan, las que nos encontramos, las que nos
educaron, las que nos amaron y a las que amamos.
Pasado, presente y futuro, experiencias, sentimientos, relaciones, e incluso la
forma en la que sentimos y vivimos cada experiencia forma parte de cómo
somos y de lo que hacemos con ese potencial. Pero siempre en primer plano, y
pases lo que pase, somos nosotros los que lo poseemos:
Cada Uno de nosotros
Todos
Una parte importante de ese potencial se utiliza día a día, se detecta, identifica
y aprovecha de forma práctica y cotidiana. Es lo que nos permite aprender,
tomar decisiones, actuar y relacionarnos con los demás. Es esa parte de
nuestro cerebro que siempre, o casi siempre, está funcionando.
Ese aprovechamiento del potencial humano es lo que llamamos Recursos
Naturales del Individuo. Todos los tenemos y prácticamente desde el primer
instante de nuestro nacimiento iniciamos su aprovechamiento. A veces con un
gran esfuerzo y otras veces casi sin darnos cuenta, vamos generando
recursos, aprendiendo a hablar y a expresarnos, a ver y comprender el mundo
que nos rodea, a encontrar y contactar con otros.
Otra parte de ese potencial lo intuimos. Sabemos que está ahí por que
constantemente vemos su rastro, ya sea en nosotros mismos o en otras
personas. Es lo que habitualmente conocemos como aptitudes. Es decir las
tendencias naturales que una persona tiene para realizar determinadas
actividades con mayor acierto que los demás. Las aptitudes son, en realidad,
una manera intuitiva de aplicar y utilizar ese potencial en una actividad
concreta. Cuando el aprovechamiento del potencial coincide con un trabajo o
profesión lo bautizamos como vocación.
Sin embargo, no todos llegamos a identificar, o darle salida a nuestro potencial
en forma de aptitud o vocación, quizá por que no a todos les aflora a la
superficie de forma evidente, o quizá por que no todo el mundo tiene los
medios suficientes para hacerlo aflorar.
Pero sería un error limitar el potencial humano a las aptitudes y la vocación. El
motivo es sencillo: Aunque sólo unos cuantos poseen o encuentran éso que
llamamos aptitudes o vocación, el potencial es algo tan común y natural como
tener cerebro y saber utilizarlo
¿Saber utilizarlo? No, no se trata de una ironía malintencionada, sino de una
sutíl realidad.
Todos tenemos un pequeño, pero extraordinario, cerebro humano en nuestra
cabeza, y sólo por el hecho de estar ahí, ya está funcionando. El cerebro regula
las funciones vitales de nuestro cuerpo y también nos permite sentir, ver,
desplazarnos, actuar e interrelacionarnos con el mundo que nos rodea. Junto a
estas funciones vitales, sensoriales y de acción, realizamos otras muchas. Por
lo tanto, el hecho de tener cerebro y que funcione no es lo mismo que saber
utilizarlo.
Desgraciadamente se generan tal cantidad de barreras laberínticas, propias,
sociales, emocionales, relacionales y culturales, a
superar que la mayoría
abandonamos nuestros sueños, nuestras ilusiones y destrezas, y ponemos a
dormir ese potencial en cuanto conseguimos la base principal de subsistencia
que nos marca la sociedad.
Todos queremos más, estar mejor, hacer las cosas lo mejor posible. Tenemos
las herramientas más importantes para conseguirlo, pero nadie nos dice cómo.
En realidad, la expresión "saber utilizarlo" se refiere a esas actividades que se
realizan de forma consciente e intencionada y que su realización, en ese
momento, supone un auténtico reto para nosotros.
Un reto es siempre algo difícil y novedoso, que implica la conquista de un logro
al que hasta entonces no habíamos llegado y que se alcanza de forma
excepcional, concentrando todos los recursos disponibles y necesarios. Esa
conquista de algo nuevo y complicado exige saber utilizar nuestras
capacidades de forma diferente, desarrollar otras, y aplicar y amoldar las
herramientas o recursos de los que disponemos según las características del
reto al que nos enfrentamos. El uso o el aprovechamiento inadecuado de esas
herramientas y recursos puede provocar la pérdida de la nueva conquista, por
lo tanto para superar cualquier reto no sólo hay que tener cerebro, sino también
saber utilizarlo.
El problema es que los retos, al igual que la autosuperación,
están cargados
de fuertes connotaciones subjetivas, y con frecuencia lo que es un reto para
algunas personas, no supone ningún esfuerzo para otras. Por ese motivo,
aunque existen multitud de situaciones y vivencias que podrían ser consideras
por sus protagonistas como auténticos retos, al hablar del potencial humano es
más fácil centrarse en aquellos que pueden tener un reconocimiento
psicológico generalizado. Como por ejemplo los retos del ámbito laboral.
Por ejemplo: Al margen de la motivación y el entusiasmo que impulsa la
vocación, las aptitudes o el gusto por un determinado trabajo, existe una
inmensa mayoría de personas que ha tenido que adaptarse, aprender y aceptar
una actividad que puede que no les llene espiritualmente,
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