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Definición y objeto


Enviado por   •  27 de Octubre de 2014  •  Tesis  •  2.799 Palabras (12 Páginas)  •  136 Visitas

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Introducción[editar]

Definición y objeto[editar]

La palabra ética proviene del latín ethĭcus, y este del griego antiguo ἠθικός o, transcrito a nuestro alfabeto, êthicós. Según algunos autores, es correcto diferenciar êthos, que significa ‘carácter’, de ethos, que significa ‘costumbre’, pues “ética” se sigue de aquel sentido y no es éste.2

Según una corriente «clásica», la ética tiene como objeto los actos que el ser humano realiza de modo consciente y libre (es decir, aquellos actos sobre los que ejerce de algún modo un control racional). No se limita sólo a ver cómo se realizan esos actos, sino que busca emitir un juicio sobre estos, que permite determinar si un acto ha sido éticamente bueno o éticamente malo.

Fernando Savater, en el primer capítulo de su libro Ética para Amador («De qué va la ética»), define la ética como «el arte de vivir, el saber vivir, por lo tanto el arte de discernir lo que nos conviene (lo bueno) y lo que no nos conviene (lo malo)».

Ello implica establecer una distinción entre lo que sea bueno y lo que sea malo desde el punto de vista ético, y si el bien y el mal éticos coinciden o no con lo que serían el bien y el mal en sí.

Límites con disciplinas adyacentes[editar]

La ética se relaciona con la antropología, el derecho, con la ley, y con ciencias empíricas que estudian el comportamiento humano, como la sociología y la psicología.

Un autor define ética del siguiente modo: “Ética (del griego ethika, de ethos, ‘comportamiento’, ‘costumbre’), principios o pautas de la conducta humana, a menudo y de forma impropia llamada moral (del latín mores, ‘costumbre’)”.3

La palabra ética proviene del griego êthikos (“carácter”). Se trata del estudio de la moral y del accionar humano para promover los comportamientos deseables. Una sentencia ética supone la elaboración de un juicio moral y una norma que señala cómo deberían actuar los integrantes de una sociedad. Por profesión se entiende una ocupación que se desarrolla con el fin de colaborar con el bienestar de una sociedad. Para realizar dicha labor es necesario que el profesional (persona que ejerce la misma) actúe con responsabilidad, siguiendo los requisitos que la ley vigente plantee para el desarrollo de esa actividad.

La ética profesional pretende regular las actividades que se realizan en el marco de una profesión. En este sentido, se trata de una disciplina que está incluida dentro de la ética aplicada ya que hace referencia a una parte específica de la realidad.

Cabe destacar que la ética, a nivel general, no es coactiva (no impone sanciones legales o normativas). Sin embargo, la ética profesional puede estar, en cierta forma, en los códigos deontológicos que regulan una actividad profesional. La deontología forma parte de lo que se conoce como ética normativa y presenta una serie de principios y reglas de cumplimiento obligatorio.

Ramas de la ética[editar]

Metaética[editar]

Artículo principal: Metaética

El problema del ser y el deber ser[editar]

Artículo principal: Problema del ser y el deber ser

La ética teleológica es generalmente una ética orientada hacia fines, hacia un télos (en griego, ‘fin u objetivo que perfecciona a quien lo alcanza’).

Hume ha planteado la objeción de que la transición de “lo que es” a “lo que debe ser” es problemática, y en general ilegítima. La falacia naturalista de George Edward Moore plantea cuestiones estrechamente relacionadas, pero no es estrictamente lo mismo.

Como se destaca más adelante, los positivistas, deben estar epistemológicamente entre las tasas y tarifas de destino, y se diferencian por su relación diferente a los sentidos. La distinción epistemológica entre es y debe se basa en la ciencia empírica moderna. Quien no acepta esta distinción, o bien debe postular a un ser que no es directamente o indirectamente detectable, o se debe considerar lo que debe ser perceptible.

Las normas éticas se derivan de supuestas declaraciones sobre los seres, con frecuencia pasan inadvertidos por el uso de la ambigüedad normativa y empírica de términos como “esencia”, “naturaleza”, “determinación”, “función”, “final”, “sentido” u “objetivo alcanzado”. Así, la palabra “objetivo” es incluso lo que en realidad busca una persona (Su meta es graduarse). La palabra objetivo puede referirse también a lo que debe perseguir un hombre (por ejemplo, cuando se dice de alguien que perdió el objetivo o la meta de su existencia humana).

La ambigüedad inadvertida empírico-normativa de ciertos términos conduce a falacias lógicas tales como: “La esencia de la sexualidad es la procreación. Por lo tanto, la anticoncepción no está permitida, porque no refleja la naturaleza de la sexualidad”.

Tomando nota de que esto supone que se ha deducido lógicamente que el ser es una justificación de las normas aún no declaradas (Promulgadas). Porque, además de las declaraciones normativas y de los registros, hay voluntades. La expresión de la voluntad de una persona: “No quiero ser molestado en la siguiente hora por cualquier persona” incluye el deseo de que la norma “Nadie me debe molestar en la hora siguiente” sea capaz de ser acogida y respetada por otros. El punto central será saber si la expresión de la voluntad de esa persona sea o no sea éticamente correcta, o sea simplemente un acto arbitrario que no exige un respeto absoluto por parte de otros.

La falacia naturalista[editar]

Artículo principal: Falacia naturalista

George Edward Moore, en su obra Principia Ethica, acusa al naturalismo de cometer un error cuando infiere que algo tiene una propiedad moral a partir de que ese algo tiene tal o cual propiedad natural.4 Por ejemplo, asumiendo que el placer es una propiedad natural, un naturalista podría sostener que las relaciones sexuales son buenas porque son placenteras.4 Sin embargo, Moore señala que para afirmar esto, primero se necesita mostrar que todo lo placentero es bueno,4 y esto requiere de un argumento que parece difícil de proveer. Pese al nombre de la falacia, la misma parece poder extenderse más allá del naturalismo.4 Así, el desafío propuesto por Moore parece mostrar cómo es posible concluir legítimamente que una propiedad no moral puede identificarse o tener la misma extensión que una propiedad moral.

Ética normativa[editar]

Artículo principal: Ética normativa

El dilema del tranvía es un experimento mental que puede servir para ilustrar y poner a prueba distintas teorías éticas.

Las

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