COMO EMPEZAR EL DIARIO: DE LO GENERAL A LO CONCRETO
Enviado por Isaamar • 13 de Enero de 2014 • 1.627 Palabras (7 Páginas) • 663 Visitas
COMO EMPEZAR EL DIARIO: DE LO GENERAL A LO CONCRETO
El diario de clase es una herramienta que respalda el proceso de un nivel más profundo en lo referente a la descripción, ya sea de la dinámica del aula o a través del relato sistemático y pormenorizado de los distintos acontecimientos y situaciones cotidianas.
El diario representa un conjunto de narraciones sobre la enseñanza y los momentos de aprendizaje de los alumnos, puesto que su finalidad es describir los acontecimientos más significativos. Sin prescindir que el principal propósito del diario estriba en nuestros propios puntos de vista.
En conjunto, todo esto permite focalizar progresivamente nuestras observaciones llevándolas de lo general a lo concreto, sin perder las referencias del contexto.
Al empezar el trabajo del diario se suele tener una visión simplificada y poco diferenciada de la realidad. Es común especular que las personas aprenden más o menos según sus capacidades innatas, dejando de lado otros aspectos como el interés, la motivación, el nivel de accesibilidad de la información, el momento y la forma de su presentación, la organización del espacio, la distribución del tiempo, etc. Esta percepción simplificadora conduce a que el diario se centra inicialmente en aspectos superficiales y anecdóticos de la realidad.
El papel del diario es favorecer, en este primer momento el desarrollo de un nivel más profundo de descripción de la dinámica del aula a través del relato sistemático y pormenorizado de los distintos acontecimientos y situaciones cotidianas. El hecho mismo de reflejarlo por escrito favorece el desarrollo de capacidades de observación y categorización de la realidad, permiten ir más allá de la simple percepción intuitiva, se puede comenzar con narraciones sobre las tareas de enseñanza y los momentos de aprendizajes de los alumnos.
Es pues recomendable advertir que el objetivo debe centrarse en ofrecer inicialmente una panorámica general y significativa de lo que, desde nuestro punto de vista, sucede en la clase, describiendo las actividades, relatando procesos y categorizando, en lo posible, las distintas observaciones que se van recogiendo. Podríamos citar las clasificaciones considerando los siguientes aspectos:
a) Las referidas al profesor. Tipos de comportamientos instruccionales: actividades y secuencias más frecuentes que plantea. Conductas normativas, sancionadoras y reguladoras.
b) Las referidas a los alumnos. Comportamientos individuales, implicación y grado de participación en las actividades. Ideas y concepciones más frecuentes.
c) Las referidas a la comunicación didáctica. Características físicas de la clase. Organización y distribución del espacio y el tiempo.
Manen, Max van (1998), “El tacto y la enseñanza”, en El tacto en la enseñanza.El significado de la sensibilidad pedagógica, Barcelona, Paidós (Paidós Educador), pp. 193 -214. La solicitud y el tacto pedagógico son las habilidades consientes que permiten al profesor actuar de manera improvisada en las situaciones educativas, que siempre están cambiando. Las situaciones educativas son siempre variables porque los estudiantes no son nunca los mismos, el profesor no es el mismo y el ambiente no es lo mismo. Esta capacidad de ver las posibilidades pedagógicas en los incidentes ordinarios, y convertir los incidentes sin importancia en significación pedagógica, lo que promete el tacto en la enseñanza.
El tacto proporciona una forma nueva e inesperada a las situaciones imprevistas “el tacto de un significado a lo accidental”, la planificación cuidadosa y detallada contribuye a una buena enseñanza; preparar una clase no consiste en programar un guión inflexible. Planificar es considerar detenidamente, anticipar, imaginar cómo pueden ir las cosas, cómo pueden experimentar o ver las cosas los niños. Un buen profesor planifica totalmente las clases para poder improvisar su enseñanza sobre esas bases. En situaciones imprevistas el profesor tiene que saber instantáneamente que decir o hacer para poder con tacto, modificar o reorientar la clase de forma responsable y receptiva; el tacto permite discernir el elemento significativo de un momento pedagógico. Un gesto de tacto deja huella en el niño “un gesto puede hacer maravillas”, son muchas las experiencias de una persona que está madurando las que contribuyen positiva o negativamente en el carácter y la personalidad. pero solo los adultos que mantienen una relación pedagógica con la gente joven y que se acerca a ellos con intenciones pedagógicas hacen de la formación de la formación del carácter el proyecto de sus acciones. El verdadero aprendizaje tiene lugar cuando el conocimiento, los valores y las aptitudes que adquirimos tienen algo que ver con la persona en que nos estamos convirtiendo. El carácter es la identidad distintiva que marca al individuo. (kharakter, palabra griega, se refiere a un instrumento utilizado para marcar un objeto con una muesca o una impresión que lo distinga). La personalidad es lo que uno le preocupa cuando hay que actuar frente a otros. la formación del carácter es esencial en la tarea de la educación. La teoría pedagógica es una cuestión práctica, es
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