Artes y Humanidades. El Renacimiento

Informe 3 Core Artes y Humanidades

El Renacimiento

El renacimiento es un movimiento artístico y cultural de suma importancia en la historia, tanto de la humanidad como la del arte. Su origen se sitúa en Italia a finales del siglo 14 cuando la sociedad llama a volver el foco hacia los valores y practicas perdidas antes del inicio de la edad media, época antecesora al renacimiento. De los principales ideologías que se desarrollan y encamina en defender este movimiento son: el individualismo, entendido como el desarrollo y reconocimiento personal tanto de los artistas como de quienes mandaban a pedir obras para representarse en ellas; el racionalismo, impulsor de la búsqueda constante de nuevos conocimientos mediante el raciocinio y practica empírica; y el más determinante, el humanismo, prácticamente el eje central del renacimiento, el cual posicionaba al humano y su representación “perfectamente natural” alejándose cada vez más de la fuerza incontrolable que trataba de asemejar lo artístico y lo bello a lo divino e inalcanzable. Esta época fue la cuna de muchos pintores, retratadores y escultores que marcaron para siempre la historia del arte, tanto así que hasta el día de hoy sus técnicas precisas y de características puras son estudiadas, ya que es muy interesante como para el nivel de tecnología que mantenían, el resultado de sus obras era prolijo y hasta intimidante. El renacimiento se prolongo hasta el siglo 16, expandiéndose por prácticamente por toda Europa dejando a destacados artistas, tales como: Rafael, Miguel Ángel, Bernini, Botticelli y Artemisia Gentileschi. Cada uno de ellos relevante para la historia del arte y para este movimiento en particular gracias a sus distintas obras, las cuales serán analizadas lo suficiente como para notar similitudes y diferencias.

En primer lugar, analizando los trabajos de Rafael, podemos encontrar a un pintor muy dotado de habilidades artísticas encargado de representar múltiples escenas importantes para la historia de la humanidad. Si bien fue encargado de retratar situaciones ligadas a la religión, por ejemplo la obra del desposorio de la virgen, una de las principales obras de este autor es La Escuela de Atenas, donde retrata a las principales figuras de la antropología, marcando un enorme simbolismo ligado al humanismo, ya que representa la filosofía, entendida como el estudio del hombre. Sus obras o “Frescos” mantenían un trabajo matemático importantísimo, ya que era propio del artista y el movimiento el uso de perspectiva para crear profundidad tridimensional en un plano bidimensional, reestructurando la manera de ejecutar la virtud artística. En las obras de Rafael podemos notar esta tendencia de retratar al humano de forma natural, tanto en su disposición corporal como en su expresión facial, dejando atrás los cánones que simbolizaban belleza y perfección antes del inicio de la edad moderna. Dentro de esta misma línea podemos contrastar una similitud importante entre las obras de Rafael y las esculturas de Miguel Angel. Este ultimo era considerado un genio en su actividad, caracterizado por su fijación enfermiza por la perfección y los detalles. La similitud recae en la importancia de la disposición corporal y fácil de sus esculturas, ya que en ellas se encontraban los simbolismos que albergaban las intenciones y sentimientos detrás de la escena retratada. De igual manera, Miguel Angel debía incurrir en un trabajo matemático para lograr las proporciones perfectas que caracterizan su obra, es pertinente señalar que aparte de ser un genio como artista, su multidisciplinariedad lo llevaba a ser un maestro de

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