Deshumanización en los tiempos modernos

El ser humano nace con una conciencia que a lo largo del crecimiento el individuo va desarrollando y puliendo a base de las experiencias y enseñanzas. A diferencia de los animales que actúan por el instinto. Este es uno de los argumentos que la ciencia utiliza para diferenciarnos de otros seres vivos, clasificándonos en una especie diferente a cualquier otra. Así mismo, el ser humano segrega a la sociedad en segmentos bajo parámetros impuestos por ideas de superioridad, poder y diferencias biológicas.

Cuando hablamos del ser humano y su evolución, logramos identificar distintos patrones conductuales, sistemas sociales y adoctrinamientos que se van repitiendo a través del tiempo. Uno de estos patrones es la esclavitud, que se tiene registro desde antes de Cristo. Sociedades tales como las de Egipto, Grecia y Roma, utilizaban esta forma de dominio sobre un grupo específico de la población, basando sus economías en estas “instituciones sociales”. La selección de los esclavos se basaba en simples diferencias étnicas y religiosas que podían imponer las elites al mando.

En la actualidad, a más de 2000 años de estos sucesos se sigue apreciando el mismo régimen de control sobre distintos tipos de etnias, pero la que continúa teniendo mayores factores de discriminación y abuso, es la comunidad afrodescendiente o de tez negra. Estas prácticas tan obsoletas como segregar a una persona por su color de piel es una de las mayores controversias y problemáticas que mantienen a la población norteamericana hasta el día de hoy en constante conflicto entre “blancos” y “negros”.

La idea de una integración real de la gente afroamericana a la sociedad estadunidense siendo “aceptada” en su totalidad está lejos de verse realizada. Los factores que imposibilitan la reinserción a la sociedad de estos individuos estigmatizados por la historia y el racismo, no es más que un problema sistemático de las políticas aplicadas sobre este grupo de personas, como por ejemplo la “Ley Jim Crow” que fueron empleadas entre los años 1876 y 1965, la cual buscaba coartar a la población negra en su vida cotidiana, excluyéndoseles de espacios habituales, tales como la locomoción colectiva, el acceso de niños a los centros educacionales donde asistía gente blanca y la negación de servicios básicos como la salud, permitiendo ser atendido sólo por personal de piel negra. Esto generó que las poblaciones segregadas comenzaran a aislarse hacia sectores periféricos de la urbe, a lo que luego se le denominó como ‘’ghetto’’. Son sectores apartados, poblados por un determinado grupo social y/o étnico, y de ellos podemos observar que es donde habitan en su gran mayoría, personas negras.

La desfiguración de la imagen de la persona “negra” fue intensamente masificada por la prensa sensacionalista de este país, creando así aun más división en la población norteamericana que por herencia cargaban con estos problemas de racismo. Las políticas implementadas a lo largo del tiempo han sido implícitamente violentas y cargadas hacia un sector específico de la población, dando a entender que si eres una persona de color será mucho más difícil el cómo te desenvuelves dentro de la sociedad y cómo te ven en ella.

Los presidente Richard Nixon , Ronald Reagan y Bill Clinton son ejemplos claros de el estigma hacia este grupo de personas y de cómo se pueden realizar políticas públicas en contra de ellos.

Al tener este estigma los hombres negros se veían involucrados en problemas judiciales más fácilmente que un hombre blanco por lo que tenía probabilidades exponenciales de terminar en cárcel, ya que al momento de reclamar inocencia no tendría posibilidad por la falta de credibilidad frente a la imagen de ellos implantada en la sociedad. Aquí es donde comienza el círculo vicioso y la clara ejemplificación

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