Amigo O Amante

¿Amigo o amante?

Comenzare definiendo primero el concepto que es fundamental para entender el problema, éste es el amor. El amor no es otra cosa que la búsqueda del alma de una unidad y de la identidad de lo bello y en lo que podemos considerar perfecto y también como el gusto que nos proporciona el placer que nos promete la belleza corporal que posee el objeto amado.

Como se puede ver el amor está demasiado ligado a la belleza que el alma aprecia de un objeto o ser que se quiere corresponda al alma. La belleza, normalmente llega al alma a través de uno de los varios sentidos que posee el hombre: la vista. La vista del poseedor del alma enamorada le hace llegar a ésta, la imagen de un cuerpo, si el cuerpo es interpretado por el alma como el ideal de la misma, crea el recuerdo de la esencia llamada belleza que le parece más correcta al alma y es así cuando se crea el amor y se crea el alma un sentimiento de veneración.

Ahora bien, aunque la belleza del cuerpo es como una especie de alimento que hace que el alma quiera volver a tener alas y volar para estar libre, el cuerpo es inferior al alma, ya que cuando se pierden las alas del alma, ésta baja hasta alcanzar algo sólido donde se instala y toma un cuerpo terrenal que es el que estará en el cuerpo de la persona que se enamora del cuerpo de un ser. El alma, normalmente considera a la belleza del objeto amado como un reflejo de la belleza en el aspecto supremo, divino, y espiritual.

Este diálogo entre Fedro y Sócrates, comienza cuando Sócrates le pregunta a su buen amigo Fedro de donde viene y hacia dónde se dirige.

Éste le contesta, estuve con Lisias, conversando sobre un discurso escrito por él y regalado a Fedro, Sócrates intrigado sobre aquel ya mencionado texto, le pregunta a Fedro sobre el tema de su conversación con Lisias.

Así comienza el diálogo, sobre el discurso de Lisias, habla sobre el amor y el enamoramiento. Fedro le sugiere a Sócrates ir a caminar y encontrar un sitio donde sentarse para escuchar los argumentos que Lisias pone en su discurso, Fedro tenía en su poder este texto.

Encontrando un excelente sitio donde descansar y meter los pies en un arroyo, bajo la sombra de un plátano, comienzan a hablar sobre la mitología y las historias contadas ,sobre aquel majestuoso árbol, usando su sombra, se recuestan para discutir sobre el discurso, entonces Fedro comienza a leerle el dichoso y tan esperado discurso de Lisias.

“ … Lisias sostiene que bebe conceder sus amores

más bien al que no ama, que al que ama…”

Dicho esto, los amantes al estar cegados por el amor, se encuentran en un estado de delirio y locura no dejándose dominar, dejándose llevar así con sus máximas pasiones y deseos. Sin embargo, por otro lado, los amigos, se entregan por cariño, sin dañarse el uno al otro, teniendo así una relación recíproca y con sentimientos involucrados puros y buenos, por ejemplo al mencionar que un amigo siempre deseará tu bien y el bien de la gente de tu entorno, por el contrario al amante, deseará lo peor, odiará y maldecirá a todo aquel involucrado en tu entorno, por los celos, por el deseo y la posesión hacia el amado.

Pero los que no tienen amor no tienen jamás de que arrepentirse, porque no es la fuerza de la pasión la que les ha movido a hacer a su amigo todo el bien que han podido, sino que han obrado libremente, juzgado que servían así a sus más caros intereses.

El amigo es tan solo un tipo de amante que comparte favores con su amado sin contemplación, sin presiones, sin remordimientos.

Citando un ejemplo, el amante en algún momento de la relación se arrepentirá de a verle dado gusto a su amado en todo lo pedido. Realmente el amante no actúa libremente en cuanto a lo que el dese pues si no le parece al amado lo realizado podrá desatarse una discusión.

Por otro lado de la perspectiva el amante reclamara al amado, aunque cumpla tus deseos soy juzgado o simplemente no logro darte gusto aunque sea mi objetivo, pero si no se cumple el deseo del amado nacerá un sentimiento de culpa.

“…Se alegara quizá a favor del amante, que su amor es más vivo que una amistad ordinaria, que está siempre dispuesto a decir o hacer lo que puede ser agradable a la persona que ama, y arrostrar por ella el odio de todos…”

Tal vez el sentimiento de afección del amante es más fuerte que el del amigo, puesto, que la belleza le ha provocado a su alma, la oportunidad de obtener de nuevo las alas y con ello la esperanza de alcanzar la divinidad. Este es un punto a favor del amante, pues su sentimiento y deseo es más grande, pero también representa un punto en contra, si el alma del amante logra hallar a un cuerpo con una belleza más atractiva, el cuerpo que ya posee, no dudará en dañar al amor al gobernado ayer a causa de la petición del nuevo sentimiento.

Sócrates comienza a hacer una fuerte crítica sobre el discurso que tanto le había gustado a su amigo Fedro; el cual, algo enojado, le dice a Sócrates, demuéstrame la influencia de un discurso, compitiendo con el de su amigo Lisias, obligándolo con un juramento a comenzar a realizar su crítica mejorada que compitiera con el discurso de su amigo.

Que el amor es un deseo, es una verdad evidente; así como es evidente que el deseo de las cosas bellas no es siempre el amor.

Sócrates

Lo planteare desde el deseo, es uno de los componentes del apetito y no sería necesariamente irracional, por el contrario, podría ser un acto premeditado, tiene como objeto algo sobre lo expuesto. En este sentido, llamado elección o preferencia sería un deseo deliberado. Del deseo surge la Pasión, es una afección experimentada por el individuo y a la cual no puede sustraerse fácilmente. Podemos definirla como un estado afectivo, experimenta el individuo de forma duradera e intensa, no ha sido elegido por él.

Muy racionalmente sustento, cuando se desencadena una pasión a largo plazo va creando el amor y es así como Sócrates se atreve a llegar a esa conclusión.

He aquí, joven querido, las verdades que debes meditar sin cesar, no

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