EL SER DOCENTE: SER Y HACER

EL SER DOCENTE SER Y HACER

TEMA 2 (EL HACER DOCENTE).

Es importante desde la perspectiva del nuevo panorama educativo, propuesto para el inicio del siglo XXI, tener una amplia gama de posibilidades para atender de manera eficiente a los escolares asignados en le nivel correspondiente. En ese sentido, cobra mayor importancia la idea de construir ambientes de aprendizaje en los cuales los alumnos pasen de ser simples receptores de ideas, a protagonistas del hecho educativo, a partir de emplear un trabajo colaborativo, en donde se organicen grupos cooperativos, a fin de fijar un rumbo preciso, con la intención de mejorar el aprendizaje, a través de la competencia cognitiva de los jóvenes.

No obstante, para lograr los desafíos antes escritos, es necesario fortalecer la práctica docente a diario. Cabe señalar, que la actividad por excelencia será la investigación por parte del docente. De qué temas; los emergentes son: los métodos de enseñanza, las estrategias de enseñanza o aprendizaje, las técnicas de trabajo, las dinámicas escolares, los instrumentos de evaluación, y la manera de evaluar de forma objetiva a los alumnos.

Tal vez, no se incluyan nuevas líneas de investigación pues en la actualidad aún se sigue luchando por alcanzar la cima de la calidad educativa. Empero, el éxito advertido, no solo requiere de precisar el estilo de enseñanza o los métodos de aprendizaje ofrecidos por el titular a lo largo del ciclo escolar. Pues también antes de elaborar el plan de acción debemos determinar a quienes vamos a atender; y en qué condiciones se trabajará.

Lo anterior, reforzará la intención de cada profesor por formar la excelencia académica en sus educandos. Al mismo tiempo, tendremos una visión más concreta relacionada en la promoción del conocimiento. Es decir, cada nivel educativo requiere de una distinta forma de atender a los alumnos. No podemos ocupar el mismo plan de acción para dos o más niveles escolares; aunque sea la misma asignatura.

Tampoco, podemos atender o enseñar a los estudiantes con los mismos recursos o materiales didácticos. Por ejemplo, los libros de texto elegidos para la cátedra correspondiente, se convierten en un texto de consulta, más no la base para la enseñanza. Por lo tanto, es apremiante ocupar mejores fuentes bibliográficas, en donde se invite al escolar a reflexionar, analizar o relacionar sus conocimientos con los saberes compartidos en otros documentos sugeridos.

Tomando en cuenta los puntos anteriores, estaremos aventajados, con relación a los intereses de los alumnos, pues elegiremos materiales atractivos, interesantes y formativos, de acuerdo al tipo de sociedad en la que viven. Asimismo, nos involucramos mejor en la idea de enseñar para la vida. Es decir, conducir al alumno por un sendero en donde sepa resolver los problemas de la vida diaria, y se establezca metas a corto o mediano plazo.

Teniendo las

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