Axiología Práctica
Enviado por fraluis • 27 de Mayo de 2015 • 1.170 Palabras (5 Páginas) • 141 Visitas
AXIOLOGÍA
-Su integración en la práctica pedagógica-
¿Es posible vivir los valores en nuestro día a día? ¿Son reales y necesarios? O, ¿es una falacia que quiere nublar el entendimiento y la libertad? Estos y otros muchos cuestionamientos acechan en nuestra quehacer por la creciente incertidumbre que vivimos, o ante la escalada de violencia de la que somos testigos, o ante el desvío ideológico de los proyectos educativos alentados por una fanatismo político ciego, o en palabras de García G.(1999): “una carencia de fundamento, caídas de las ideologías, transitoriedad absoluta, post-historia, hedonismo exacerbado, sincretismos, saturación, crisis del deseo, carencia de ideales, secularismo, procesos de globalización”…en fin, una crisis en la que se destaca y además se constata, la progresiva pérdida de significado universal y trascendente de las categorías éticas como la justicia, la paz, el amor, la solidaridad, la honestidad, la convivencia, el sentido de la vida, que antaño soportaban y perpetuaban la cultura occidental, desde los griegos hasta hoy. Así por ejemplo, el respeto cada vez tiene menos sentido en una sociedad donde es más importante un Samsung Galaxy o un par de zapatos que la vida de las personas, donde la convivencia es un ideal difícil de conseguir porque cada quien piensa en su propio interés y utilidad sin importarle lo que le suceda a los demás, o peor aún, disfrutando del mal que le suceda.
Ante esta caótica situación no podemos quedarnos con los brazos cruzados quienes tenemos la responsabilidad de educar. Es nuestro deber que el proceso educativo sea un modo de ser y de vivir en sociedad, educamos en nuestras aulas los ciudadanos que todos queremos ver en las calles, avenidas y plazas de nuestro país, de acuerdo a los principios universales (Visión idealista) del derecho a la vida, al respeto, a la dignidad humana, a la igualdad, la tolerancia, la convivencia, etc. En definitiva, la escuela debe ser el lugar privilegiado, junto con la familia, para vivir y fomentar una cultura de los valores frente al relativismo moral que quiere hacer de los mismo mera toma de decisiones en su libre albedrío, que es a mi parecer, una simple excusa para no asumir la responsabilidad de los actos humanos y libres.
Alguien puede objetar que la educación en valores es un proceso largo y complicado ya sea por la superficialidad en los valores que se vive en la sociedad, ya por el impacto social que ha conllevado el consumismo, ya por la exaltación del tener sobre el ser, o por la visión utilitarista de los valores que sería necesarios para quien le sea útil, pero a la par hay docentes que tienen claro su papel protagónico y estimulante en el desarrollo del futuro ciudadano, futuro profesional, futuro ser humano. De manera que no todo está perdido. La fórmula mágica que es clave en la construcción de la sociedad, así lo afirman varios profesionales de la educación, está en la convicción de que cada persona es un fermento para el progreso y el desarrollo (UCAB-2009). Cada uno de nosotros, con nuestro esfuerzo individual y colectivo, haremos posible el cambio social.
No podemos esperar que vengan desde otro sitio, porque si así fuera, estaríamos desperdiciando la oportunidad de ser auténticos y un rasgo de autenticidad es la actuación transparente, sincera, honesta, sin prejuicios, buscando siempre el bienestar en el desarrollo de nuestro Ethos personal en el Ethos profesional docente, dicho de otro modo en palabras de José María Nava (S/D), el profesor manifiesta en el salón de clases su ser moral, su interioridad queda descubierta en cada acción reiterada y continua que asume frente a sus alumnos(as),
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