Cultivo del pimiento
Enviado por ALEXIDELGADO • 17 de Abril de 2013 • Ensayo • 951 Palabras (4 Páginas) • 478 Visitas
A la hora de cultivar esta planta, es necesario saber que el pimiento necesita mucha luz, por lo que se debe plantar a pleno sol. Se trata de una planta que no soporta las heladas y que exige un clima cálido o templado. De hecho, en otoño e invierno sólo es posible criarlo en invernaderos.
La temperatura mínima para germinar y crecer es de 15ºC y para florecer y fructificar mínimo 18ºC. Las temperaturas óptimas oscilan entre 20 y 26ºC. Por lo que deberás protégelos del frío que traen los vientos del Norte.
Si se dan bajas temperaturas durante la floración, entre 10-15º C, se originan anomalías en las flores, dando lugar a frutos pequeños y con deformaciones. En las zonas más frías no está de más proteger los plantones con campanas o túneles de plástico, para asegurar un calor suficiente hasta que la temperatura aumente.
La humedad relativa del aire óptima oscila entre el 50-70 %. Si la humedad es más elevada, origina el desarrollo de enfermedades en las partes aéreas de la planta, y dificulta la fecundación y si la humedad es demasiado baja, durante el verano, con temperaturas altas, se produce la caída de flores y frutos recién cuajados.
Los suelos más adecuados para el pimiento son los sueltos y arenosos (no arcillosos, ni pesados), profundos, ricos en materia orgánica y sobre todo con un buen drenaje. Los suelos encharcadizos y asfixiantes favorecen el desarrollo de hongos en raíces y la pudrición consiguiente de éstas.
Se siembra en semillero a cubierto, en febrero-marzo, a una profundidad de 2-3 mm... Evita plantar las semillas muy juntas porque provoca el desarrollo de plantitas débiles y usa vasitos individuales, o mejor, bandejas de alveolos, estos germinarán entre 8 y 20 días después.
A los dos meses de la siembra, cuando las plantitas tienen más de 15 cm de altura, con 5 ó 6 hojas, plántalas en líneas, separadas unos 40-50 cm. entre plantas y de 60-70 cm. entre líneas. Pero antes de plantar, debes cavar la tierra para airearla y aportar 3 kilos/m2 de compost, estiércol o humus de lombriz.
Se trata de una hortaliza muy sensible al frío. Por ello, en las zonas de clima continental hay que esperar hasta bien entrada la primavera para poder plantar al aire libre, cuando haya desaparecido el riesgo de heladas.
Tras el trasplante, algunas variedades admiten una poda de la yema central, con el fin de que emitan varias ramas laterales y la planta adquiera un gran volumen.
Su cultivo no debe repetirse en el mismo terreno ni tras otras Solanáceas como tomates, berenjenas o patatas porque comparten las mismas enfermedades producidas por hongos del suelo, como la "Tristeza del pimiento", lo que hace imprescindible la rotación de cultivos.
En cuanto al riego, este debe ser moderado y constante en todas las fases del cultivo, a pesar de que aguantan bien una falta puntual de agua. El riego por goteo resulta ideal.
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