CONSCIENTEMENTE INMORAL
Enviado por malena580 • 8 de Septiembre de 2021 • Apuntes • 1.393 Palabras (6 Páginas) • 82 Visitas
ASIGNATURA: FILOSOFÍA Y ÉTICA
DOCENTE: JORGE SANTOS ZÚÑIGA DÁVILA
FACULTAD: INGENIERIA INDUSTRIAL Y SISTEMAS
ESCUELA PROFESIONAL: INGENIERIA INDUSTRIAL
GH:01l
Nombres y Apellidos: MARÍA ELENA CABEZAS VILCHEZ
Código de Alumno: 1815160201
Código de Matrícula: EG303
Fecha:10/08/2021
Segunda Práctica Calificada de Filosofía y Ética.
Tema:
CONSCIENTEMENTE INMORAL
APERTURA
Estamos conscientes de la consistencia de la ética y la moral, pero dado a que esto no siempre es así recapitulemos en poesía el placer de una persona hacia la muerte.
Muchas veces nos hemos percatado de que ciertas acciones solo los hacen los delincuentes o personas en las que se sospecha por su físico o manera de vestir. Y pues esto no es del todo cierto, un actor, un sacerdote, un escritor, un abogado, un ingeniero e incluso hasta un médico puede ser consciente de las atrocidades que este mismo puede cometer sin ser descubierto tan solo por tener el prestigio de ser una persona superficialmente moral y ética.
En Las flores del mal (1857) de Charles Baudelaire, siendo el poema “El monstruo o paraninfo de una ninfa macabra” del libro, en donde el yo poético está hastiado de su propia existencia por la perversión y encantamiento que siente frente a esta entidad diabólica y seductora, el epígrafe proyecta el tedio vital existente en la voz poética y un agonizante temple de ánimo que no encuentra ni paz ni armonía en ese mundo que habita.
Encontramos poemas donde el sujeto poético es seducido por la muerte, tratando de superarla mediante la recreación del acto erótico. Definitivamente, el yo lírico perversamente coquetea con la necrofilia: “Topé con el cadáver más hermoso/ Y quise llevarlo a casa “, declara. Asimismo, el hablante se encuentra seducido al sentir placer y gozo al admirar cadáveres inertes, pero hermosos, donde la vida ha dejado de existir: “(Pero ya estabas muerta/ Pero ya tú te habías ido/ Con tu vestido de novia más hermosa/ Que la Almudena)”. Estas imágenes resaltan una intertextualidad con los poetas franceses del siglo decimonónico al mostrar una fascinación con el tema de la muerte y de la necrofilia: “ASÍ, Muerta Inmortal, he desenredado tu cabello/ en el quirófano” para más adelante afirmar, “Y te miré durmiendo/ y te adoré // Así, Muerta Inmortal / Asssí”, en clara parodia del famoso poema LXV de Trilce, originalmente dedicado a la madre muerta del poeta, pero que en Mazzotti resulta la pareja imposible, resucitada, sin embargo, como objeto poético a través de la escritura y la aliteración (“Asssí”) del deseo.
Es increíble la infinidad de significados que esto puede guardar, base a esto si nos enfocamos en un profesional que sea Ingeniero o Ingeniera podremos notar que no es del todo normal, que este puede tener ciertas filias, ciertas obsesiones, que son relativamente para ellos una clase de filosofía dulce, algo normalizado para ellos pero que conscientemente es inmoral.
CUERPO
Hablemos de la necrofilia, que significa atracción por la muerte (o por los muertos) es una perversión sexual consistente en hallar el máximo placer, cuando no el placer exclusivo, haciendo los tocamientos y fogosidades con persona ya fallecido. La definición estricta sería que necrofilia es la excitación sexual provocada por la contemplación, el contacto, la mutilación o la evocación mental de un cadáver. Es propiamente dicha la que aparece realizando la conjunción cadavérica por las vías naturales, y también analmente, con cadáveres previos y apetecibles (para el necrófilo). Puede ser ocasional, cuando alguien muy desesperado coincide con un cadáver que le atrae y hace lo que puede con él. Es sádica cuando la previa es matar al oponente, para copular post-mortem con su cuerpo.
Muchos casos de esto suceden en la morgue, el médico suele aprovecharse del cuerpo inerte sumamente fresco para poder abusar sobre este. A esto se les llama pervertidos necrófilos, pero ¿Cómo es que los pervertidos necrofílicos hallan apetitoso un cadáver?
Veamos: los cadáveres presentan tres características golosas: La frialdad, la inmovilidad y el mal olor.
La primera de ellas no siempre es despreciada. Un comisario de policía español al que oí por la radio, decía que uno de sus recalcitrantes necrófilos, al ser preguntado por el tema, respondía: “Usted no sabe, señor comisario, lo excitante que es la dulce frialdad de la muerte”. El comisario aseguraba que ni sabía, ni sabría nunca.
Estas condiciones son las que excitan a algunos degenerados, lo que les convertiría en algo así como fetichistas, o masoquistas-fetichistas.
Un vagabundo madrileño, en 1999, fue detenido tras haberse cargado unos cuantos colegas del mismo sexo. Unas partes se las comía, por ejemplo, los genitales, mientras que las cabezas las guardaba para copular oralmente introduciendo su pene por las bocas del patético despojo hasta que la podredumbre le aconsejaba tirarlas al contenedor de basura. Cuando, detenido, se le preguntó por sus motivos para el canibalismo, dijo en tono exculpante: “Lo hice porque tenía hambre”. Por lo visto, también iba algo salido.
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